Un acercamiento de Rousseau a la sociedad colombiana.
Enviado por AnaC1 • 29 de Octubre de 2013 • Tesis • 3.629 Palabras (15 Páginas) • 309 Visitas
Universidad del Valle
Departamento de Filosofía
Curso: Filosofía Social
Taller No. 1
Santiago Veira
Faber Tenorio
Ana María Salazar
Un acercamiento de Rousseau a la sociedad colombiana
El contrato social como supuesto ideológico ha sido utilizado en el campo de la filosofía política por pensadores tales como: Thomas Hobbes, John Locke y Jean Jacques Rousseau. Este contrato busca dar cuenta de cómo un gobierno debe legislar y dar orden de forma legítima a sus subordinados para la búsqueda del bien común. La legitimidad de este convenio encuentra su fundamento en el total consentimiento por parte de los gobernados y aceptación dee leyes previamente deliberadas e implantadas.
A diferencia del estado natural planteado por Hobbes definido por la guerra constante, el supuesto estado de naturaleza expuesto por Rousseau tiene como figura al buen salvaje. Esta figura actúa dentro del estado natural regido por su instinto e interés particular, sin tener contacto con otros individuos asiduamente. En dicho estado el hombre hace lo que le plazca y se ve movido por sus impulsos hacia lo que necesita; la apropiación de bienes para su uso genera discordia con los demás y violencia lo que impide la sostenibilidad de este estado de naturaleza.
Según Rousseau, el contrato social surge de la necesidad de un grupo de individuos por salir del estado de naturaleza, cuando éste resulta insostenible debido a la violencia generada por la imposición de la propiedad privada. Esta apropiación deliberada de bienes fomenta la violencia entre semejantes, y se origina una desigualdad entre individuo e individuo, que desemboca en la misma dominación de uno sobre otro que se cree dueño de los demás por poseer más recursos.
El contrato social permite una condición igualitaria y alienada de los individuos sujetos a él mediante la regulación de la ley. La voluntad general crea y delibera sobre la misma, pues ella busca el bien común y no de algunos particulares, como sucedía en las monarquías donde la voluntad del rey era la que primaba. En este ejercicio de voluntad que planteaba Rousseau, la razón y la comprensión moral de las situaciones con respecto a las pasiones del individuo deben dejarse de lado, ya que un pueblo no podría dejarse guiar por las pasiones que poseen los hombres y, más bien, debe guiarse por el camino de los deberes y derechos a los que se hace acreedor por estar en un estado civil.
La voluntad general limitará las libertades pero también otorgará aquellas que permitan vivir plenamente y en paz conforme a la ley que todos han deliberado y que aceptan como justa. La democracia que se ve aquí es participativa, en ella la voluntad general se impondrá sobre cualquier forma de represión de la libertad.
La constitución colombiana obedece de alguna forma a lo que buscaba Rousseau con su contrato social. Esta constitución es una forma de buscar el bien común, el bien de todos los habitantes de este país, pues en ella se pueden ver los derechos y los deberes que cada persona tiene y que debe seguir, todo esto conforme a lo que se busca con el contrato social, conservar la paz. La paz permitirá el libre ejercicio político, donde todos podrán participar para razonar las leyes y ver si son viables para cada uno y que no solo beneficien a particulares.
El contrato que hay en Colombia se ha visto rezagado a aspectos meramente formales, donde solo se sabe que hay algo que debe regirnos porque está en un libro. Esto se debe a la poca participación política de los que vivimos en este país. Todos los días se ve como dentro de este contrato que nosotros llamamos constitución, se encuentran derechos y deberes sin cumplir debido a que la comunidad solamente ve pasar estas situaciones haciendo caso omiso a ellas, para solo reaccionar cuando se ven directamente implicados.
La voluntad general tampoco se ve reflejada en nuestro gobierno, pues se ve solo la voluntad de unos particulares, que se encuentran legitimados por la elección democrática que se da por medio del voto popular. Pero estos hombres en últimas solo representan algunos sectores o familias que buscan su propio beneficio. El hombre colombiano que no posee los recursos suficientes para vivir él y su familia, se ve atraído por estos hombres que buscan solo hacerse del poder para su propio beneficio y el de sus allegados, vendiendo su libertad de escoger correctamente para elegir a este hombre a cambio de suplir las necesidades que lo consumen sin deliberación adecuada alguna.
El contrato social busca hacernos iguales a todos frente a la ley, lo que de igual manera busca también la constitución colombiana, pero en algunos momentos de la historia de este país se ha visto que los que poseen un poder excesivo, gracias a su gran capital, se ven más beneficiados y más acogidos por ella, mientras se deja olvidado a los hombres normales que sobreviven con el mínimo de ganancia por su trabajo y se ven enfrentados a todo el peso de la ley que los ricos han evadido toda su vida.
La paz que se busca en un estado civil es muy difícil de lograr cuando la brecha de clases sociales es cada vez más grande, donde lo ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez los son mas. Estos últimos al verse con tantas necesidades y que además la educación que tienen no les ha servido para nada se ven obligados a tomar las vías de hecho para poder sobrevivir, como a sucede con violencia de pandillas o la misma guerrilla.
La figura de la constitución y la del contrato social son buenas formas de idear un país o un Estado que sea benéfico para los hombres y para que todos vivan en paz, pero en las sociedades actuales donde al sistema político solo le importa el provecho de los que puedan acceder al mercado y comprar deja de lado a las personas que no pueden, individualizando el pensamiento y haciendo que todos busquen su propio beneficio sin importar los demás.
Por otra parte, es importante rescatar la dedicación que pone Rousseau a la concepción de religión civil y su función dentro del contrato social en el libro IV, específicamente el Capítulo VIII de su obra, este capítulo muestra la relación que tiene desde los orígenes del gobierno civil con la religión, como también una crítica a lo que sería una sociedad donde todo hombre fuera un verdadero y devoto cristiano. Para el pensador francés, una comunidad con esta característica carece de apego y amor por su soberanía al poner por encima algo que está más allá de cualquier legislación, el reino de los cielos. Esta elección cristiana haría servil y dócil a un pueblo y transformaría a sus hombres en seres que no se
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