Sócrates.
Enviado por Fanyluchis • 6 de Octubre de 2012 • Informe • 1.141 Palabras (5 Páginas) • 406 Visitas
Equécrates pide a Fedón que le cuente como fue el último día de la vida de Sócrates, y éste accede a hacerlo.
Comienza diciendo que se encontraban allí Sócrates, Apolodoro, Critobulo, Hermógenes, Antístenes, Ctesipo, Simmias, Cebes, Fedondas, Euclides, Terpsión y el propio Fedón.
Sócrates dice que el placer y el dolor están muy unidos, aunque no se dan a la vez nunca, sino que uno le sigue al otro (como si fueran dos seres ligados a una única cabeza).
Ante la inminente muerte de Sócrates, Cebes dice que los sensatos son quienes deben sentir enojo por morir, y los insensatos alegría. Simmias le apoya en esta afirmación. Sócrates combatirá este argumento.
Comienza diciendo que hay algo después de la muerte y que es mejor para los buenos que para los malos. Además dice que el que se dedica a la filosofía, se dedica al morir y al estar muerto (en el sentido de que la muerte es la separación del cuerpo y el alma, y el filósofo se dedica a separar su alma de su cuerpo). Cree falsos los datos que dan los sentidos, solo el pensamiento lleva a la verdad. Para hallar la verdad el alma ha de separarse del cuerpo o alejarse de él, y esto se da del todo en la muerte (solo en la muerte se alcanzará la sabiduría). Los que filosofan se ejercitan en morir, y por ello la muerte les parece menos temerosa.
Luego, Cebes pregunta a Sócrates por la inmortalidad del alma. Sócrates propone como válida la reencarnación, viendo para ello necesario el demostrar que los vivos tienen como origen los muertos.
Sócrates dice que hay que considerar que todos los seres que tienen un contrario no tengan en absoluto otro origen que su contrario. Acuerda esto con Cebes. Luego dice que es necesario que el morir tenga un contrario: el revivir. El revivir es una generación que va de los muertos a los vivos.
Luego Cebes pasa a preguntar si el alma es algo inmortal o no. Parece que sí porque la gente tiene conceptos importantes ya en la mente. Por tanto la instrucción es recordar. Sócrates también es de esta opinión. Pero Simmias la pone en duda.
Sócrates le propone a Simmias para empezar la argumentación que acepten que si alguien recuerda algo, para ello tiene que haberlo sabido antes. Simmias lo acepta. Luego dice que el recuerdo se produce a partir de cosas semejantes o cosas diferentes. Simmias acepta esto también. Sócrates afirma que existe lo igual en sí, pero no es lo mismo que las cosas iguales. Pero al ver las cosas iguales pensamos en lo igual en sí. Es necesario que este proceso haya sido un recuerdo. Las cosas iguales se asemejan a lo igual en sí, pero no llegan a ser eso. Es necesario que hayamos conocido previamente lo igual en sí, antes de pensar que las cosas tienden a ser como lo igual en sí, pero les falta algo. Pero esto no lo hemos pensado por otra cosa que no sea la percepción. Todas las cosas iguales aspiran a ser lo igual en sí, pero no lo son. Luego teníamos que haber adquirido el conocimiento de lo que es igual en sí antes de tener percepciones, y al nacer ya teníamos percepciones, por ello debemos haberlo adquirido antes de nacer. Antes de nacer conocíamos lo que “es en sí”. Si tras haberlo adquirido lo perdemos al nacer,
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