Construcción Del Estado-Nación En América Latina
Enviado por feinco • 21 de Abril de 2013 • 1.931 Palabras (8 Páginas) • 787 Visitas
El Estado Nacional en América Latina ... ¿Construcción o destrucción?
César Caamaño*
* Licenciado en Ciencia Política
En el fin del milenio, no es mi intención realizar un balance global de estos últimos mil años -como corresponde cuando se concluye un ciclo (en este caso, de tiempo)-, ni siquiera de alguna cuestión en particular. Esta tarea se la dejo a otros mucho más capacitados que yo para poder emprenderla. Simplemente, me conformo con esbozar algunas reflexiones personales acerca de la coyuntura de los últimos años y trazar, quizás provocativamente, ciertos escenarios posibles que pueden llegar a plantearse en los albores del tercer milenio, respecto a la problemática de los Estados nacionales en esta etapa del desarrollo social a nivel mundial, en cuanto a su propia existencia y sentido, centrando mi atención en el caso latinoamericano y, más específicamente, en la Argentina.
En épocas de globalización, y cuando todo hace suponer que vamos camino a la construcción de estructuras supranacionales que se vislumbran como superadoras del Estado nacional, es dable preguntarse si este último merece una "nueva oportunidad" o, por el contrario, pasaría a un segundo o tercer plano acabando por desaparecer. Sobre esta cuestión basaré mi ponencia, tratando de no caer en falsas apologías en pro o en contra del Estado, ni dejarme vencer por nefastas tendencias pesimistas ni por alocadas posturas demasiado optimistas; sencillamente, tratando la cuestión con mesura y equilibrio, precaución y expectativa. Como corresponde a un buen balance...
En primer lugar, haré una breve reseña de la evolución del Estado moderno para pasar luego a trazar un somero panorama de los últimos veinte años, tanto a nivel internacional como nacional, centrándome en un tercer momento en la coexistencia harto difícil de los Estados nacionales con las estructuras supranacionales para, a modo de conclusión, plantear ciertas coyunturas que podrían llegar a producirse en el escenario mundial para los próximos años. A ciencia cierta, no me he propuesto ninguna hipótesis de trabajo que pueda ser demostrada o refutada, sólo pretendo con estas líneas contribuir al debate sobre el futuro del Estado nacional, tanto en América Latina como en el mundo todo.
Acerca del Estado Moderno
Es comúnmente aceptado señalar a la Gloriosa Revolución inglesa de 1.688, como a la independencia de los Estados Unidos en 1.776 y a la Revolución Francesa de 1.789 como íconos fundadores del actual Estado nacional. En concordancia con la transformación de las estructuras económicas, modificando radicalmente las relaciones productivas, y por ende, sociales, el ascenso de la burguesía y de la ideología liberal como cánones hegemónicos de los nuevos tiempos fue instaurándose durante todo el siglo pasado tanto en Europa Occidental como en América, llegando a finales de este siglo a establecerse en prácticamente todo el mundo. Precisamente, cuando el capitalismo ha logrado imponerse como el modo de producción por excelencia en casi todos los rincones del planeta, como nunca antes lo haya hecho modo de producción alguno, algunos fundamentos básicos de su conformación parecerían hoy carecer de sentido, aunque no de lógica. ¿Cómo se entiende ésto?. A lo largo del trabajo trataré de desentrañarlo.
Si dejamos de lado el caso inglés, podemos sostener que tanto Europa como América vieron nacer sus Estados nacionales en el transcurso del siglo pasado. En ambos casos se sucedieron dos procesos paralelos que serían vitales para la instauración triunfante del sistema capitalista de producción: el proceso de conformación de los Estados nacionales y el proceso de transición al capitalismo. Si bien este último tuvo sus inicios mucho tiempo atrás en el caso de los países centrales, es recién en el siglo XIX donde puede desarrollarse y expanderse, viéndose América Latina inserta en este proceso de transformación de las estructuras económicas como consecuencia de su situación novel de ex-colonia.
El Estado moderno nace a la luz de la necesidad de garantizar las libertades individuales con el objeto de crear mercados capaces de propiciar la acumulación de capital de ciertos sectores que se constituyen en los directores del sistema. Separando la religión de la política (correctamente, deberíamos decir del gobierno), otorgando la facultad al individuo de poder decidir "libremente" su destino, protegiendo la propiedad privada del "saqueo" de las hordas marginales, colocando a la economía y al progreso individual como emblemas de los nuevos tiempos, en síntesis, estableciendo las condiciones imprescindibles para que los sectores que lograron vencer a las arcaicas estructuras feudales pudieran perpetuarse en el control y dominio de la situación. Obviamente, ésto no se dio sin sobresaltos, es más, los cuestionamientos, revoluciones y contrarevoluciones, fueron, y son, moneda corriente. Pero las fuerzas capitalistas pudieron una y otra vez sobrellevar este karma adaptándose a las nuevas circunstancias y, como lo demuestra el devenir de los acontecimientos, saliendo airosas. Las distintas formas que fue adquiriendo el Estado moderno a lo largo del presente siglo son prueba palpable de esta afirmación.
Antes de definir esquemáticamente estas formas, podemos aventurar que el Estado moderno no sólo constituyó la pretensión de concentrar funciones políticas dispersas en los innumerables reinos y principados en que estaba fragmentada la sociedad feudal, sino que transformó al artefacto político (léase Estado) como instrumento objetivo al servicio de una colectividad que especializaría a unos hombres e instituciones en el "arte"de lo político.1 Max Weber sostiene que
"...el Estado moderno es una asociación de dominio de tipo institucional, que en elinterior de un territorio ha tratado con éxito de monopolizar la coacción física legítima como instrumento de dominio, y reúne a dicho objeto los medios materiales de explotación en manos de sus directores pero habiendo expropiado para ello a todos los funcionarios de clase autónomos..."2
Tanto en Europa primero, como en América después, la lucha por conseguir el monopolio de la violencia y la expansión del capitalismo tuvo trágicas consecuencias para los pueblos,
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