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Trabajo de análisis: "Antigona" De Sófocles


Enviado por   •  26 de Abril de 2012  •  Reseña  •  1.647 Palabras (7 Páginas)  •  947 Visitas

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Trabajo de análisis:

ANTÍGONA

De: Sófocles

Antígona cuenta la historia de la hija del rey Edipo de Tebas después de la muerte de sus hermanos Eteocles y Polínices. Éstos se enfrentaron por el reino que dejó su padre al morir (tras enterarse de la verdad acerca de su propio pasado) y murieron en la batalla. Creonte, el nuevo rey, decreta que el cuerpo de Polínices no recibirá sepultura por ser considerado traidor a Tebas, y Antígona decide ir contra la ley y enterrar a su hermano para que los dioses del Hades no se apoderen de su alma.

Apreciamos entonces que la figura de Antígona es sumamente transgresora. Este personaje se define por ir más allá de la ley del tirano para hacer lo que le dicta el corazón. Representa el amor filial, capaz de sacrificar la vida por honrar al hermano fallecido, y el choque del mandato de los dioses (enterrar al muerto) con el decreto real (dejar que lo devoren las bestias). Antígona se decide por la única opción que le parece correcta: con valentía, se escabulle y burla la ley absurda que promulgó Creonte. Ella no es como el resto de gente de Tebas, que no se atreve a cuestionar los mandatos del tirano y se queda callada. Antígona toma las riendas del caso y sigue a sus impulsos de amor y de respeto a las leyes divinas; ella sabe que está haciendo lo correcto y que luego será Creonte quien se arrepentirá.

Como contraparte de Antígona tenemos a su hermana Ismene, quien siente el mismo dolor y humillación por la afrenta a su hermano, pero decide quedarse con los brazos cruzados y acatar la ley. Antígona se lo reprocha pero Ismene le responde: “Mujeres somos, ¿podremos oponernos a los hombres? Súbditas somos, tenemos que acatar estas leyes, como que las imponen los más fuertes... ¡Soy impotente para desacatar la ley de la ciudad!”. En cambio Antígona le explica que no le importa tanto su propia vida o su futuro como el alma de su hermano: “Más largo tiempo tengo que complacer a los muertos, antes que a los vivos, como que con ellos habré de reposar en el más allá”. Ella misma le dice a Creonte, sin ningún asomo de arrepentimiento ante su próxima muerte: “Morir, morir ahora no me será tormento. Tormento hubiera sido dejar el cuerpo de mi hermano, un hijo de mi misma madre, allí tendido al aire, sin sepulcro. Eso sí sería mi tortura; nada de lo demás me importa”.

Ismene también es un personaje apasionante, pues si bien al principio se niega a faltarle el respeto a la ley, luego le pide a Antígona compartir el castigo, pues termina dándose cuenta de que en realidad ella tenía la razón. Ismene tiene un perfil bajo en esta obra pero es un personaje muy acabado, a pesar de la connotación negativa que tiene su actitud en la obra podemos verla como una persona sensata: después de todo, ella no quiere más muertes en su familia. Ella retrata a Antígona con una frase perfecta: “eres una loca, pero sabes amar a los que te aman”.

Antígona es un personaje muy complejo, fuerte, vital. Ya conocemos su trayectoria de vida y sabemos que, a pesar de su corta edad, ha sufrido mucho y ha aprendido a golpes. Por eso es capaz de tomar decisiones que deciden el curso de su vida. Ya comprometida con Hemón, deja todo atrás por honrar a su hermano, pues no ve otra opción posible. Si no entierra a Polínices, no podrá vivir con esa falta en su conciencia. Y el mismo autor se pone de su lado: en realidad Sófocles logra enternecernos con los argumentos que expone Antígona ante Creonte: “No nací para compartir el odio, sino el amor”. Sófocles retrata conmovedoramente sus momentos de soledad y desesperación ante la proximidad de la muerte, el dolor de sentirse desamparada, sin amigos y sin el apoyo de los dioses a pesar de haber hecho lo que creía correcto.

Antígona representa la revolución, la dignidad, el coraje de actuar según los propios valores; Creonte, por otro lado, simboliza el Estado, el orden, las reglas, que muchas veces llegan a extremos absurdos que los súbitos deben acatar debido al miedo (no olvidemos que el Estado monopoliza la violencia legal).

Creonte tiene de su lado al Coro, que en este caso representa a los ancianos del pueblo. Estos personajes le dan la razón al rey cuando éste toma sus atrevidas decisiones. “A ti el poder te toca, lo que dispongas será recto. Igual con vivos que con muertos”, le dicen para validar su conducta. Sin embargo presienten que algo empieza a andar mal: al enterarse del entierro improvisado de Polínices, dicen: “Oh rey, ha rato que en tal asunto andan de por medio los dioses.”. Finalmente le recomiendan enmendar sus errores pues la ira de los dioses será fatal. Durante toda la obra el coro tendrá la función acostumbrada de ubicar al

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