Historia Americana S. XIX "El Proceso Revolucionario En América Latina"

INTRODUCCIÓN:

El presente trabajo es parte de la actividad correspondiente al espacio curricular de Historia Americana del S. XIX de Tercer Año “U” del Profesorado en Historia.

Tiene por finalidad analizar el proceso revolucionario emancipador en América Latina en el período comprendido entre los últimos años del S. XVIII y principios del S. XIX, en sus distintos aspectos (político, social y económico), a fin de explicar y comprender la estructura americana que propicia el movimiento emancipador en estas tierras con características singulares según la región de la cual se trate.

Por otra parte también es necesario considerar la situación que vive Europa después de la Revolución Francesa y especialmente, la España Borbónica respecto a sus colonias en América y la invasión Napoleónica de la Península Ibérica, ya que constituye uno de los factores desencadenantes del proceso analizado.

En primer lugar se hace referencia a los antecedentes del mismo para determinar sus causas europeas y americanas, luego se determinan dos momentos del movimiento independentista. El primero está caracterizado por una independencia de hecho en tanto el rey español se encuentre prisionero de los franceses. El segundo, se refiere al sostenimiento de esa independencia a través de las armas cuando el rey recupera el trono y pretende reestablecer su dominio en las antiguas colonias americanas.

El trabajo pretende demostrar que el movimiento independentista de la América española es heterogéneo, debido a que las distintas regiones tienen estructuras políticas, económicas y sociales diversas según la conformación de su población, sus recursos económicos y su situación geográfica.

Fueron utilizados como bibliografía los autores sugeridos por el profesor y otros textos referidos a Historia Americana y Argentina del Siglo XIX.

DESARROLLO:

La emancipación americana de España es el resultado de un largo proceso que quiebra el orden colonial vigente como consecuencia de diversas causas concurrentes.

Todas y cada una de ellas se entrelazan de tal manera que generan el clima adecuado para que dicha emancipación se produzca en distintos momentos en cada una de las regiones americanas, marcando de este modo el final de la etapa colonial.

Durante la segunda mitad del Siglo XVII, se producen una serie de acontecimientos relevantes como las reformas de Carlos III, que causan descontento y disconformidad en la población americana; la situación social de las castas en algunos territorios americanos; el lento derrumbe de la monarquía hispánica; la fuerte presión inglesa y portuguesa; el conflicto europeo con las campañas napoleónicas; las invasiones inglesas al Río de la Plata; la ocupación francesa del territorio español con la toma de la Corona por parte de Napoleón. La suma de todos estos sucesos conduce al quebrantamiento de la unidad del orden colonial.

Carlos III emprende una reorganización administrativa con el fin de sanear las finanzas del reino. Uno de los motivos de dicha reorganización es el peligro que representa para el imperio Ibérico el poderío de la Inglaterra del Siglo XVII. Otra causa de estas reformas es un lento impulso económico que vive España y la obliga a una nueva articulación entre su economía y la de sus posesiones americanas, por último esta política reformista busca afirmar la soberanía de un monarca absoluto, uniformando los diversos reinos que integran la monarquía española.

Entre esas medidas tomadas al efecto se puede nombrar la expulsión de los jesuitas del territorio americano en 1767 respondiendo a una política de control sobre la Iglesia. El territorio americano es reorganizado de tal manera que queda dividido en cuatro Virreinatos: el de Nueva España, Nueva Granada, Perú y el del Río de la Plata. En efecto, en 1717 se crea el Virreinato de Nueva Granada, suspendido en 1723 y reestablecido en 1739. En 1776 se establece el Virreinato del Río de la Plata convirtiendo a Buenos Aires en su capital. Cuba, Venezuela, Guatemala y Chile son convertidas en Capitanías Generales atendiendo a razones defensivas.

En 1782/83 la Ordenanza de Intendencias divide los Virreinatos en unidades políticas que reemplazan a las Gobernaciones con el fin de ejercer sobre ellas una mayor supervisión real.

Estas reformas además tienen una dimensión militar, debido a las amenazas de Inglaterra y la rivalidad existente entre España y Portugal respecto al territorio al Norte y Oriente del Río de la Plata.

El objetivo es dotar a América de un ejército propio, unificando en un solo aparato militar, las posesiones y la metrópoli.

En el aspecto fiscal se aumenta la presión tributaria, se crean nuevos impuestos y aumentan los tributos exigidos a los aborígenes. Además, la Corona pretende desplazar del control administrativo y cargos de responsabilidad a las familias de la elite criollas a través del Régimen de Intendencias. Esto origina el descontento general de la población. Los criollos reaccionan ante estas medidas, porque durante el reinado de los Habsburgos hay una larga tradición de autogobierno. Los súbditos americanos son integrantes de Reinos dependientes de la Corona de Castilla. Hay una relación contractual en la que existen derechos y deberes recíprocos entre el rey y el reino. Por ello las comunidades políticas que integran los Virreinatos gozan de fueros, privilegios y libertades particulares. En tiempos de los Borbones esto cambia. Avanzan sobre dichos privilegios con el sostenimiento de un poder absoluto e ilimitado que inspira todas las reformas ya nombradas. Las posesiones americanas pasan a ser colonias, lo que provoca mayor descontento en los distintos estamentos de la sociedad colonial.

A Carlos III lo sucede Carlos IV con un gobierno débil e ineficaz, interna y externamente. A esto debe agregarse que los negocios del Imperio son confiados al favorito Manuel Godoy.

Con respecto a los problemas indianos, hay despreocupación por parte de la Corona y a su vez las autoridades residentes en Indias no tienen libertad de acción, simplemente ejecutan y obedecen las órdenes de la península. Esta situación coloca a las posesiones americanas en un total abandono. Los malos manejos diplomáticos de Godoy provocan el decaimiento del Imperio que es aprovechado por Francia, Inglaterra y Portugal.

Por otra parte las ideas de la Ilustración penetran en América sobre todo en las ciudades ubicadas en lugares estratégicos o por su actividad comercial. Las mismas, son la base de teorías políticas que van a influir mas adelante en dos acontecimientos exitosos y de gran repercusión: la emancipación de las trece colonias norteamericanas y la revolución francesa.

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