Ética, terrorismo de estado y masculinidad: la vía del terror vista desde la óptica de género

Ética, terrorismo de estado y masculinidad: la vía del terror vista desde la óptica de género.

Gabriela Castellanos                                                                                                          

La doctora Castellanos, en el presente artículo da a conocer la relación que tienen los gobiernos con el terrorismo y militarismo. Estos dos movimientos a su vez, poseen un estrecho vínculo con la masculinidad, ideología y factor dominante el cual establece un conjunto de características que únicamente poseen los verdaderos ‘hombres’, como la fortaleza y el valor. Este tipo de doctrinas y filosofías, son instauradas y establecidas, por los medios masivos de comunicación hasta por la educación sistemática del núcleo familiar. Es por esto que la autora, citas dos claros ejemplos que contienen todas estas características, estados los cuales, se han relacionado íntimamente con la guerra en los últimos años, el estado colombiano y estadounidense.

Primero que todo, la doctora Castellanos define el terrorismo como ‘una táctica violenta dirigida principalmente a los civiles’, cuyo objetivo es infundir terror, pero más que eso, es imponer y reclamar al gobierno algún interés o ideologías. Los terroristas siempre buscan algún fin, cometiendo grandes barbaries, que afectan enormemente a una sociedad, produciendo un conflicto bien sea interno o externo en cualquier estado, sin tener oportunidad alguna de negociar con ellos. En todos los combates, guerras, conflictos, enfrentamientos, etc. Los civiles son los más afectados, hombres, mujeres, niños y niñas, son los que mueren por culpa de cualquier interés  que un dirigente quiera conseguir. Obviamente también miles de militares mueren por causa de la guerra. Pues ‘la vía más rápida a la victoria era a través del terror’^[1]

Pero ¿Cómo fueron posibles semejantes atrocidades? ¿Quién estuvo dispuesto a combatir orgulloso en los campos de batalla? La propagando es un método de control social, que hasta hoy en día influye enormemente en la cultura, sentimientos e ideologías de una sociedad. En aquel entonces la manipulación de la información de los medios, tenía como fin controlar y convencer las emociones del pueblo. Es por esto que la doctora Castellanos da como ejemplo las presentaciones públicas del presidente George Bush. Otro ejemplo muy claro de la importancia de la propaganda, fue la publicidad de la figura del Tío Sam, personaje el cual inspiro a que muchos hombres aceptaran ir a la Primera y Segunda Guerra Mundial. La doctora cita El mal menor de Michael Ignatieff, el cual habla de tres modalidades, sobre la lucha antiterrorista.

1. Consiste en la ‘moralidad de las consecuencias’ que en pocas palabras es ‘la imposición de la violencia estatal es la forma más eficaz de combatir el terrorismo’^[2]
2. Consiste en la dignidad, la intención de los gobernantes no deberían ser asesinar. Es por esto que la autora afirma que es un acto incorrecto torturar para obtener información.
3. Moralidad del mal menor,  optar por unos males menores para evitar que triunfen males mayores.

Por otra parte el militarismo, como lo cita la autora afirma que es una tendencia por la cual, los valores e ideologías militares logran una influencia dominante en los asuntos políticos, sociales, económicos…^[3] En las sociedades militaristas se jerarquiza el hombre como superior y la mujer como inferior. Pues gracias a influencias y a la educación de una comunidad se caracteriza al hombre con más fuerza y valor. Es por esto que se supone que los gobernantes deben ser ‘verdaderos hombres’. Pero en la mayoría de los casos, la masculinidad cae en la misoginia y la homofobia.

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