Ética De La Compasión
Enviado por ssaraa • 30 de Abril de 2013 • 662 Palabras (3 Páginas) • 941 Visitas
Joan-Carles Mèlich, ÉTICA DE LA COMPASIÓN
IDEAS PRINCIPALES
El capitulo 4: “La situación ética”, empieza definiendo a ésta, la ética, de la manera en que a menudo se nos presenta: como un conjunto de deberes y de normas a las que uno esta obligado. Por tanto se entiende que la ética nos enseña a resolver adecuadamente una situación, nos guía en la elección correcta. Sin embargo el autor la explica de diferente manera; la ética aparece cuando a priori no encontramos respuesta a esta situación, no encontramos respuesta a la pregunta kantiana “¿Qué debo hacer?”, nos quedamos perplejos ante esa pregunta y nos damos cuenta de que las normas, el conjunto de deberes y en definitiva el marco normativo en el que hemos sido educados fracasa radicalmente.
En el capitulo, el autor hace referencia a la distinción entre la ética y la moral, ligando a la primera con la vida, y a la segunda con el mundo y lo explica diciendo que, a su entender, la moral es un aspecto ineludible de toda cultura y de toda educación, las cuales “heredamos” al nacer y por lo tanto, habitan en el mundo antes de nosotros llegar a él. Sin embargo la ética, no nace con el mundo, con la tradición, sino con la vida. Añade que “la ética es posible justamente porque uno no acaba de estar reconciliado con el mundo que le ha sido legado”.
Por lo tanto, a diferencia de la moral, la ética no puede quedar encerrada en un código, sino que surge en una situación donde los códigos son puestos en entredicho y entran en crisis, uno se da cuenta de que las normas y los imperativos no encajan. Las situaciones de las que el autor habla, son situaciones donde la otra persona nos reclama, donde se nos pide una resolución, y entonces aclara: “no hay ética porque sepamos cómo resolver adecuadamente una situación, sino todo lo contrario, porque no sabemos, porque existe siempre la posibilidad de responder de otro modo” El otro modo al que se refiere es justamente el modo que me demanda el otro. De aquí que hable de una ética de la compasión, una ética nada ligada a la buena conciencia sino a la mala, porque en realidad lo que nos dictamina la respuesta correcta no es nuestra conciencia sino la palabra del otro (“la respuesta a la demanda del otro en una situación excepcional”). Para vivir éticamente no necesitamos cumplir unas obligaciones, ser legales, sino estar pendiente del sufrimiento del otro, vivir situaciones perplejas, y no saber del todo como resolverlas, por tanto no acabar nunca de saber como vivir; es atreverte a responder por el otro en situaciones duales (íntimas) y saber que no es una respuesta definitiva y única, que hay otros modos de resolución.
Una frase que me parece que resume el capitulo y que además nos define la ética de manera clara es: “La ética es posible porque los seres humanos vivimos situaciones en los que la pregunta ¿Qué debo hacer? No coincide, ni podrá
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