Historia De America
Enviado por danielalima1980 • 11 de Diciembre de 2012 • 2.083 Palabras (9 Páginas) • 476 Visitas
CLASES, ESTADO Y NACIÓN EN EL PERÚ
En lo que corresponde a la herencia colonial, nos dejo tensión entre la metrópoli y los grupos oligárquicos; desde entonces la dirección política del país cayó en manos de los militares de la campaña de la Independencia; quienes al no tener poder económico para constituirse en un nuevo centro hegemónico de poder, tuvieron que valerse de alianzas con diferentes oligarquías y con distintos políticos, que expresaban ideológicamente los intereses de estas alianzas.
A partir de la Independencia, el Perú sufrió una fragmentación política que origino una profunda inestabilidad; al eliminarse el estrato colonial dominante y la desarticulación de las masas populares se produjo un vacío de poder que ni los jefes militares ni las fracciones oligárquicas pudieron llenar, por su incapacidad de integrarse políticamente y, en consecuencia, tampoco pudo integrar a la población dominada, restando así posibilidades para la constitución real de un Estado y una Nación.
La desintegración del orden patrimonial y la ruptura del comercio colonial derivaron un proceso de feudalización política y de retraimiento económico general. La perdida de la legitimidad política del estrato criollo dominante, dieron oportunidad a que los grupos de poder regional y locales se encontraran en una situación de autonomía frente a cualquier pretendido centro nacional.
Ante la falta de un grupo capaz de ejercer la hegemonía dentro de un marco institucional, la política peruana se institucionalizo en las formas coloniales de dominación. La recomposición social se expreso en la pugna entre “conservadores” y “liberales”. Estas luchas ideológicas afirmaban las posiciones de los distintos bandos en su afán de lograr un orden institucional que diera lineamientos a la integración política de los pobladores. En términos generales, conservadores y liberales propugnaban formas contrapuestas de organización social y política, ocultándose detrás de ellas intereses concretos de los diferentes sectores que pretendían hegemonizar la maltrecha sociedad. Mientras los conservadores enfatizaban la necesidad de imponer orden y unidad, los liberales insistían en la necesidad de promover y generalizar la participación ciudadana a múltiples niveles, a fin de robustecer el espíritu cívico y la naturaleza republicana del Estado.
La ruptura de la articulación mercantil y colonial del Perú con España produjo un fraccionamiento de las relaciones económicas. En estas circunstancias se da un nuevo pacto colonial, aunque esta vez entre una República “independiente”, con los dos países que emergían como centros capitalistas industriales, Inglaterra y Francia. Este comercio hizo posible que el Perú se restableciera de su debilitada conexión económica europea, con intensidad tal que ningún país del área había logrado hasta entonces.
Este crecimiento del comercio exterior se fundó en el guano de las Islas, que permitía un sustantivo incremento de la población agrícola de los países importadores, en pleno proceso de desarrollo capitalista. Entre 1850 y 1860, el guano llego a constituir el primer producto que Inglaterra importaba de América Latina.
La derrota que sufriera de manos de la burguesía chilena y de su Estado, provoco un definitivo y aparatoso descalabro político, sellando la tendencia existente. Los desperdiciados recursos guaneros y la bancarrota fiscal que se evidencio con la derrota de la guerra del Pacifico, crearon las condiciones propicias para que subsiguientemente el capitalismo internacional se enclavara en los principales ejes de producción. Cerca de 30 años el Perú había contado con suficientes recursos para lograr un vigoroso crecimiento económico que facilitara su constitución como República, pero la conformación colonial de la sociedad y su desintegración política anularon cualquier posibilidad; esta situación definió la bancarrota política de la burguesía comercial.
Después de la guerra con chile, hay una necesidad urgente de legitimar a la clase propietaria sobre los campesinos mediante su peruanización. Esto mediante la construcción de un Estado Nación que se entendía como: a) Constitución de una clase dominante que organice la economía centralizada en el Estado; y, b) Integración, coherencia, estabilidad para la inserción interna con el capital extranjero. Luego de la salida de Chile del Perú, hay una lucha política entre Piérola que representaba los intereses de una nacionalismo terrateniente y Cáceres que impulsaba el desarrollo de una burguesía vista como extranjerizante.
En esta lucha, Piérola resulta vencedor y se instala la república aristocrática, que paradójicamente se inicia con un impulso al criticado desarrollo capitalista. El sector burgués desplaza a los terratenientes por el control político y económico con el apoyo de Piérola y se continúa con la ejecución del contrato Grace. Además desarrolla las siguientes instituciones: Adopción del patrón del oro; creación de instituciones privadas para la recaudación de impuestos; formación de instituciones de agricultura y minería; reconstrucción del aparato productivo (gracias a la demanda externa de azúcar, algodón y plata); y. hay una apertura hacia el capital extranjero.
En relación a este último punto, el capital extranjero ingresa en su fase imperialista. Los extranjeros ingresan desde la producción de materias primas (principalmente en minería y agricultura) comercialización, transporte, financiamiento. Se produce una integración horizontal del capital extranjero, a la cual se le denomina constitución neocolonial de la economía peruana, pues impidió la constitución de una economía peruana, ya que el objetivo extranjero era proveer el menor costo posible las materias primas a sus casas matrices, con uso de tecnología también extranjera. Son empresas generadoras de enclaves porque restringen el desarrollo del mercado interno, bloqueando el proceso de industrialización.
Se habla de un doble juego: Carácter imperialista del capital extranjero y uso de fuerza de trabajo precapitalista; dejando una burguesía que pierde la posibilidad de dirigir la transformación capitalista; toda vez, que el capitalismo burgués carecía de capitales y de mano de obra dispuesta a proletarizarse. Este tipo de capitalismo generó contradicciones entre los poseedores de la propiedad y los sectores populares. Los trabajadores populares de organizaron en agrupaciones de protesta como los estibadores del Callao y la confederación de artesanos que solicitaban menos horas de trabajo y legislación adecuada para su bienestar.
Con la entrada del Presidente José Pardo, las iniciativas legislativas
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