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Teorias Evolucionistas


Enviado por   •  10 de Agosto de 2014  •  1.640 Palabras (7 Páginas)  •  361 Visitas

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Teoría del transformismo o evolución

se trata de la teoría del transformismo o evolución de Teilhard de Chardin . Según este paleontólogo, que pasa elegantemente por encima de las innegables lagunas del sistema evolucionista aprovechándose en gran medida del clima creado por la prematura publicación de "pruebas" bastantes dudosas, el hombre no es más que un estadio pasajero en el curso de una evolución que se inicia con los animálculos unicelulares para desembocar en una especie de entidad cósmica global asociada a Dios. La pasión mental de querer referirlo todo a una sola línea evolutiva interrumpida pierde aquí casi totalmente el contacto con la realidad para lanzarse de cabeza a una fantasmagoría abstracta, cuyo trabajo febril con cifras y esquemas pretende ofrecer una ilusión de objetividad. Una característica de este teórico es que expresa cualquier relación circunstancial de hechos científicos con esquemas gráficamente simplificados, operando como si se tratase no de instrumentos conceptuales, sino de realidades concretas. Así, amplía, por ejemplo, el árbol genealógico de las especies sin darse cuenta de que su unidad orgánica no es más que una suerte de ilusión óptica, y en realidad se trata de una variedad de elementos inconexos; él diseña sus ramas como si se tratara de una verdadera planta y construye la punta en la dirección en la que se movería la especie humana. En base al mismo razonamiento impreciso que mezcla lo concreto con lo abstracto y confunde con impaciencia las diferenciaciones entre lo que es y lo que se supone que es, asocia entre sí las más diversas categorías de realidad, como las leyes humanas, las fuerzas biológicas, las tendencias psíquicas y los valores espirituales, en una profusión única de conceptos pseudo científicos.

Un ejemplo típico es la siguiente cita: "Lo que explica la evolución biológica causada por la aparición del Nombre es una explosión de conciencia; y lo que a su vez explica esta explosión de conciencia no es sino la irrupción de un rayo privilegiado de "corpusculización", es decir, de un filo zoológico en la superficie hasta aquel momento impermeable que separa la zona del Psiquismo directo de la del Psiquismo reflejo. Cuando, siguiendo este rayo particular, la Vida alcanza un punto crítico de ordenación (o, como decimos nosotros, un punto crítico de enroscamiento), se hipercentra en sí misma, adquiere la facultad de prever y de inventar...”. La "corpusculización", que en el mejor de los casos representa un proceso psíquico, implicaría la singular consecuencia de que un "filo zoológico", que no es otra cosa que la representación gráfica esquematizada de un proceso genético, irrumpiría a través de la superficie puramente teórica) que separa dos diferentes zonas psíquicas, y, en razón de este hecho, la vida, que no es sino algo corpóreo, se enroscaría sobre sí misma para engendrar así, mediante esta singular convulsión abstracto-mecánica, las facultades espirituales de previsión e invención... Pero no hay que extrañarse de esta incapacidad de discriminación típica del pensamiento de Teilhard, dado que, según su propia teoría, el espíritu no es más que una fase avanzada de la transformación de la materia.

Teilhard hace derivar siempre la cualidad de un aumento de la cantidad; el aumento creciente de la vegetación en todo el globo terrestre habría generado, con la presión de su masa, la vida animal; y cuando, en un futuro, la humanidad tecnificada haya ocupado el último pedacito de tierra, la evolución general cerebral promovida por la presión de esa masa lanzaría a la noosfera una especie de molusco colectivo con facultades espirituales superiores...

Sin alargarnos sobre la singular teología de este autor, para quien Dios se desarrolla al mismo tiempo que la materia, y sin pararnos en la embarazosa pregunta sobre qué debía pensar de los profetas y sabios de la antigüedad y del resto de seres "subdesarrollados", comprobamos lo siguiente: si es cierto que, tanto en un sentido físico como espiritual, el hombre no es más que una fase de la evolución que se extiende de la ameba al superhombre, ¿cómo puede él mismo saber objetivamente dónde se halla situado? Supongamos que tal evolución forma una curva, una espiral: ¿puede el hombre, que no es más que un fragmento (sin olvidar que el "fragmento" de un movimiento no representa en sí mismo más que una fase del mismo movimiento), salir de ese proceso y decirse: (¿Yo no soy más que el fragmento de una espiral que se enrosca en una dirección determinada"? En otras palabras, ¿cómo puede el hombre, si todo en él y en tomo suyo, incluso su espíritu, cuya esencia es el mismo Dios, "fluctúa" constantemente, enunciar alguna cosa verdadera, válida y general sobre sí mismo y el mundo? Teilhard de Chardin, ese representante de la presente fase evolutiva de la humanidad, cree poder hacerlo: ¿sobre qué base? Es cierto que el hombre puede conocer su propia condición y rango entre los seres vivos; por otra parte, es capaz de ello precisamente porque, lejos de ser una simple fase dentro de un desarrollo indefinido, representa esencialmente una posibilidad central y, por lo tanto, irremplazable y definitiva. Si la especie humana estuviera destinada a evolucionar hacia una forma distinta, más perfecta y

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