Síntesis de carácter y estructura social de Gerth y Mills
Enviado por albix02 • 14 de Octubre de 2019 • Síntesis • 2.575 Palabras (11 Páginas) • 641 Visitas
CARÁCTER Y ESTRUCTURA SOCIAL – GERTH Y MILLS
CAPÍTULO 1: PERSPECTIVAS
En el presente capítulo Mills comienza definiendo cuál es el objetivo de ser un psicólogo social: describir y explicar la conducta y las motivaciones del ser humano en distintas sociedades. Luego puntualiza que, para ello, el psicólogo social se sirve de las explicaciones ofrecidas, por una parte, de la biología; y por otra, de la sociología.
Así pues, en la lectura del texto nos topamos con dos modelos explicativos de la conducta humana, el biológico y el sociológico.
Modelo biológico
El modelo biológico muestra interés por lo que ocurre en el organismo del hombre cuando reacciona a cierta experiencia y para explicarlo, reconstruye los acontecimientos internos que se dan en el ser humano.
Algunos de estos acontecimientos internos son denominados como reflejos o condicionamiento de reflejos, que se definen como “reemplazo de estímulo biológico adecuado por otro artificial”. Mills para explicar el concepto utiliza un ejemplo real: el ser humano al ver una luz brillante, sus pupilas se contraen inmediatamente y mecánicamente, porque así está hecho, así está previsto que ocurra. Un término que puede ayudarnos a comprender mejor este concepto es el de instinto, entendiéndolo como formas de conducta biológica fijadas que son innatas al organismo, son causa de una actividad, meta de una actividad y suponen la actividad rígida misma.
Es importante señalar que este proceso según Mills no puede generalizarse para explicar toda conducta humana, puesto que, en realidad se limita a intentar explicar pequeñas acciones involuntarias. Además, piensa que una generalización que lo convierta en una explicación absoluta de la conducta humana dejaría sin explicar los problemas específicos que cada tipo de persona presenta.
Como vemos, los reflejos tienen sus limitaciones para dar con una explicación apropiada sobre la conducta humana: no sirve como explicación lógica ni se puede considerar como causa de la conducta. Y a pesar de que – dice Mills - pueda argumentarse que, como el instinto es innato y abarca el conocimiento de la meta de la actividad, las metas por lo tanto son innatas; esto no es cierto porque, aunque los seres humanos somos similares fisiológicamente nuestras pautas de conducta y los fines son diferentes en distintas sociedades. De hecho, en 30000 años seguimos manteniendo la misma fisiología, pero en 6000 nuestra cultura, carácter, conducta, técnica, todo lo cultural, ha cambiado. Y esto no puede explicarse únicamente a través de lo orgánico.
Para entender los cambios de la conducta del hombre Mills nos dice que hay que ir más allá. Los cambios mecánicos en la conducta no son todo lo que es el hombre, aunque bien es cierto que el hombre está limitado por el tipo de estructura animal que tiene (no puede volar, por ejemplo), entre la misma especie existen ricas diversidades de conducta. Es en este momento cuando surge la necesidad de recurrir a la sociología.
Modelo sociológico
En el anterior apartado llegamos a la conclusión de que los objetos y metas de la conducta no son dados biológicamente, sino que derivan del ambiente en el que el hombre se sitúa. Y además, que el hombre como especie e individuo es considerado como un organismo cuya acción esta estructuralmente limitada por ciertas respuestas mecánicas; pero que no toda conducta puede ser explicada mediante estas respuestas mecánicas e inmediatas.
Con la perspectiva sociológica vemos al hombre como una persona que actúa con otras, ya que, de esta manera podemos examinar los patrones de conducta que establece los hombres en sociedad y valernos de las experiencias directas que tienen las personas de las otras y de sí mismas para explicar la conducta humana. Es decir, los sociólogos basan su modelo de explicación de la conducta humana en las situaciones interpersonales y en las estructuras sociales dentro de las cuales viven las personas.
Primero debemos definir lo que entendemos por conducta social, éstas son las acciones de una persona orientada hacia otra. De hecho - dice Mills-, la mayoría de las acciones del ser humano son así, es decir, interpersonales.
El concepto de rol es muy importante para comprender el desarrollo de las situaciones interpersonales. Entendemos por rol unidades de conducta que, por su recurrencia, resaltan como regularidades, y que están orientadas hacia la conducta de otros actores, los cuales tienen unas expectativas sobre nosotros y a su vez también desempeñan un rol. Los roles se mantienen por la expectativa, la aprobación y desaprobación recíproca.
Los roles están limitados por el tipo de instituciones sociales en las cuales nace el ser humano y en las que madura, es decir, las funciones psicológicas del ser humano están modeladas por la configuración de roles que incorpora su sociedad. La concepción del hombre de sí mismo está influido por lo que los otros piensan sobre él, puesto que la opinión de los demás le guía a aprender y desempeñar los roles que le están asignados. Es decir, como seres humanos internalizamos las actitudes de los otros hacia nosotros mismos y conseguimos nuevos roles y una imagen de nosotros mismos.
El mecanismo por el cual el ser humano internaliza los roles y las actitudes de los otros es el lenguaje, gracias a él una persona puede desempeñar numerosos roles diferentes y cada uno puede ser un segmento de las diferentes instituciones y situaciones interpersonales en las que se mueve. Los roles permitidos dependen del contexto social en el que el ser humano se mueva y están vinculados a los cambios psicológicos internos del hombre y los controles institucionales de una sociedad.
Según Mills, la institución es una organización de roles, uno o más de las cuales se ve con la función de mantener el conjunto total de roles. Ello implica que haya diferentes grados de autoridad, existe pues, un rol principal de jefe cuya función es garantía del mantenimiento de la cohesión grupal, en él están focalizadas las actitudes finales, aquellas que debemos seguir frente a las que deseamos; podemos decir que cumple un papel de autocontrol.
Mills enfatiza la manera que se tiene de entender al hombre desde la perspectiva sociológica; una creación histórico social, lo que quiere decir que para comprender la conducta y la experiencia humana debemos reconstruir las estructuras históricas en las cuales los hombres desempeñan roles. Unas regularidades de conducta basadas en la búsqueda de regularidades históricas de las estructuras sociales antes que en elementos biológicos supuestamente innatos.
CAPÍTULO 2: CARÁCTER Y ESTRUCTURA SOCIAL
Como hemos visto en el primer capítulo, existen dos formas de explicar la conducta humana y la naturaleza, la perspectiva biológica se guía por la noción de organismo y el condicionamiento de reflejos y el instinto como mecanismos explicativos de la acción humana; mientras que la perspectiva sociológica parte de la noción de persona que utiliza a los roles y a las instituciones como mecanismo explicativo de la acción humana. Ambos según Mills, deben comprenderse y usarse en cualquier concepción que se haga sobre el individuo.
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