Soledad y silencio
Enviado por marceladepazp • 23 de Enero de 2020 • Ensayo • 749 Palabras (3 Páginas) • 210 Visitas
COLEGIO APDE ENTREVALLES NOMBRE:_____________________________[pic 1]
FILOSOFIA BACHILLERATO SECCIÓN: CLAVE:
HOJA DE TRABAJO NOTA: ___________________________________
INSTRUCCIONES: Lee y analiza el texto. Realiza luego las actividades que se te piden.
Soledad y Silencio[1]
Para fomentar esa relación con uno mismo y juntamente alimentar nuestro mundo interior a través de un pensamiento propio, es necesario, al menos de vez en cuando, la soledad acompañada de silencio. Se ha dicho que uno de los lujos del hombre moderno es el silencio, y me parece una observación acertada. Es necesario escuchar el silencio, para saber a ciencia cierta qué hay dentro de uno mismo, para tener –sin ningún tipo de intermediario- un tête a tête con uno mismo, y ver así qué tiene uno que decirse y hasta qué grado es capaz de soportarse.
La televisión en casa y la radio en el coche han terminado con los pocos espacios de tiempo que estábamos solos, y esto no es bueno, porque el hombre sin pensar ni pensarse se convierte en un ser heterodirigido: sus opiniones son las de los otros, sus gustos los de los anuncios, y sus necesidades aumentan en la misma medida que la sociedad se hace más consumista.
Tanto bombardeo está reclamando en contraposición momentos de soledad y silencio para tener un reencuentro con uno mismo. El hombre religioso accede a veces a esos tiempos de quietud y recogimiento a través de cursos de retiro espiritual. Actualmente se está haciendo frecuente que personas cansadas del trepidante ritmo de vida se refugien algunos días en un monasterio para dedicarse a la lectura y recobrar así la serenidad. Pero a mi modo de ver esas huidas son sólo una solución parcial. Pienso –quizá peque de utópico- que de alguna manera todo hombre debe tener al día un tiempo en que, apartado de personas y asuntos, haga una valoración de lo que ha ocurrido en ese día, saque sus conclusiones, diseñe pequeños o grandes proyectos: en definitiva, piense; y para pensar hace falta recogimiento interior y exterior.
No cabe ninguna duda de que con frecuencia necesitamos distraernos y cuando satisfacemos esa necesidad, por ejemplo, jugando un partido de tenis o viendo una buena película, nos encontramos –solemos decir- “en plena forma”, porque hemos conseguido eliminar de nuestra mente el cansancio psíquico. Pues el hombre por su naturaleza racional siente una llamada, una vocación a pensar, pero son tantas las distracciones que dificultan esta actividad tan propia suya, tan genuina, que con frecuencia no la ejerce o la aquieta con cuatro pensamientos poco profundos.
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