El Espejo Enterrado
Enviado por gbaphometh • 7 de Noviembre de 2013 • 592 Palabras (3 Páginas) • 435 Visitas
spaña es el símbolo de una interminable cabalgata de pueblos, es un río de voces celtibéricas, fenicia, griega, romana, árabe, cartaginesa, visigosa y judía que se fertilizan mutuamente.
América es la tierra de la utopía, región de dualidades; vivimos entre la ficción y la trágica realidad. Nuestro devenir es de ilusiones perdidas y esperanzas quebrantadas. Somos una identidad mutante. Nuestra cultura es de peligrosos extremos, grotesca e idealista. Nuestra historia es caótica, veloz y contradictoria. Somos una identidad metafórica y surrealista.
La identidad nacional no es algo fijo, es una realidad cinética la cual se construye cada día.
Los pueblos del libro
El Cristianismo, el Islam y el Judaísmo fundamentan espiritualmente el mundo hispánico con los Testamentos, El Corán y el Talmud. Sintetizamos una actitud de perspectivas múltiples; de la duda y el conflicto emerge la armonía conceptual. Para ser verdaderamente históricos, el tiempo debe ser tanto pasado como futuro.
España nos legó su conciencia trágica, es una nación necrofílica, actúa como Dr. Jekyll y Mr. Hyde. De allí surge una distancia enorme entre los ideales y las acciones. Somos excéntricos y con imaginación febril. Es como lo afirma Nietzche "la felicidad y la historia rara vez coinciden".
Monumento crucial
Los desafíos ante el Siglo XXI con una comunicación instantánea y una integración global nos obliga a encarar la debilidad institucional de nuestra sociedad civil. Es urgente crear un nuevo contrato social que una el crecimiento económico con la justicia social en una democracia funcional. La miseria y el desamparo de millones de nuestros hermanos nos obliga a superar las cuatro D de la angustiosa existencia de la América criolla: Deuda, Droga, Desarrollo y Democracia. El éxito depende de una movilización social continua hacia una horizontalidad democrática y con un eficaz sistema cooperativo; hay que dejar de lado el capitalismo salvaje y el socialismo ineficaz. Es inevitable vencer nuestra tradicional impunidad y bárbaros instintos.
Ningún proyecto económico, político y social puede darse sin un respectivo proyecto cultural que lo sustente sensitivamente. Don Quijote y Sancho Panza tienen que hacer caminos juntos, haciendo deseables y posibles lo abstracto y lo absurdo. Somos de carne y hueso pero también tenemos alma. Nuestro ser no puede estar dividido es uno.
La fuerza del autoconocimiento
Es imperativo no olvidar nada ni nadie; conocer nuestros verdaderos rostros proyectando un futuro que no niegue lo que éramos. Vivir con nuestras máscaras y nuestros espejos deformes. Que nuestros conceptos de patria, libertad, dignidad y justicia adquieran un rostro humano, real y concreto. Es vital hurgar en nuestra experiencia histórica para encontrar nuestro
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