Zanzan Julio
Enviado por Sofiaelizabeth05 • 25 de Agosto de 2014 • 1.824 Palabras (8 Páginas) • 254 Visitas
I - PROBLEMÁTICA FILOSÓFICA DE ÉTICA Y MORAL
1.1. Conceptos de Ética y Moral
Como había advertido en los lineamientos introductorios (Ética I), los
temas fundamentales clásicos de la ética general no se abordan en estos
documentos, por cuanto se presuponen conocidos por los profesores que tienen
a su cargo la formación docente. Me limito por lo tanto a recordar aquí que es
necesario comenzar por facilitar a los alumnos de formación docente que no lo
hayan adquirido, el conocimiento de los problemas de la ética general, ya sea a
través de algunos textos de los principales filósofos morales clásicos y
contemporáneos, como a través de algún tratado sistemático o de introducción
a la ética filosófica.
En el contexto de los cambios culturales de la sociedad actual, a los que
hemos aludido en Ética I, punto 1, se presentan dentro de este campo de la
educación ética y moral algunos problemas nuevos, que no tienen soluciones
estándar o pacíficas, y frente a los cuales incluso las categorías ya consagradas
de la filosofía clásica antigua y moderna se revelan en parte como inadecuadas.
Estas nuevas situaciones y problemas obligan a ensayar y a proponer también
nuevas categorías y soluciones, las cuales tendrán que ser examinadas o
discutidas y modalizadas en las propias comunidades educativas.
Para poder abordar estas cuestiones específicas necesito introducir ante
todo algunas precisiones con respecto a los propios términos "ética" y "moral".
En el uso común, sobre todo en el discurso público y en el lenguaje de
los políticos, solemos encontrar juntas estas dos palabras: "ética" y "moral",
aunque quienes las usan así probablemente no serían capaces de decirnos con
precisión si significan lo mismo, o se refieren a algo diferente. De todos modos,
quizás para dar mayor énfasis retórico al discurso, parece que suena bien
reforzar al "ética" con la "moral", aún a riesgo de incurrir en un pleonasmo,
como ocurre si nos atenemos al significado etimológico de los términos.
Sin embargo, en e1 lenguaje filosófico contemporáneo se suelen hacer
dos distinciones y dos clases de definiciones diferentes que quiero retomar
ahora.
En un primer sentido se comprende a la moral como algo que pertenece
al mundo vital, o de lo vivido (Lebenswelt) y que está compuesta de
valoraciones, actitudes, normas y costumbres que orientan o regulan el obrar
humano. Se entiende a la ética en cambio como la ciencia, o disciplina filosófica
que desarrolla el análisis del lenguaje moral y ha elaborado diferentes teorías o
maneras de justificar las pretensiones de validez de las proposiciones morales.
Por eso, "coincidiendo con un uso lingüístico no del todo desacostumbrado enfilosofía, se puede usar el término "ética" como sinónimo de "filosofía de lo
moral" (N.Hoerste, Texte zur Ethik). Para explicitar más estos conceptos citamos
a continuación las aclaraciones de R. Maliandi en Ética: conceptos y problemas,
Buenos Aires, 1.994, pp. 43-44 y 49-51.
En la vida social permanentemente "nos encontramos con la
normatividad pura, no cuestionada aún, con la conducta simplemente
ajustada a determinadas normas, y con la manera de juzgar dicha
conducta, cuando ésta se aparta de aquellas normas. ... Casi
insensiblemente se pasa de este nivel 'prereflexivo' a un primer nivel de
reflexión. Se trata aquí de una reflexión elemental, espontánea, que surge
a consecuencia de discrepancias morales. Es el tipo de reflexión que va
adosado a la toma de conciencia de que el otro no juzga exactamente
como yo... La actitud de pedir consejos, por ejemplo, porque, aunque se
conocen las normas, no se sabe cómo aplicarlas a tal situación concreta -o
porque no se sabe cuál norma habría que aplicar ahí-, y, sobre todo, la
actitud de brindar ese consejo solicitado, son actitudes que van
acompañadas necesariamente de un tipo de reflexión que podemos
llamar 'reflexión moral'. Un segundo nivel está constituido por las
reflexiones que es necesario desarrollar cuando no nos conformamos ya
con saber, o con decir qué es lo que se debe hacer, sino que nos
planteamos la pregunta ‘porqué ', y tratamos de responderla. Ahí se toma
conciencia de que la reflexión no sólo es ineludible, sino también de que
hay que desarrollarla racional y sistemáticamente. Ese desarrollo
equivale ya a una 'tematización'. O sea, entramos ya en la 'ética'. La
búsqueda de fundamentos de las normas y la crítica de aquellas normas
que no nos parecen suficientemente fundamentadas son las tareas
características de este segundo nivel que constituye la 'ética normativa’,
como disciplina filosófica.
La reflexión moral, o la moral sin más, como prédica, exhortación o consejo
y también como enjuiciamiento o condena de acciones y costumbres, es
la práctica propia del predicador moral o el 'moralista'. Pero "no tenemos
que pensar necesariamente al moralista como un predicador profesional,
o como alguien dedicado permanentemente a 'moralizar'. Todo ser
humano puede ser moralista, al menos por momentos, cada vez que dice
a los otros lo que deben o lo que no deben hacer. Es obvio que, en
nuestro tiempo, la imagen del moralista está desacreditada, pues suele
vinculársela, o bien a la ingenuidad, o bien a la hipocresía. El
"moralismo", la “moralina", etc. son efectivamente deformaciones que
evocan cierto rigor moral artificial propio, por ejemplo, de la época
victoriana, y referido particularmente a la regulación de las relaciones
sexuales..."
La ética como disciplina filosófica normativa "es la búsqueda de los
fundamentos de las normas y las valoraciones, dicha búsqueda va
indisolublemente asociada a la crítica, es decir, al permanente
cuestionamiento de cada fundamentación... Tanto la fundamentación
como la crítica son tareas filosóficas... El pensamiento positivista, en sus diversas variantes, ha cuestionado siempre el derecho de la ética
normativa a constituirse en saber riguroso. El gran prejuicio positivista consiste
...