Discurso Paso A La Inmortalidad Del General San Martin

Aprender historia, recordarla y repensarla, debe servir sobre todo para entender los procesos que nos hicieron ser como comunidad. Muchos hombres y mujeres que hicieron nuestra historia, tienen mucho para decirnos hoy; más allá de los bronces y de la historia escrita por conveniencias. Porque esos hombres y mujeres soñaron una tierra grande y próspera, donde los hijos de mujer fuesen iguales, sin mediar estirpe ni legados; pero por sobre todo, una Patria Grande donde la victoria definitiva fuera por la libertad.

San Martin fue uno de esos tantos hombres; dedicó gran parte de su vida a sembrar la emancipación anticolonial en los pueblos de nuestra América, entendiendo siempre su rol como militar batallando contra los enemigos de la libertad, pero nunca desenvainando el sable contra los compatriotas que lucharan con y por el pueblo. Ese mismo sable, símbolo de la soberanía, que en su testamento legara a Juan Manuel de Rosas, por su heroica resistencia frente al bloqueo anglo-frances y que acompañó en Francia a San Martin hasta la muerte, pero que ahora está en tierra americana, como el corazón de su dueño, que descansa en el corazón de Buenos Aires.

La protección de la soberanía, pero con innegable apertura a nuestros hermanos latinoamericanos parece acercarnos a la Argentina liberada que quería San Martin, aborreciendo la lucha entre hermanos y compatriotas, tanto como la opresión del yugo imperial.

Una de las frases más conocidas del General reza: “Seamos libres, lo demás no importa nada”.. Será tiempo de recoger las palabras de San Martin: hacernos más libres de quien pretende oprimirnos, dividirnos y hacerse grandes a costa del hambre y la pobreza de nuestros pueblos… porque no hay nada que importe más que liberarnos para hacer de nuestra América, la Patria Grande que San Martín soñó.

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