EL MARCO HISTÓRICO DEL PROCESO DE DESARROLLO Y SUBDESARROLLO DE AMÉRICA LATINA

Durante los siglos XVI y XVII, Europa entra en una fase de transición del feudalismo al capitalismo, caracterizada por el auge de los imperios ultramarinos. Este periodo intermedio de incipiente capitalismo, se acentúa en una economía metalista, basada en la acumulación de capital. Esto permite que para el siglo XVIII, Europa tenga un crecimiento demográfico que da como resultado, una urbanización que, a su vez acelera el desarrollo industrial.

Estas causas derivan en la Revolución Industrial, que representa una gran transformación de índole económica, tecnológica y social a nivel mundial, donde; las economías europeas (centros), principalmente Inglaterra, generan excedentes de producción y de capital que dan como consecuencia la apertura de mercados periféricos (América). La Revolución Industrial no es un proceso aislado, sino una integración de los países desarrollados y subdesarrollados en un mismo proceso productivo.

Este periodo que abarca desde 1750 a 1850, es estimulado por una serie de inventos que facilitan la producción y la distribución del excedente; tal es el caso de, la máquina de vapor y la utilización de los metales en los sistemas productivos, que dan paso a la revolución de los transportes. Con el auge del ferrocarril y el perfeccionamiento del barco se establecen vías tanto terrestres como marítimas mucho más eficientes que permiten un desplazamiento más rápido, al mismo tiempo que abarata los costos.

Es evidente que estos cambios también tuvieron un costo social; el acelerado crecimiento de población en Europa, provoco que sus necesidades excedieran la oferta interna, haciendo necesaria la exportación masiva de recursos productivos tanto de capital como humano a países periféricos que, gozaran de un clima adecuado para la proliferación de la agricultura, donde la mano de obra fuera escasa, y así permitir el asentamiento de población europea.

La inmigración, tiene repercusiones estructurales, en la producción y en la organización, existe una concentración de capital, de manera desigual; se beneficia al capital extranjero y a ciertos grupos internos, a ciertas regiones y sectores productivos. Dando como resultado que se dé una urbanización cuando aún no existe un desarrollo industrial, la infraestructura de transportes se dará en un sólo sentido, (de la zona donde se produce al puerto), ya que se tiene como objetivo el abastecimiento mundial.

Esta organización, determina la distribución del ingreso, que estará siempre mayormente concentrada en manos de los propietarios de los recursos productivos, que pueden ser nacionales ayudando a la distribución de la renta interna, o extranjeros, llevándose el ingreso a otro país. Es importante señalar que un cambio en la actividad productiva produce una transformación en la estructura social que se manifiesta en la creación o fortalecimiento de determinados

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