Violencia. La tranquilidad no es el camino de paz que se busca

Violencia

La tranquilidad no es el camino de paz que se busca, si alguien encontrara una técnica, sería el entendimiento. La violencia siempre está en nuestra vida, necesitamos saber eso porque, a pesar de las imágenes que trae la palabra, no es mala, no podremos escapar de ella. Se habla del instinto, la naturaleza del ser humano.

Primero que nada, la violencia está definida por la Organización Mundial de la Salud como: “el uso intencional de fuerza o poder físico, amenazado o real, contra uno mismo, contra otra persona o contra un grupo o comunidad, lo que resulta o tiene una alta probabilidad de resultar en lesiones, muerte, daño psicológico, mal desarrollo o privación.” Por esto, hacemos violencia. En cualquier momento cuando se dialoga. Es una expresión de imponer el pensamiento, el intercambio de opiniones e ideas es una forma de violencia, ¿por qué? Orgullo. Las palabras que una persona dice, las ideas, la inteligencia de estas han sido llenadas de estima en cada sonido y en todo movimiento. Se le da un valor a las mismas, se espera que el interlocutor las acepte como la verdad, sobre todo. Usar absolutos no significa estar abierto a ideas novedosas, aunque se diga que está dispuesto, porque usándolos podría estar cerrando la opinión de alguien más, no está dando la opinión, lo toma como la última palabra, la verdad. Destruye el orgullo de la otra persona, eso podría ser violencia.

Aquellos actos son el resultado de una relación de poder, incluyendo amenazas e intimidación, negligencia o actos de omisión. Tanto como la violencia no-física tiene una amplia gama de resultados. Interrumpir no necesariamente resulta en alguna herida o la muerte, sin embargo, posee un gran peso en individuales, familias, comunidades… Cortar las ideas de tajo de alguien más es hacerlo menos, las palabras fluyen en su mente y causa una ruptura, podría causar una discusión irrespetuosa. Una persona está confundida porque usted interrumpió cuando aún quería hablar. Ahí las ideas propias van a su cabeza. Lo mejor que se puede hacer es evitando una discusión, así que no interrumpa a menos que quiera denigrar.

Cuando se habla con gente, no empiece señalando las cosas en las que difieren. “Haga que la otra persona diga ‘sí, sí”. Abstenga a su oponente, si es posible, de decir ‘no’. […] Cuando usted ha dicho ‘no’, todo el orgullo que su personalidad demanda permanece consistente en usted.” Esto es atacar los pensamientos abriendo las puertas de la mente, entonces, puede hacer que la gente piense igual que usted. Cambiar a la gente es algo violento porque es cambiar a un nuevo orden entre su la persona y usted: respeto, afán de la Ley del más fuerte.

“Basado en la idea de la naturaleza humana, científico han acordado que la violencia es inherente en humanos. En la prehistoria, hay evidencia arqueológica de contenciones de violencia y tranquilidad como características primarias.” La vida misma es violenta, por eso no se puede escapar, pero cuando entiende estas cosas, mantenga la calma y haga violencia. Estamos, todo el tiempo, usando violencia, algunas veces la razón es ignorancia o porque estamos conscientes. Como una raza racional, podríamos intentar evadir afectar a otros. Violencia siempre está con nosotros; el orgullo es el soldado en el campo de batalla.

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