Demografia
Enviado por marlenzurita • 6 de Octubre de 2014 • 665 Palabras (3 Páginas) • 302 Visitas
Historia de la belleza
La belleza está asociada principalmente a la hermosura. Se trata de una apreciación subjetiva: lo que es bello para una persona, puede no serlo para otra. Dependiendo de ciertas características que la sociedad en general considera como atractivas, deseables y bonitas.
La belleza proviene de occidente. Ha sido tan fuerte su influencia que hasta hoy en día seguimos viendo la importancia que se tiene. A través del arte y de los instrumentos de uso cotidiano como en las esculturas y grabados que realizaban mostraban figuras femeninas voluminosas, incluso deformes, que reflejan el interés de los prehistóricos por la fertilidad, tan necesaria para la continuidad biológica.
Puesto que tenían limitaciones en los productos para sus aspectos utilizaban prácticamente, la arcilla, tierras de distintos pigmentos colorantes o toscos productos elaborados a partir de grasas animales.
Podemos también mencionar que en roma la mujer solo se encargaba de su cuerpo ya que eran un símbolo y lograban hacer cambios físicos. Se lavaban los dientes, las uñas, la cara, los ojos. Tenían artilugios muy minuciosos.
En la Edad Media La mujer ideal de la era medieval era rubia, con el cabello rizado, en trenzas o suelto; con la tez blanca. La frente ensanchada y brillante era un canon obligatorio, que agrandaba los ojos y delimitaba la raíz de los cabellos en forma de corona
En el Renacimiento, Durero y Leonardo Da Vinci establecieron diagramas precisos para la figura ideal. La mujer debía poseer tres elementos blancos (la piel, los dientes y las manos), tres rojos (los labios, las mejillas y las uñas) y tres negros (los ojos, las cejas y las pestañas), y responder a los siete, nueve o treinta y tres cánones del cuerpo ideal.
Por mencionar Belleza barroca La veneciana Catalina de Medici se constituyó en la promotora de la belleza barroca. No hay mayor hermosura que la de las rubias de piel transparente. Por esa misma época comienzan a verse lunares postizos, que sirven para disimular pecas o granos, que solían salir o producirse las noches de vigilia y las cenas.
A comienzos del siglo XVIII, lo pequeño y afectado es bien visto. Las mujeres utilizan el corsé, y su abuso provoca desmayos, hipocondrías y anemias. Las caderas deben ser más anchas que los hombros, los brazos regordetes, los tobillos finos, las manos alargadas y la boca pequeña. Para así tener un estilo de una mujer bella y con clase, se hacían varias comparaciones en aspectos de personas con diferentes clases puesto que no tenían las mismas posibilidades de tener acceso a los corsés
A principios del siglo XIX, se transforma en una cualidad que distingue a la burguesía del proletariado, y es símbolo de belleza. El hábito de bañarse se impone a medida que se construyen los cuartos de aseo en las viviendas. Como regla, los pies deben lavarse cada ocho días;
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