Visión Antropológica-ética En Aristóteles
Enviado por repost • 18 de Febrero de 2015 • 511 Palabras (3 Páginas) • 252 Visitas
A lo largo de la historia, el hombre se ha preguntado sobre la razón de lo que le rodea, así vemos cómo los presocráticos sentaban un principio único como causa de lo existente, ya Tales de Mileto señalaba al agua como primer principio , Anaxímenes el aire, y Heráclito el fuego , por mencionar algunos. Sin embargo, algunos otros filósofos añadieron una causa que diera movimiento a la materia, así Anaxágoras proponía una Inteligencia . Otros señalaron una dualidad como, tal es el caso de Empédocles, que no hizo un principio único del principio del movimiento, sino dos principios diferentes y opuestos entre sí, el odio y el amor . No fue hasta la llegada de Sócrates cuando la cuestión gira sobre el hombre.
Platón al igual que los presocráticos busca explicar la causa de lo existente, incluyendo también al hombre. Para este filósofo, la materia es causa de impedimento para el conocimiento, por ser contingente. De igual manera los sentidos son engañosos y producen un conocimiento falto, o doxa. Buscando dar solución al problema del conocimiento en busca de la verdad, Platón propone un fundamento en los entes, algo que los hace ser, dando así origen a la teoría de las ideas en la que propone que todo ente es a causa de una imitación o participación de su modelo perfecto, el cual está en el topus uranus. Así el hombre, al igual que todo lo existente tiene dos constituyentes: materia y esencia.
Aristóteles, haciendo crítica a Platón por separar de la materia la esencia, va más allá proponiendo un fundamento en el ser que constituye no sólo una dualidad separada, sino en un todo unitario, siendo así el ente una sustancia: materia y forma en unidad; cuerpo y alma.
La diferencia específica del hombre vendría a ser “animal-racional”. Siendo así, el hombre tendría su tipo de alma propia, tendría un alma racional. Además de las funciones propias de las almas, la vegetativa y sensitiva, el alma racional está capacitada para ejercer funciones intelectivas. Siendo el alma la forma del hombre, no puede existir más que un alma que ha de realizar tanto las funciones "irracionales" de la nutrición y la sensación, como las funciones racionales, intelectivas, la capacidad de razonar. Las funciones racionales o intelectivas son el conocimiento de la verdad en sí misma (la capacidad del conocimiento científico), y el conocimiento de la verdad con fines prácticos (la capacidad deliberativa).
El hombre tiene como fin teleológico un culminar en la perfección, que se logrará en su comportamiento de acuerdo a lo que es: racional. Sólo así logrará a ser feliz, mediante la virtud, que sería un camino, o si se quiere una “metodología” para llegar a su fin.
Para llevar a cabo la virtud el alma racional tendrá que deliberar sobre los posibles para llevarlo al acto es decir, tendrá que elegir la acción a aplicar entre dos extremos opuestos, optando
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