HISTORIA DE CHILE NACIONAL, SIGLO XIX (Crisis oligárquica, movimiento obrero, industrialización, proceso de modernización)-
Enviado por Tiara Rojas García • 13 de Abril de 2017 • Examen • 2.571 Palabras (11 Páginas) • 512 Visitas
Tercera Prueba Integral
Asignatura: HISTORIA DE CHILE NACIONAL, SIGLO XIX
DR. IGOR GOICOVIC DONOSO
Nombre: Tiara Belén Rojas García / Puntaje obtenido: / 14 puntos
- Proceso de industrialización
Es un proceso global en el cual interactúan diversos factores que derivan en la aparición de unidades productivas modernas que se caracterizan por un alto retorno sobre la inversión, lo cual, a su vez, permite la reproducción, a mayor escala, del proceso y se traduce en mayores niveles de desarrollo económico. Para que un proceso de industrialización tenga lugar debe existir un orden económico-social en que imperen las relaciones de producción y el modo de producción capitalista. Es un proceso complejo cuya especificidad deriva de la especialización y la división del trabajo y la aplicación de tecnología y fuerza motriz mecánica al proceso productivo, lo cual demanda una cuota de inversión de capital. Todo ello conduce a una mayor productividad y a la concentración de la producción en unidades cada vez más complejas ya sea desde el punto de vida de su organización o de la tecnología empleada[1].
En Chile, el proceso de industrialización se produce como consecuencia de la incorporación de las riquezas salitreras al erario nacional. Es decir, en medio del desarrollo de la Guerra del Pacífico se inaugura el primer ciclo de industrialización del país.
Su antecedente es el gobierno de Aníbal Pinto, donde la situación económica del país era crítica. Las exportaciones de una de las actividades económicas más importantes y condicionantes de los ingresos del estado (la actividad cuprífera), había descendido, provocando una época de crisis. A causa de esto, las elites oligárquicas, consideran que la solución a esta crisis es el desarrollo de un conflicto armado. La guerra del Pacífico fue concebida por las elites dominantes como una estrategia de resolución para la crisis que Chile estaba atravesando[2].
La guerra del pacífico, fue el acontecimiento que estimuló el desarrollo industrial de Chile, no sólo en el ámbito del salitre, sino que también en el desarrollo de industrias como la textil, la industria alimentaria, la industria del calzado, la industria pesada, entre otras.
La guerra del Pacífico, que tuvo lugar entre los años 1879 y 1883, se tradujo en importantes consecuencias económico- financieras. Desde luego, el pertrechamiento bélico de un contingente humano considerable, incentivó diversas actividades manufactureras, agrícolas y comerciales (…) los negocios mejoraron rápidamente; la economía nacional en vez de deprimirse, entró en un periodo de vigorosa expansión [3]
La industrialización en primera instancia vino a responder a las necesidades que son provocadas a causa del desarrollo de la guerra, como lo son: la ropa para el ejército, el alimento, las armas, etc. Sin embargo, posteriormente el proceso de industrialización abrió paso a un proceso de modernización como consecuencia del desarrollo económico experimentado por la exportación salitrera. Este proceso de modernización afectó distintos ámbitos. Por un lado, respecto a la actividad salitrera, significó la introducción masiva de máquinas, herramientas y técnicas para aumentar la producción. Cambiando a su vez la perspectiva empresarial, donde ahora estos se encargan de invertir en sus actividades económicas. Por otro lado, el desarrollo sostenido del proceso de industrialización provocó la modernización de las ciudades. Sin embargo, este desarrollo fue concentrado en las ciudades en las cuales el sector industrial se encontraba asentado. Este proceso significó la mejora de servicios como el transporte público, la iluminación, la eliminación de excretas y basura. Dándose una relación directa entre la demanda de servicios y el crecimiento económico del aparato estatal.
- Movimiento Obrero
Es un movimiento social, donde un grupo de individuos se reconoce entre sí a partir de sus necesidades y contexto y a partir de ello, proponen un objetivo[4] general para la obtención de transformaciones que afecten el orden social, político y económico existente. Estos movimientos se hacen visibles por medio de la acción colectiva, con estrategias e instrumentos de movilización y visibilización que afectan el orden público. Para que un grupo se convierta en un movimiento y en este caso de tipo obrero, es necesario transitar anteriormente en distintas condiciones. En este caso, el movimiento obrero en Chile significó el tránsito de la condición de proletario a un movimiento social y político organizado en el marco del proceso de industrialización y modernización.
Respecto a esto, la condición de proletario se debe a la nueva forma de relación social respecto al trabajo, regulada por el uso del salario como un incentivo económico como consecuencia de que los sujetos entregan su fuerza productiva a una actividad económica.
Sin embargo, esta entrega de fuerza productiva, es el inicio de complejos procesos de conformación identitaria como consecuencia por un lado, de las condiciones laborales precarias, largos los horarios de trabajo, el estilo de vida y el entorno en el cual se desenvolverá el sujeto, en donde se encuentra rodeado de sujetos de su misma posición social. “Estos llamados desarraigados se ven necesariamente en la obligación de migrar hacia la ciudad –efecto muchas veces conocido-, donde se concentrarían las actividades alcanzadas por el capitalismo, lo que conllevaría una profunda transformación identitaria de las capas populares” [5] . Es decir, movimiento obrero es un movimiento social que surge como descontento a causa de la falta de políticas sociales que regulan las relaciones laborales asimétricas. Este es el factor fundamental en los procesos de articulación, agitación y subversión que protagonizará el movimiento obrero desde fines del siglo XIX.
Las primeras de esas huelgas (demostración de descontento), estalló en marzo de 1902 entre los ferroviarios que rechazaban la pretensión gubernamental de imponer a los obreros metalúrgicos del ferrocarril Santiago a Valparaíso cuatro horas extra los días sábado sin aumento salarial. Las sociedades de resistencia desencadenaron el movimiento de protesta en ambas ciudades, produciéndose un breve enfrentamiento con la policía cuando los manifestantes santiaguinos trataron de apedrear las oficinas del diario El Mercurio. Los trabajadores vieron coronado su movimiento con la victoria, obteniendo la reposición del “sábado inglés”[6]
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