Sobre El Observador De La Ciudad
Enviado por foucault • 22 de Septiembre de 2012 • 1.001 Palabras (5 Páginas) • 647 Visitas
FECHA: 12 DE SEPTIEMBRE DE 2012
ELABORADO POR: FABIÁN LEONARDO LEÓN RIVERA
LECTURA: Iluminaciones. V.2. Baudelaire: un poeta en el esplendor del capitalismo. Madrid: Taurus, 1971-1972. Pp. 49-120
“Quien ve sin oír, está mucho más … inquieto que el que oye sin ver” (Benjamin p.52) una cita que dice mucho de aquel hombre nuevo “moderno” que habita en lo que ahora se llama ciudad, y que en esta lectura aparece con tanta insistencia. El flâneur que Baudelaire describe en el presente texto es un punto de referencia para comprender las dinámicas de la urbe y su habitabilidad.
¿Quién es flâneur? ¿por qué su relación con la ciudad? Este hombre es una propuesta constructiva que hace referencia a la figura de la vida cotidiana de un caminante urbano, un vagabundo –en el buen sentido de la palabra- que bajo circunstancias particulares en términos de desarrollo urbano distingue en un predominio de la mirada el entorno urbanístico al caminar, al recorrer, la lectura, escritura y el discurso de la ciudad sujetada y a la vez sujeto del desarrollo especifico de una cotidianeidad, que disipa las huellas de los individuos en la multitud de las grandes metrópolis y los pone en el anonimato de las masas.
Precisamente la masa o multitud, agrupación, muchedumbre, gentío… en fin, como se le quiera denominar, es el nuevo lugar que se está dando al concentrarse un buen número de personas entorno a las grandes ciudades, bien sea buscando empleo o beneficios que solo son posibles en estos grandes espacios que agrupan gentes de diversas clases y condiciones. Tal concentración de gente genera nuevas perspectivas de ver el mundo, detalles como el uso del transporte público, es uno de los tantos casos en los que se ve enfrentado el hombre de ciudad “(…) las gentes no se encontraron en la circunstancia de tener que mirarse mutuamente largos minutos, horas incluso, sin dirigirse la palabra unos a otros” (Ibídem p.52) algo tan simple se torna tan complejo y es lo que le da espacio a este personaje: el flâneur.
Este hombre que se detiene a observar con atención la ciudad, es un desocupado, pues va a otro ritmo, uno diferente al que lleva la ciudad, sumergida en una rutina, a un horario establecido, rígido y productivo. Nuestro flâneur se confunde en medio de la gente para pasar desapercibido “Aquí la masa aparece como el asilo que protege al asocial de sus perseguidores” (Ibídem p.55) está dentro del montón pero no es del montón, es otro ahí, que tiene claros objetivos de visualización “el observador es un príncipe que disfruta por doquier de su incognito” (Ibídem p.55)
Cuando este personaje se vincula tanto a la masa, es inherente su relación a lo público a ese nodo donde se juntan todos, ese se convierte en su nuevo hogar, la ciudad no le es ajena, por el contrario, es familiar, cercana, todo lo que la compone se convierte en
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