Eramos Salvajes

Éramos salvajes, peleábamos por la comida, no éramos civilizados para nada, nuestras rutinas siempre eran las mismas, cazar, cultivar y volver a cazar; así éramos los grupos humanos que habitamos en el occidente de México, yo, en lo particular pertenecía a los Chupicuaros, los ancianos se encargaban de dirigir el pueblo, las mujeres al hogar, los hombres a los trabajos pesados y los niños ayudaban en actividades más pequeñas, utilizábamos mucho el hueso para hacer nuestras herramientas, las cuales servían para cazar y cultivar, y en dados casos, para defendernos, nuestro vestuario solía ser un taparrabos hecho de piel de venado. La organización social fue de lo más difícil, algunas veces los ancianos se hacían ver como mensajeros de los Dioses para poder dirigir.

Existen varias teorías acerca del hombre americano; las cuales no tienen suficientes argumentos. El hombre cruzo a través del estrecho de Bering, desplazándose por todo el continente. En el actual Jalisco se encontraron varios cadáveres de mamut, esto se debe a que nosotros los perseguíamos desde antes de cruzar el estrecho y los pudimos capturar en el occidente. Recuerdo que dejamos grabados varios petroglificos ubicados actualmente en Casimiro castillo, Cabo Corrientes y Puerto Vallarta. Mesoamérica para nosotros significaba el centro del actual México, el lugar donde se estaba enriquecido de vegetación y fauna.

Junto a nosotros llegaron a habitar coras, huicholes y tepehuanos, practicábamos la agricultura y la cerámica para nuestra supervivencia día a día. Fuimos una comunidad grande, y cada vez éramos más, nos expandimos más de lo normal.

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