Usted puede ser feliz -Albert Eliz

Diariamente nos bombardean por medio de la televisión, radio, redes sociales y entre otros medios sobre superación personal donde venden producto que dicen nos harán sentir feliz, que gracias a él nos sentiremos bien, usando como slogan “Si compra mi producto usted será feliz” y si, las personas caen este error de creerlo y comprar este articulo; o bien cuantos libros de autoayuda no encontramos en las librerías.

La idea central de la TREC, y las terapias cognitivas en general, es que la fuente principal, aunque no exclusiva, de nuestro malestar emocional son nuestros propios pensamientos. Dicha terapia la inició Albert Ellis en los años cincuenta y forma parte de las terapias cognitivo-conductuales.

Es por eso que viene la importancia de este libro para aprender a identificar y tener plena conciencia de aquellos pensamientos saludables y enfermizos para uno mismo, lo que nos decimos a nosotros mismos, el diálogo interior, es muy importante para nuestro estado mental así como evitar amargarse la vida con cualquier cosa o cualquier situación dándole más importancia de la que conlleva.

De igual manera dejar a un lado, los “debo” como si fuese nuestra obligación cumplir las expectativas que los demás tengas de nosotros o lo que los demás digan que tenemos que cumplir; dejar de lado esas creencias irracionales como se menciona en el libro, hacer a un lado aquellos “debería” rígidos ya que debemos tomar en cuenta que no todo debe de ser lineal, y no porque no se haga algo de forma recta como se piensa que debe de ser, dará como resultado algo catastrófico.

El libro menciona las exigencias dogmáticas (los deberías) que hacen referencia a obligaciones rígidas que nos imponemos a nosotros mismos, a los demás y al mundo. Como consecuencia de estos pensamientos, empezamos con más pensamientos irracionales en cadena como “no lo puedo soportar”, “es insoportable”, “es intolerable”, etc.; dado estos pensamientos, se agravan las emociones negativas como ansiedad, depresión, ira, resentimiento, culpabilidad.

Y junto con estas emociones se damos inicio a otro tanto de pensamientos irracionales como “son un desgraciado por angustiarme”, “no debería angustiarme” y frases de ese estilo, y es estos pensamientos lo que nos llevan a deprimirnos por estar angustiados.

Y así es como nosotros mismo nos envolvemos en tantas cosas y nos perjudicamos solos, todo por no saber llevar una vida emocional sana por así llamarlo, dejando de lado aquel pensamiento irracional.

Otro punto importante es el dejar de pensar tanto en el pasado, centrarse en el aquí y el ahora, como en el pensar en uno mismo, sin anclas que nos mantengan en el ayer, siempre preparados para el presente. Siempre debemos tener presente que nosotros somos quien forjamos nuestro propio destino, siendo así los responsables de lo que hacemos.

Hay que recordar que la fuente principal,

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