¿para qué sirve realmente...la ética?

¿para qué sirve realmente…la ética?

En la sociedad actual, los factores sociales, económicos y políticos atraviesan una crisis; esto generado por la desconfianza generalizada por parte de la ciudadanía hacia el aparato político, pero particularmente hacia los actores políticos. En este sentido, la ética ahora más que nunca debe ser retomada como parte fundamental de las relaciones sociales, debe configurar confianza, pues es uno de los valores más importantes en nuestra comunidad. Una sociedad cimentada sobre el valor de la confianza permite la comprensión de que no todo hecho puede ser o es justificable y por lo tanto, esta capacidad de comprensión dota de responsabilidad no solo al Estado sino también a las instituciones, organizaciones y a la sociedad en general.

Así como la confianza es un valor del cual debería estar revestida la sociedad, la moral también lo es, pues no tiene que ver solo con el hecho de no dañar a otrxs sino también con no traicionarlos; este acto del cumplimiento de las promesas hace referencia a la moral. Todos estos actos se transforman en decisiones que, a lo largo de la vida del ser humano definen sus hábitos, y a su vez definen si estas decisiones se vuelven virtudes o se transforman en actos inmorales o vicios. Es así como el carácter del ser humano se va formando en el transcurso de su vida, esto se denomina ética y tiene como objetivo principal lograr que el ser humano pueda cumplir de manera adecuada todo lo relacionado con la vida misma, es decir, todo lo que compete a las cuestiones económicas, políticas, culturales, sociales, entre otras. Si bien esta definición de ética se ajusta a los parámetros de la vida humana, no solo se rige a esta, pues también se encuadra en todas las instituciones y a todas las formas de organización que ha creado el hombre, con el fin último (como ya se mencionó anteriormente) de formar el carácter del ser humano en todas sus áreas.

Por esta razón, en la actualidad la ética se ha convertido en uno de los ejes centrales del desarrollo de la vida en sociedad, intentando impedir que se ejecuten actos de corrupción en cualquiera de sus niveles. La ética nos permite ser conscientes de los actos y las decisiones que tomamos y siempre busca que estas decisiones sean positivas –las mejores- es decir, que obedezcan al orden social establecido y no solo los interés individuales. La concepción de moral y ética que va configurando la conducta a lo largo de la vida se logra a través de la educación, que demanda un buen comportamiento a las personas en formación, revelando los motivos verdaderos del actuar humano que bajo preceptos éticos deben ser virtudes en lugar de vicios; por lo tanto, transforma las intenciones en decisiones encaminadas a obrar en favor del bien. En este punto, es necesario aclarar que la educación no pretende obligar a ningún ser humano a realizar o decidir por algún u otro acto, pues

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