Transtornos Y Enfermedades Nutricionales
Enviado por adrianavite • 8 de Junio de 2015 • 3.078 Palabras (13 Páginas) • 264 Visitas
Trastornos y enfermedades nutricionales.
Como se observó anteriormente, la salud de un individuo requiere obligatoriamente tener una dieta sana, diversa y equilibrada. Cuando este objetivo no se cumple, se producen una serie de trastornos nutricionales que afectan el metabolismo y la vida social del individuo. Estas enfermedades pueden tener orígenes funcionales (por un mal desempeño de los órganos), culturales (por un patrón de consumo inadecuado), sociales (por el ritmo de vida, problemas emocionales o psicológicos, que terminan afectando a la alimentación), económicos (por la incapacidad de conseguir alimentos adecuados), etc. A continuación veremos las principales enfermedades nutricionales, sus causas, sus efectos y sus síntomas.
La anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa (AN) es un trastorno alimentario que se caracteriza por la privación consciente del comer y por la pérdida excesiva de peso. La persona anoréxica tiene un fuerte temor a engordar, y se ve a sí misma de forma distorsionada: aún cuando su cuerpo esté muy delgado, lo nota con sobrepeso. A menudo experimenta estados de ansiedad y fobia, y el trastorno obsesivo- compulsivo (que consiste en tener pensamientos o ideas persistentes creando obsesiones; éstas forman actos compulsivos, por ej: hacer acciones repetitivas, limpiar excesivamente, cortar la comida en trozos pequeños, etc. El enfermo hace todo de forma consciente). También se observa depresión, mal humor, irritabilidad, abandono de las actividades placenteras y un gran retraimiento social y una menor comunicación con los amigos y la familia, lo que lleva a conflictos que acentúan el padecimiento. El enfermo utiliza en forma exagerada productos diet y light. La AN generalmente ocurre en la adolescencia o a comienzos de la edad adulta y es más común en las mujeres. El trastorno alimentario se observa principalmente en personas de alto rendimiento académico y que tienen familia o personalidad orientada hacia el logro de metas. Los síntomas físicos de la AN son los siguientes:
bajo peso
amenorrea (falta de menstruación)
fatiga
hipotensión (baja presión)
intolerancia al frío
lanugo (pelo blanco y fino)
caída del cabello
cansancio
constipación
alteraciones cardíacas
piel seca
uñas frágiles
edemas y osteoporosis ( no en todos los casos)
La causa exacta de la anorexia nerviosa no es conocida pero las investigaciones sugieren que una combinación de ciertos rasgos de la personalidad, patrones emocionales y de pensamientos, así como factores biológicos, sociales, culturales y ambientales podrían ser los responsables.
Las personas con anorexia nerviosa, con frecuencia, usan la comida como una manera de ganar un sentido de control cuando otras áreas de sus vidas están bajo mucho estrés o cuando se sienten abrumados. Los sentimientos de incompetencia, baja autoestima, ansiedad, rabia o soledad también podrían contribuir al desarrollo de este desorden. Adicionalmente, las personas con desórdenes alimenticios podrían tener relaciones problemáticas o tener una historia de haber sufrido burlas respecto a su tamaño o peso. La presión de los amigos y una sociedad que identifica la esbeltez y la apariencia física con la belleza también puede tener un impacto en el desarrollo de la anorexia nerviosa.
Los desórdenes alimenticios también podrían tener causas físicas. Los cambios en las hormonas que controlan la manera como el cuerpo y la mente mantienen el humor, el apetito, los pensamientos y la memoria, podrían fomentar los desórdenes alimenticios. El hecho que la anorexia nerviosa tienda a correr en las familias también sugiere que la susceptibilidad a este desorden podría ser heredada.
El tratamiento de la anorexia nerviosa es un desafío porque la mayoría de las personas que padecen este desorden niegan tener un problema. Las metas del tratamiento incluyen devolverle a la persona un peso saludable, tratar problemas emocionales tales como la baja autoestima, corregir patrones de pensamiento distorsionados y desarrollar cambios de conducta a largo plazo. La terapia se basa en una combinación de tres enfoques:
enfoque médico: evaluación del estado clínico, detección de complicaciones físicas e indicación de la medicación.
Enfoque nutricional: establecer un plan alimentario saludable, apuntando al objetivo de recuperar peso e incorporar al paciente al plan alimentario familiar.
Enfoque psicológico: se trabaja para superar las falsas creencias, corregir la distorsión de la imagen corporal, aumentar la autoestima y mejorar la conducta social.
Si la AN no es tratada a tiempo, puede haber consecuencias muy graves, a saber:
órganos dañados, especialmente el corazón, el cerebro y los riñones.
disminución del tamaño cardíaco
insuficiencia cardíaca
esterilidad
déficit de hormonas tiroides
desregulación de la producción de insulina
cabello fino y quebradizo
déficit de plaquetas
déficit de leucocitos
desnutrición severa
osteoporosis
suicidio
muerte por inanición
La bulimia
La bulimia es un trastorno alimentario que se caracteriza por la aparición súbita de atracones (cuando se come en poco tiempo mucha comida de forma compulsiva) seguidos de un sentimiento de culpa por parte del enfermo, que lo lleva a realizar actos compensatorios inapropiados para evitar subir de peso. Las personas que padecen bulimia son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a comer, pero el sentimiento de vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a ayunar, usar purgativos y provocarse vómitos para prevenir el aumento de peso.
La mayoría de los bulímicos tienen un peso dentro de la normalidad, si bien algunos pueden estar por encima o por debajo, por lo tanto es muy difícil detectar el padecimiento. Tienen una visión distorsionada de sí mismos y temen engordar. El enfermo de bulimia siempre se ve gordo, aun cuando su peso es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer. Los síntomas de la bulimia son los siguientes:
episodios de sobrealimentación en los que se consumen grandes cantidades de comida en corto período de tiempo.
autoinducción del vómito, utilización de laxantes, diuréticos o fármacos, práctica abusiva de actividades deportivas.
baja autoestima y distorsión de la imagen corporal.
miedo excesivo a la obesidad.
depresión, ansiedad, aislamiento.
deshidratación
caries
bruscos cambios de peso
perforación esofágica
roturas gástricas
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