Cosmogonía Maya

COSMOVISIÓN MAYA

A los ojos del viajero, Guatemala se presenta como una espontánea confabulación de la naturaleza que acaparó todo: un clima agradable, serpenteados ríos de agua cristalina, orgullosos volcanes y una vegetación bondadosa que arropa los suelos de la madre Tierra. A todo esto se suman las más variadas muestras de religiosidad y cultura ancestral cuyas manifestaciones son tan infinitas como la imaginación del turista. La Cultura Maya es así y en este peregrinaje por diversas comunidades indígenas podrá conocer la Cosmovisión de una de las civilizaciones más grandes y misteriosas, cuyo legado se mantiene casi incólume, pese al correr de los años.

Guatemala, como Corazón del Mundo Maya, presenta tres Rutas de turismo étnico: en el altiplano central: la Ruta del Calendario Maya; en el altiplano occidental: la Ruta de la Dualidad y en Las Verapaces: la Ruta del Universo Maya. Cada una de las comunidades integrantes de las rutas, es rica en expresiones de la Cultura Maya y su Cosmovisión, la cual aunque compleja, puede definirse en una frase: armonía con el mundo.

Esto significa que los Mayas tienen un gran respeto hacia la creación, la naturaleza y toda forma de existencia. No puede haber armonía si no se respeta el medio ambiente. Es por ello que el ser Maya es esencialmente una forma de vida sencilla y armónica basada en su profunda espiritualidad, que se refleja en cada una de sus costumbres, ceremonias, danzas e indumentaria.

Además de compartir un profundo respeto hacia la madre Tierra y de rendir culto a la Divinidad con gran devoción, muchas son las similitudes entre los diversos pueblos Mayas que componen las rutas. No obstante, éstos no son los únicos elementos. Al trazar una línea imaginaria que una a las trece ciudades más grandes de las rutas se observa que todas juntas forman una espiral. La forma circular representó para la cultura Maya el poder divino y el poder del universo, siendo la espiral la manifestación del poder en movimiento, en el cual se fundamenta la vida de las civilizaciones, cada ser humano, los animales, las plantas y los principales elementos y fenómenos naturales.

El número trece también desempeña un papel fundamental en la Cosmovisión Maya. Por ejemplo, son trece también las articulaciones mayores del cuerpo humano. Asimismo, el calendario lunar, uno de los 20 desarrollados por los Mayas, consta de trece meses de veinte días cada uno.

Dentro de las comunidades que integran las rutas de turismo étnico también resalta el concepto de dualidad que prevalece en el mundo. De acuerdo con los Mayas, por mandato divino existen elementos duales como el día y la noche; el bien y el mal; el cuerpo y el espíritu; la vida y la muerte, vista ésta última no como un fin, sino como la continuación de un ciclo. Esto es apenas un poco de lo mucho que puede hablarse de estas comunidades

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