Guión Conspiración de Querétaro

Conspiración de Querétaro

 Personajes

Josefa Ortiz de Domínguez (Juliette)

Miguel Domínguez (Tania)

Miguel Hidalgo (Arano)

Juan Aldama (Emanuel)

Ignacio Allende (Laura)

Capitán Joaquín Arias (Abril)

Narrador:  en 1808 una crisis se produjo en España con la invasión francesa. En Nueva España se había derrocado al virrey José de Iturrigaray en el mismo año, siguió la conjura de Valladolid al año siguiente. Estos conjurados fueron descubiertos y capturados, luego puestos en libertad por diversos motivos, continuando así con su actividad política.

Y es así como los corregidores de Querétaro ofrecen su casa para que se realizaran las reuniones secretas a las que llamaban “juntas literarias”. Ahora nos ubicaremos en agosto de 1810, que es donde comienza nuestro acto…

Acto único

Escena 1

Todos los implicados se encontraban reunidos en la casa de los corregidores, sentados alrededor de una mesa discutiendo sobre sus próximos planes.

Miguel Hidalgo: (golpea la mesa con su puño) justicia

Allende: libertad

Aldama: independencia

Corregidor: como ustedes saben nuestro pueblo ha vivido sometido a gobernantes distantes, hoy estamos aquí reunidos porque ya estamos cansados. Buscamos ser hombres libres. Nuestro destino depende de nosotros mismos. Es hora (golpea la mesa con su puño) que lo hagamos saber.

Arias: (interrumpe al corregidor tirando una copa sobre la mesa) lo siento, que torpeza de mi parte. Por favor continúen. Yo me hago cargo (levanta la copa).

Miguel Hidalgo: (Se pone de pie) nuestros destinos ya no deben depender de gente que no respeta nuestros derechos. Debe estar en nuestras propias manos, (levanta el puño y lo agita mientras dice) unidos como pueblo. (vuelve a tomar asiento)

Aldama: tomemos el poder de estos opresores y recuperemos el nuestro. ¿están con nosotros? (voltea a verlos a todos)

Arias: (las manos cortando la conversación) perdón por interrumpir de nuevo, pero… tengo una pequeña duda. ¿Cómo proponen que se haga esto?

Josefa: (golpea la mesa con su puño mientras dice) con mucho valor y con mucha cautela, señor Arias

Arias: ciertamente Corregidora, ciertamente. Pero ¿Quién encabezara este movimiento?

Allende: (se levanta y golpea su pecho con su puño) lo encabezare yo.

Aldama: (se levanta y golpea su pecho con su puño) cuenta conmigo

Arias: déjeme entender Capitán Allende, usted, el Capitán Aldama y yo, no solo somos oficiales de la corona (se levanta) somos dragones de la reina, la crema innata de la milicia española. Usted pretende que nosotros iniciemos esta trai… ugh (tose) este movimiento.

Allende: entiendo su punto capitán Arias, pero a veces un hombre debe de hacer lo que es correcto, aunque ello implique que cambiar de bando.

Miguel Hidalgo: cuenten con mi espada y mi fe (levanta y agita un poco el puño)

Josefa: (toma la mano del corregidor y ambos se levantan) los corregidores de Querétaro estamos con ustedes (agita su mano señalando a los demás).

Miguel Hidalgo: entonces fijemos la fecha para octubre

Arias: (niega con la cabeza)

Escena 2

Narrador: cuando la reunión terminó todos se fueron y actuaron como si nada hubiera sucedido. Sin embargo, no ocurría lo mismo con Joaquín Arias. Él tenía otros planes…

Se encontraba Arias y el comandante en su oficina, rodeada de libros con una chimenea

Comandante: (mueve un poco la leña del fuego)

Ayudante 1: comandante un tal Capitán Arias quiere verlo, dice que tiene información importante.

Comandante: hágalo pasar (frente a la chimenea dando la espalda)

Arias: (entra a la oficina) mi comandante (saludo militar)

Comandante: (suspira) ¿Qué información me tiene?

Arias: bueno (camina por el cuarto) nunca he sido mi carácter el de andar de soplón, sin embargo, hay veces que el bienestar de nuestra colonia debe tomar prioridad (se sienta en la silla del escritorio), además he escuchado que la corona sabe agradecer a sus súbditos más leales. (toma una pequeña daga que se encuentra en el escritorio)

Comandante: (aprieta el puño)

Arias: (se levanta y camina hacia el comandante) he estado observando al capitán Ignacio Allende, y he de decir que ha tenido algunas actitudes muy sospechosas, sin mencionar claro la gente con la que se esta juntado. Me parece que…

Comandante: (interrumpe a Arias apuntándolo al cuello con su espada) al grano

Arias: (con sus manos levantadas y asustado) creo que esta conspirando contra la corona

Comandante: (viéndolo fijamente y enojado) y ¿Cómo lo sabes se ha enterado usted de esta valiosa información? (baja la espada)

Arias: bueno, siempre he sido muy observador. La naturaleza me ha dotado con una asombrosa perspicacia que me ha permitido

Comandante: (interrumpe gritando y señalando a Arias) usted ha estado en sus reuniones (empuja al suelo a Arias) ¡cree que los ojos de la corona están vendados! (apunta a Arias con la espada) ¡cree que no tenemos otros espías! ¡otros reportes! (acerca más la espada) lo único que tengo que agradecerle es haber evitado la molestia de ir a buscarlo. ¡llévenselo y enciérrenlo en el convento de San Francisco!

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