TEXTO REFLEXIVO SOBRE EL ELOGIO DE LA DIFICULTAD

TEXTO REFLEXIVO SOBRE EL ELOGIO DE LA DIFICULTAD

En este texto el autor nos quiere hablar sobre como el ser humano busca constantemente una felicidad inexistente creada por algo que no conocemos. Habla de cómo imaginamos la felicidad; en la que no tenemos que luchar por conseguir lo que queremos, sino que al contrario todo lo tenemos a la mano y no tenemos que aplicar ni el más mínimo esfuerzo. Dice que este ideal de felicidad se convierte en “una eternidad de aburrición”.

Como dice el título del texto, es un elogio la dificultad, ya que, si todo fuera fácil y no necesitáramos nada, la existencia sería una eterna aburrición y realmente nuestras vidas dejarían de tener sentido. Dejarían de existir los años y los meses y el tiempo se convertiría en un mismo día que nunca tiene fin. Ya que la base fundamental de la vida, o lo que nos hace sentir vivos, son los miedos, el dolor, la angustia, el sufrimiento… que, si en algún momento dejáramos de sentir alguno de ellos, seria prueba irrefutable de la inexistencia, pues un muerto no tiene miedo, no siente dolor, no se angustia y no sufre por nada.

Cuando tratamos de someter este ideal de felicidad en nuestra realidad como dice el autor, entramos en una capsula que nos separa de otras realidades y creemos que la nuestra es la única verdadera. Al hacer eso, creemos ser el sol en el sistema solar pensando que quienes no comparten nuestro ideal, simplemente están en nuestra contra y su ideal es erróneo e irreal, sin ni siquiera permitir que expongan su punto de vista.

En el texto se evidencia como estamos en una sociedad en la que el facilismo y el poco interés por lo desconocido nos han acostumbrado a sentir “un amor por lo propio y un odio por lo extraño”. Vivimos en una sociedad que cada vez más se deja influenciar por las ideas que quieran implantar las clases altas en nosotros, sin preguntarnos el porqué de esas ideas, viendo al que piensa u opina diferente como alguien malvado. Todo esto lo hacemos porque no queremos matarnos la cabeza pensando en tomar decisiones difíciles ni investigar algo muy complejo, y es allí donde cometemos el error de permitir que otro lo haga por nosotros.

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