Somos Diosas
Enviado por pichisito • 6 de Octubre de 2013 • 2.747 Palabras (11 Páginas) • 285 Visitas
CAPITULO 5
EL ARTE DE ACORDAR
Nadie puede dejar fuera a los otros, especialmente aquellas personas que son significativas. Lo que la autonomía nos da es la capacidad de relacionarte con los demás en igualdad.
En el diario del vivir surgirán momentos de desacuerdos y tensión, no importa si la relación es con un superior, un igual o un inferior.
La única alternativa posible para lograr acuerdos es por medio dela concertación; el camino para alcanzar se llama negociación.
La palabra acuerdo significa conciliar, componer, concordar, conformar, convenir.
El diálogo del que aquí estamos hablando es de reconocimiento y respeto mutuo. Cabe aclarar que respeto no es lo mismo que tolerancia.
No podemos respetar algo que nos parece claramente inmoral. Las opiniones y los actos han de hacerse acreedores al respeto.
Para negociar siempre hay dos; es imposible lograr esto sin comunicación.
Si uno se da la media vuelta y se retira, se acaba la negociación; si uno no quiere ceder cuando le toca, o si cede más, los dos entran en conflicto.
El sistema de negociación busca consensar, conciliar la necesidades de dos.
En la dinámica del agresor, siempre se pisotea la dignidad de la víctima. En la manipulación siempre sacrificas tu dignidad, eso es lo más perverso del asunto. En la concertación, se llega a un acuerdo en el que la dignidad de ambos queda intacta.
La negociación es un arte.
Muchas mujeres, y algunos hombres, evadimos las negociaciones y sólo tomamos lo que se nos ofrece porque no queremos tener una confrontación violenta; negociar es el único camino para alcanzar un acuerdo; no debemos; no debemos confundir tensión con agresión.
El arte de negociar ha sido hasta ahora un juego masculino se utilizan palabras como estrategia y táctica.
Hay tres puntos fundamentales para poder entrar al terreno de juego: seguridad en uno mismo, tener muy claro qué es lo que quieres y estar bien preparado.
@ LA SEGURIDAD EN UNO MISMO
Gran parte de una buena negociación es actitud; aprender a actuar para proyectar seguridad y serenidad.
Tu teatro se puede desmoronar si el otro oprime una tecla que active tus reacciones emocionales.
La autonomía personal te da esa seguridad de forma permanente la llevas a todos lados, duermes y despiertas con ella.
Su seguridad les acompaña siempre e inspiran respeto sin tener que esforzarse para conseguirlo.
No tienes que “Sobreponerte al miedo” porque no hay tal.
La forma de saber que has desactivado el miedo es cuando descubres que, ante una situación que “siempre” te alteraba, tu cuerpo ya no reacciona.
b TENER MUY CLARO QUE ES LO QUE QUIERES
Tienes un objetivo que puedes definir con claridad y detalle. Tu meta no puede ser tan solo “Tener una vida mejor”.
Por supuesto que quieres una vida mejor, pero piensa cómo la quieres.
Nadie se pregunta en medio de una negociación ¿qué quiero?, ¿Cómo lo quiero? Para ese momento ya es demasiado tarde.
© ESTAR BIEN PREPARADO
Significa contar de antemano todas las herramientas indispensables para el juego.
Aprovecha cualquier situación ve al mercado tradicional y negocia en cada puesto.
Recuerda que ellos siempre están pidiendo más de lo que esperan recibir.
En toda negociaciones se da un intercambio de concesiones d eso es de lo que se trata.
Una regla Básica en la negociación es evitar dar concesiones por anticipado. Los expertos insisten en que nunca des ninguna concesión (aunque estés dispuesta a darla) piensa si mejor la retires para más adelante. Jamás otorgues nada sin recibir algo a cambio.
El punto más débil de la mayoría de las mujeres, y de muchos hombres inseguros. No sólo ofrecemos concesiones si no que las hemos dado por adelantado poniéndonos en desventaja.
Mientras cargas con ese mecanismo automático que le saboteaba toda posibilidad (el temor al rechazo).
El primer requisito es la seguridad en sí misma.
Las concesiones buscan un propósito, otro debe salir con algo valioso para él, también como ganador.
D CONOCE LAS NECESIDADES DEL OTRO
El buen negociador hace su lista de concesiones sin perder el enfoque en la ganancia mutua.
Todo lo que es importante entra en la categoría de necesidades y hay que conocerlas.
No juzgar las necesidades ajenas significa respetarlas sin cuestionar
Necesidad del control: Es obvia en actitudes como querer controlar tu agenda.
Necesidad de reconocimiento: Hay personas que necesitan estar recibiendo elogios.
Necesidad de pertenencia: Esta necesidad se refleja en la afiliación a un grupo.
Necesidad de apego: Todo aquello que quisiera no perder jamás.
Necesidades afectivas: Las demostramos de afecto pueden ser muy variadas. Para algunos es muy importante el contacto físico.
Lo importante es detectar el orden de importancia que tienen en el otro, no para manipularlo, sino para valorar nuestras concesiones y cuidarnos también de no amenazarlas.
El desarrollo de la autonomía es un asunto personal, un sendero que cada quien decide cuando lo toma o no.
LOS VALORES
Es todo aquello que creemos que se debe hacer y lo que no se debe hacer.
Cuando hablo de valores, me refiero a los valores morales, a todo aquello que valoramos, que preferimos.
Volveremos a usar nuestro ejercicio de “qué pasaría si…”. Se trata de anticipar varias contrapuestas y pensar cómo vas a reaccionar ante cada una.
JAMÁS PERMITAS QUE TE TOMEN POR SORPRESA, APLAZA
Si estar preparada es requisito fundamental para poder negociar, jamás aceptes hacerlo si no lo estás. Si viene del otro, aplaza y prepáralo.
Gana tiempo solicitando unos días para considerar la propuesta.
Cuando se utiliza un lenguaje como “luego hablamos”, “después ahora no” solo se está dañando la comunicación
Las palabras “me interesa” tienen una connotación muy favorable. Cuando dices “dame unos días para pensarlos” estás aplazando. Al decir cuándo, estás tomando ventaja pero, a la vez le otorgas seriedad al asunto. Al proponer el lugar estás eligiendo el territorio que es muy importante.
EN EL TERRENO DE JUEGO
La primera regla en una negociación es arrancar pidiendo lo más alto lo más alto que puedas, sin caer en el abuso. Muchos expertos le llaman la regla de oro.
Es importante saber cómo lo pides. Recuerda que al que no pide Dios no lo oye, y los que piden más son los que obtienen más.
Otra forma de autosabotaje es pensar que es inútil pedir porque no te van a dar nada.
La mejor oportunidad
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