Historia de América

Esta Historia de América quiere ser un aporte para un proceso que se me ocurre complejo y dilatado, pero sumamente necesario. Se trata de discutir, entre otros múltiples asuntos, muchos temas que de una forma esquemática se abordan en este libro, como el significado del descubrimiento y de la conquista o su impacto sobre los pueblos asentados en las distintas zonas de la región. Es curioso, pero en estos momentos se ha optado en muchos foros proclives al indigenismo por la denominación de pueblos originarios para aludir a los pueblos indígenas. Ocurre, pese a todo, que muchos pueblos originarios en realidad eran invasores y se instalaron en la región que controlaban tras expulsar a otros pueblos indígenas, más originarios que ellos. Pero no es lo único que hay que discutir. Hay también que profundizar en todo lo positivo y negativo que supuso la occidentalización y la evangelización para unos pueblos refractarios a incorporar los valores, usos y costumbres.

Más modernamente hay otros temas que merecerían nuestra atención, como el significado de la democracia en América Latina. Resulta frecuente oír que se trata de un sistema transplantado del exterior, de Europa y de Estados Unidos, y que por tanto no tiene en cuenta los verdaderos sentimientos de los latinoamericanos. En realidad, la democracia en América Latina es con sustancial al desarrollo republicano y salvo que se diga que el republicanismo, y el sistema político que lo sostiene, es ajeno a esa realidad, no queda más remedio que profundizar en estas cuestiones, tal como lo está haciendo la moderna historia política latinoamericana, que tanto ha avanzado en los últimos veinte arios y que ha dado tantos y tan buenos estudios. Junto a ese afán de participar en el debate de los bicentenarios, esta Historia de América tiene otro gran objetivo y es transmitir a los lectores los conceptos básicos para que se formen una idéalo más acabada posible de la realidad latinoamericana, un continente complejo, extenso, diverso y de muy difícil generalización. Más allá del debate sobre la unidad o la diversidad de América Latina, lo cierto es que esta obra se beneficia de la doble identidad del autor, española y argentina (latinoamericana), lo que permite incorporar al tratamiento de la historia de América una doble perspectiva, no siempre coincidente, muchas veces antagónica, pero cuya convergencia es el único camino para avanzar en esa historia en común de la que se hablaba más arriba.

A continuación resumiremos lo más importante del libro “La historia de América” de Carlos Malamud.

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