Compañeros Ciudadanos del Senado y Cámara de Representantes: James Monroe

James Monroe

Séptimo Estado de Nación, Washington, DC, 1823-12-02

Compañeros Ciudadanos del Senado y Cámara de Representantes:

Muchas materias importantes reclamarán su atención durante la presente sesión, de la cual trataré de dar, en ayuda de sus deliberaciones, una idea justa en esta comunicación. Emprendo este deber con desconfianza, de la gran extensión de los intereses que tengo que tratar y de su gran importancia para cada parte de nuestra Unión. Entré en él con celo de una profunda convicción de que nunca hubo un período desde el establecimiento de nuestra Revolución cuando, con respecto a la condición del mundo civilizado y su relación con nosotros, había mayor necesidad de devoción en los servidores públicos a sus respectivas Deberes, o por virtud, patriotismo y unión en nuestros mandantes.

Reuniendo en vosotros un nuevo Congreso, considero oportuno presentar esta visión de los asuntos públicos con mayor detalle de lo que de otra manera sería necesario. Lo hago, sin embargo, con particular satisfacción, por el conocimiento de que en este respecto cumpliré más plenamente con los sólidos principios de nuestro Gobierno.

El pueblo que está con nosotros exclusivamente el soberano, es indispensable que toda la información se les ponga sobre todos los temas importantes, para que puedan ejercer ese alto poder con pleno efecto. Si se mantienen en la oscuridad, deben ser incompetentes. Todos somos propensos al error, y los que se dedican a la administración de los asuntos públicos están más sujetos a la excitación ya ser desviados por sus intereses y pasiones particulares que el gran cuerpo de nuestros constituyentes que, viviendo en su casa en la búsqueda De sus ocupaciones ordinarias, son espectadores tranquilos pero profundamente interesados ​​de los acontecimientos y de la conducta de los que son parte de ellos.

Para el pueblo son responsables todos los departamentos del Gobierno y cada individuo en cada uno, y cuanto más completa sea su información, mejor podrán juzgar la sabiduría de la política seguida y de la conducta de cada uno en relación con ella. De su juicio desapasionado siempre se obtendrá mucha ayuda, mientras que su aprobación constituirá el mayor incentivo y recompensa más gratificante por las acciones virtuosas y el temor de su censura la mejor seguridad contra el abuso de su confianza. Sus intereses en todas las cuestiones vitales son iguales, y el vínculo, tanto por el sentimiento como por el interés, se fortalecerá proporcionalmente a medida que estén mejor informados del estado real de los asuntos públicos, especialmente en las coyunturas difíciles. Es por tal conocimiento que se superan los prejuicios y celos locales y se forma y se adhiere firmemente a una política nacional que extiende su cuidado y protección a todos los grandes intereses de nuestra Unión.

Un conocimiento preciso de nuestras relaciones con las potencias extranjeras en cuanto a nuestras negociaciones y transacciones con cada uno de ellos se considera particularmente necesario. Igualmente necesario es que debamos para una estimación justa de nuestros recursos, ingresos y progreso en todo tipo de mejora relacionada con la prosperidad nacional y la defensa pública. Es por hacer justicia a otras naciones que podemos esperar de ellos. Es por nuestra capacidad de resentir lesiones y corregir los males para que podamos evitarlos.

Los comisionados del quinto artículo del tratado de Gante, habiendo discrepado en sus opiniones sobre la parte de la frontera entre los territorios de los Estados Unidos y de Gran Bretaña cuyo establecimiento se les había presentado, han hecho sus respectivos informes en Cumplimiento de ese artículo, que el mismo se remita a la decisión de un poder amistoso. Sin embargo, siendo manifiesto que sería difícil, si no imposible, que cualquier poder desempeñara ese oficio sin grandes demoras y muchos inconvenientes para sí mismo, ha hecho una propuesta por este Gobierno y se ha adherido al de Gran Bretaña, Esforzarse por establecer esa frontera mediante una negociación amistosa.

De una larga experiencia, se desprende que no se podía establecer un arreglo satisfactorio de las relaciones comerciales entre los Estados Unidos y las colonias británicas en este hemisferio mediante actos legislativos, mientras cada parte prosiguió su propio curso sin acuerdo ni concierto con el otro, se ha presentado una propuesta Al gobierno británico para regular este comercio por tratado, como ha sido organizar de la misma manera la justa demanda de los ciudadanos de los Estados Unidos que habitan los Estados y Territorios que bordean los lagos y ríos que desembocan en el San Lorenzo al Navegación de ese río hacia el océano. Para estos y otros objetos de gran importancia para los intereses de ambas partes se ha abierto una negociación con el Gobierno británico, que se espera tenga un resultado satisfactorio.

Los comisionados de los artículos sexto y séptimo del tratado de Gante, habiendo concluido con éxito sus labores en relación con el sexto, han procedido a la liberación de los que se refieren al séptimo. Su progreso en la amplia encuesta necesaria para el desempeño de sus funciones justifica la presunción de que se completará en el año siguiente.

La negociación que ha dependido mucho tiempo el Gobierno francés de varios temas importantes y, en particular, de una justa indemnización por las pérdidas sufridas en los últimos tiempos por los ciudadanos de los Estados Unidos en virtud de incautaciones injustificables y confiscaciones de sus bienes, no ha tenido todavía El efecto deseado. Dado que esta afirmación se apoya en el mismo principio con otras que han sido admitidas por el Gobierno francés, no se percibe sobre qué base puede ser rechazada. Un ministro será nombrado inmediatamente para proceder a Francia y reanudar la negociación sobre este y otros temas que puedan surgir entre las dos naciones.

A propuesta del Gobierno Imperial ruso, hecho por medio del ministro del Emperador que reside aquí, se ha transmitido al Ministro de los Estados Unidos en San Petersburgo un poder pleno y las instrucciones para negociar amistosamente los respectivos derechos e intereses de la Dos naciones en la costa noroeste de este continente. Su Majestad Imperial había hecho una propuesta similar al Gobierno de Gran Bretaña, a la que también se ha accedido. El Gobierno de los Estados Unidos ha deseado, mediante este amistoso procedimiento, manifestar el gran valor que han atribuido invariablemente a la amistad del emperador y su solicitud de cultivar el mejor entendimiento con su Gobierno. En las discusiones a que ha dado lugar este interés y en los arreglos por los cuales pueden terminar la ocasión, se ha juzgado apropiado afirmar, como un principio en el que están implicados los derechos e intereses de los Estados Unidos, que los continentes americanos, La condición libre e independiente que han asumido y mantienen, ya no serán consideradas como sujetos de futura colonización por ninguna potencia europea.

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