ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Sociología


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2013  •  2.811 Palabras (12 Páginas)  •  317 Visitas

Página 1 de 12

PERSPECTIVAS DE LA SOCIOLOGÍA

Para estudiar algo, debe empezarse por hacer algunas suposiciones acerca de la natura-

leza de lo que se estudia. Por ejemplo, los antiguos griegos creían que el universo estaba

regido por los caprichos de los dioses. Todos los científicos, por el contrario, suponen

que el universo está ordenado y funciona de acuerdo con ciertas leyes que podemos

descubrir. Así, Newton desarrolló las leyes de la gravedad, luego de observar que las

manzanas caían siempre hacia abajo y nunca hacia arriba. Una serie de suposiciones

válidas recibe el nombre de una "perspectiva", un "enfoque" o algunas veces un "paradigma". ¿Cuáles son algunas de las perspectivas utilizadas en sociología?

LA PERSPECTIVA EVOLUCIONISTA

La perspectiva evolucionista es la primera perspectiva teórica en sociología. Basada en

las obras de Augusto Comte (1798-1857) y Herbert Spencer (1820-1903), pareció ofrecer

una explicación satisfactoria acerca del origen y desarrollo de las sociedades humanas.

Después de pocos decenios fue abandonada y ahora está volviendo a tener vigencia.

Los sociólogos que utilizan la perspectiva evolucionista buscan las pautas de cambio

y desarrollo que aparecen en diferentes sociedades para ver si pueden encontrarse algunas secuencias generales. Pueden preguntarse, por ejemplo, si el comunismo chino evolucionará del mismo modo en que evolucionó en otros países, o si la industrialización

tendrá los mismos efectos sobre la familia en los países en desarrollo que el que parece

haber tenido en las naciones occidentales. Aunque no es la más importante en sociología, la perspectiva evolutiva está vigente.

LA PERSPECTIVA INTERACCIONISTA

Esta perspectiva no sugiere grandes teorías acerca de la sociedad, puesto que la "socie-

dad", "el Estado" y las "instituciones sociales", son abstracciones conceptuales, y sólo

las personas y su interacción pueden estudiarse directamente.

Interaccionistas simbólicos como G. H. Mead (1863-1931) y C. H. Cooley (1846-1929)

se concentran en esta interacción entre individuos y grupos. Advierten que las personas

actúan recíprocamente casi siempre por medio de símbolos, que incluyen signos, gestos,

y lo que es más importante, por medio de palabras escritas o habladas. Una palabra no

tiene significado inherente. Es sólo un ruido, pero se convierte en palabra cuando las

personas se ponen de acuerdo en que éste tiene un significado especial. Así, "sí", "no",

"ve", "ven" y miles de otros sonidos se convierten en símbolos cuando a cada uno se le

asigna un significado. Aunque algunos significados pueden intercambiarse sin palabras,

como saben todos los que aman, la mayor parte de los significados se intercambian mediante las palabras habladas o escritas.

Las personas no responden en forma directa, sino a los significados que atribuyen a

las cosas y a los sucesos que los rodean: una señal de tránsito, una fila frente a una ven-

tanilla expendedora de boletos, un silbato y una señal con la mano de un agente de

policía. Uno de los primeros sociólogos, W. y. Thomas (1863-1947) acuñó la frase definición de la situación, haciendo notar que podemos actuar coherentemente sólo después que decidimos sobre la clase de situación de que se trata (Thomas, 1937, p. 9). Si un hombre se acerca con el brazo y la mano derecha extendidos, definimos esto como un

saludo amistoso; si se aproxima con los puños crispados, interpretamos la situación en

forma muy diferente. La persona que define erróneamente la situación y trata de correr

cuando debe hacer el amor, o viceversa, es una figura cómica clásica. Pero en la vida real

la falla en definir correctamente las situaciones de 'comportamiento y en dar las respuestas adecuadas puede tener consecuencias desafortunadas.

Como Barger y Luckmann declararon en su Social Construction of Reality (1966), la

sociedad es una realidad objetiva en la que las personas, los grupos y las instituciones son

reales, independientemente de nuestras percepciones de ellos. Pero la sociedad también

es una realidad subjetiva en la que, para cada persona las otras personas, los grupos y las

instituciones son lo que aquélla percibe de los otros individuos como seres. Que la mayor parte de las personas sean agradables o repugnantes, que los miembros de la policía

sean protectores u opresores, que las corporaciones sirvan a los intereses comunes o a

intereses egoístas, son percepciones que las personas forman a partir de sus propias experiencias y que se convierten para ellas en "así son las cosas".

Interaccionistas modernos como Erving Goffman (1959) y Herbert Blumer (1962) hacen hincapié en el hecho de que las personas no responden directamente a las otras personas, sino que responden a lo que imaginan que son las otras personas. En el comporta-

miento humano, la "realidad" no es algo que simplemente está "allí afuera", como los

postes y las aceras a lo largo de la calle; la "realidad" se construye en la mente de las

personas cuando se evalúan entre ellas y tratan de adivinar los sentimientos e impulsos

respectivos. Que una persona sea un amigo, un enemigo o un extraño no es una característica de la persona; aquella persona es para mí lo que yo percibo de ella como ser, por lo menos hasta que cambie mi percepción. El que sea buena o mala depende de la percepción que yo tenga de ella. Así, yo creo la realidad acerca de esa persona en mí propiamente, y luego reacciono a esta realidad que yo he construido. Esta "construcción social de la realidad" avanza continuamente conforme las personas definen los sentimientos e intenciones de los demás. En esta forma, las "personas" con las cuales actuamos con reciprocidad son en cierta medida criaturas de nuestra propia imaginación. Siempre que dos grupos, como pueden ser los trabajadores y los patrones, llegan a formarse un conjunto de opiniones firmes uno respecto del otro, ha tenido lugar una" construcción social de la realidad". De manera semejante, las situaciones son definidas por nosotros y llegan a formar parte de la "realidad" a que respondemos. Que una nueva regla sea considerada como protección u opresión depende de nuestra definición de ella.

Esto no significa que toda realidad sea subjetiva, es decir, que sólo exista dentro de la

mente.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (18 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com