Transhumanismo ¿Mejora o fin de la especie humana?

TRANSHUMANISMO ¿MEJORA O FIN DE LA ESPECIE HUMANA?

“Un mundo posthumano donde las personas vivirán indefinidamente y la muerte será accidental u optativa, ya que las grandes enfermedades quedarán erradicadas, habremos desactivado los mecanismos del envejecimiento y tendremos en nuestras manos los de la felicidad. Controlaremos a nuestro gusto nuestro genoma y lo mejoraremos, se podrá “subir” nuestra conciencia entera a un ordenador donde se encarnará y sobrevivirá nuestro yo. Hibridaremos nuestro cuerpo con todo tipo de dispositivos que aumentarán nuestras capacidades, y viviremos entre robots y éstos asumirán un papel social predominante. Emigraremos a planetas lejanos para huir de una Tierra superpoblada.”

He de admitir que cuando leí este texto en un artículo un gran escalofrío recorrió mi cuerpo. Realmente me recordó a aquellas películas de ciencia ficción cuyas historias no se acercan lo más mínimo a la realidad. Pero tras indagar acerca de como sería ese “mundo posthumano” me di cuenta de que verdaderamente está siendo desarrollado a día de hoy; desde vacunas contra multitud de enfermedades, hasta el uso de marcapasos para controlar el ritmo cardiaco. Aquellas obras que resultaban inimaginables y fantásticas estaban no demasiado lejos, y de manera casi inevitable, de acabar diciendo: “basado en hechos reales”.

Al enfrentarme a la cuestión considero algo imprescindible el repensar lo que significa ser persona, además de cuestionar dónde se encuentra el verdadero valor del ser humano, sus derechos naturales y su dignidad. Puede resultar difícil posicionarse a favor o en contra del transhumanismo, pues a pesar de que es innegable que este podría traer beneficios y mejorar las vidas de muchos a gran escala, yo me pregunto ¿a quién beneficiaría realmente? ¿las vidas de quiénes serían mejoradas?

Personalmente, y por diversas razones, me encuentro en una posición muy cercana a lo que podríamos referirnos como bioconservacionismo. Desde un principio, el concepto de la inmortalidad me suena un tanto absurdo, pues no creo que tenga sentido alguno considerar ser vivo, y mucho menos considerarlo un hombre, a un ser que tenga la capacidad de no morir. Es decir, ¿realmente un ente que tenga la posibilidad de vivir indefinidamente, o morir cuando le plazca, es digno de ser denominado ser vivo?

Desde mi punto de vista, y refiriéndome a la vida como el tiempo que transcurre desde el nacimiento de un ser hasta su muerte, no lo creo; todo ser humano debe tener un principio y un fin, debido a que está dentro de su naturaleza intrínseca.

Además, como ya sabemos, ante dicha inmortalidad nos vemos obligados a, en caso de querer acabar con nuestra vida, llevar a cabo un suicidio o ser asesinados por muy mal que suene. El transcurso natural de nuestra existencia se nos sería arrebatado de manera inmoral, ¿pues acaso morir asesinado es más digno que morir de enfermedad?

A mi parecer, tener tal capacidad de elección sobre nuestra vida diluye la frontera entre una supuesta libertad, y el tomar la existencia del ser humano como algo que puede ser modificado a nuestro capricho.

Este excesivo poder que se le sería otorgado al hombre es algo inhumano, y crearía seres egoístas y sin duda una sociedad poco humilde y solidaria. Basándome en las palabras del famoso bioconservador Francis Fukuyama, creo que estas decisiones individuales que nos permitirían alargar nuestra existencia cuanto nos plazca, podría dar lugar a consecuencias drásticas sobre toda la sociedad al encontrarnos en un mundo superpoblado y con recursos limitados.

Adicionalmente, si de verdad se llegarán a cumplir las palabras de diversos gurús del transhumanismo como el fundador de la Singularity University, Luis Cordeiro, y se produjera esa emigración a diferentes planetas debido a la población desmesurada en la Tierra, se generaría un ciclo sin fin de destrucción y agotamiento de recursos. Algo realmente egoísta y extremadamente inmoral, derivado únicamente de ese anhelo de poder y dominación excesivos, los cuales no serían propios del ser humano.

A continuación, me gustaría enfocarme en una parte muy importante en cuanto al transhumanismo, en este caso el incremento de la felicidad, eliminando las emociones y estados de ánimo que nos hacen infelices, mediante la modificación genética.

Es indudable que uno de los principales objetivos del ser humano es alcanzar la felicidad. Sin embargo, no creo que sea propio del hombre encontrarse en un estado de felicidad permanente, pues considero que intentar conseguir el equilibrio entre la alegría y la frustración, el deseo y la queja, la felicidad y el dolor, etc., es parte de la naturaleza humana. El ser capaz de tomar decisiones razonables teniendo en cuenta si estas pueden afectar de manera negativa a cualquier otro ser vivo. Un claro ejemplo sería la situación de algunas personas vegetarianas o veganas, pues muchas de ellas basan su reducción o eliminación del consumo de carne en la tristeza que les produce el arrebatarle la vida a un animal para su propio disfrute; es decir, esa misma tristeza es la que hace que la persona se comporte de manera ética y actúe de forma justa.

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