El Concepto De Indio En América Por Guillermo Bonfil Batalla
Enviado por Corina.Oliva • 28 de Agosto de 2012 • 6.495 Palabras (26 Páginas) • 924 Visitas
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El concepto de indio en América
Guillermo BONFIL BATALLA
La definición de indio o indígena (términos que en este ensayo se emplean
indistintamente) no es una mera preocupación académica ni un problema semántico.
Por lo menos, no lo es en la medida en que se reconozca que el término en cuestión
designa una categoría social específica y, por lo tanto, al definirla es imprescindible
establecer su ubicación dentro del contexto más amplio de la sociedad global de la
que forma parte. Y esto, a su vez, está preñado de consecuencias de todo orden, que
tienen que ver con aspectos teóricos y con problemas prácticos y políticos de enorme
importancia para los países que cuentan con población indígena.
En primer lugar, me propongo revisar críticamente las principales definiciones que se
han elaborado en torno al indígena. En seguida, ofrezco mi propia concepción al
respecto. Finalmente, señalo algunas implicaciones de la posición que sustento1.
Los intentos por definir al indio
El indio ha evadido constantemente los intentos que se han hecho por definirlo. Una
tras otra, las definiciones formuladas son objeto de análisis y de confrontación con la
realidad, pruebas en las que siempre dejan ver su inconsistencia, su parcialidad o su
incapacidad para que en ellas quepa la gran variedad de situaciones y de contenidos
culturales que hoy caracterizan a los pueblos de América que llamamos indígenas.
Algunos enfoques parecen haber sido definitivamente superados. En general,
cualquier intento por definir a la población indígena de acuerdo con un solo criterio, se
considera insuficiente. El uso exclusivo de indicadores biológicos, conectado
estrechamente con la concepción del indio en términos raciales, resulta obsoleto dada
la amplitud de la miscigenación ocurrida entre poblaciones muy diversas –entre sí y
dentro de cada una de ellas–, lo que hace que en América todos resultemos mestizos.
Sin embargo, todavía en las últimas décadas se publicaron sesudos ensayos en los
que sus autores pretendían caracterizar biológicamente a los grupos indígenas, o más
aún, clamaban en contra de la confusión de la raza indígena con una clase social, lo
que «sólo lleva a tergiversaciones interesadas de las cosas y dificulta la clara
comprensión del problema, porque elimina, artificialmente, uno de sus términos
principales: el de raza, que juega en él un papel preponderante» (Mendieta y Núñez,
1942: 67-68). En los Estados Unidos la definición legal de indio incluye todavía
consideraciones sobre el porcentaje de sangre indígena de los individuos (Beale,
1955)2.
1 La elaboración de este esquema se vio constantemente estimulada por las discusiones que el
autor sostuvo sobre tales temas en los seminarios que dirigió en el Museo Nacional de Rio de
Janeiro, Brasil (1970), en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Universidad
Ibero-Americana (1971), así como en el Coloquio sobre fricciones interétnicas en América del
Sur, celebrado en Barbados, en febrero de 1971.
2 Conviene añadir que los recientes movimientos indígenas en ese país han hecho uso
frecuente del concepto de raza para designarse a sí mismos.
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El criterio lingüístico es el más frecuentemente usado para las estimaciones censales
de la población indígena. Sin embargo, el uso de lenguas aborígenes no resulta
tampoco un indicador suficiente; un país como el Paraguay presenta un ejemplo
extremo de la falta de adecuación entre el sector de la población hablante de un
idioma indígena y el grupo social denominado indio, ya que el 80% de los paraguayos
hablan el guaraní y sólo el 2,6% de la población total es considerado indígena3. En
general, en todos los países hay un sector de indios que no hablan la lengua aborigen,
así como un número de hablantes de esas lenguas que no son definidos como
indígenas. Ambas situaciones no se componen sólo de casos individuales sino que
pueden referirse a comunidades enteras.
La cultura, en el sentido globalizante que se da a ese término en antropología, ha sido
el criterio más favorecido para basar en él la definición de indígena. Los indios, se
dice, participan de culturas diferentes de la Europa occidental, que es la cultura
dominante en las naciones americanas. «Son “indígenas” –afirma Comas (1953: 135-
136)– quienes poseen predominio de características de cultura material y espiritual
peculiares y distintas de las que hemos dado en denominar “cultura occidental o
europea”». No se intenta definir cuál es la cultura indígena; se la establece por
contraste con la cultura dominante; a lo sumo, se indica que aquélla tiene su punto de
partida en las culturas precolombinas. Así, por ejemplo, Gamio (1957: 337) escribió:
«Propiamente un indio es aquel que además de hablar exclusivamente su lengua
nativa, conserva en su naturaleza, en su forma de vida y de pensar, numerosos rasgos
culturales de sus antecesores precolombinos y muy pocos rasgos culturales
occidentales».
Y, por su parte, León-Portilla (1966: 342) agrega: «en nuestro medio, cuando se
pronuncia la palabra “indígena”, se piensa fundamentalmente en el hombre
prehispánico y en aquellos de sus descendientes contemporáneos que menos fusión
étnica y sobre todo cultural tienen con gentes más tardíamente venidas de afuera».
En la bien conocida definición que formuló Alfonso Caso4 se atiende al hecho de que
en muchos grupos indígenas la proporción de elementos de origen precolombino es ya
mínima; por eso el autor indica que el criterio cultural (uno de los cuatro que emplea;
los otros tres son el biológico, el lingüístico y el psicológico): «consiste en demostrar
que un grupo utiliza objetos, técnicas, ideas y creencias de origen indígena o de origen
europeo pero adoptadas, de grado o por fuerza, entre los indígenas, y que, sin
embargo, han desaparecido ya de la población blanca» (Caso, 1948: 245).
El contraste frente a la cultura dominante queda a salvo: la cultura del grupo indígena
podría estar predominantemente compuesta de elementos de origen europeo; pero el
hecho de que tales rasgos ya no estén en vigor entre la población «blanca» permitiría
definirla como una cultura diferente. Lo que
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