La Colonización De América Del Norte

LA COLONIZACIÓN DE AMÉRICA

En el siglo XVII en Inglaterra existía una situación económica, social y política que estimulaba el desarrollo de la expansión colonial. Contaba con un creciente patrimonio de comerciantes, terratenientes feudales arruinados, hombres y mujeres despojados de sus tierras, artesanos desempleados, protestantes que buscaban plena libertad religiosa, los cuales tenían un motivo para participar en la colonización.

La población fundamental que emigró a América, fundó en el periodo de 1600 a 1640, las primeras colonias: Virginia, Massachusetts, Rhode Island, Connecticut, New Hampshire y Maryland. Estas colonias se formaron por grupos de comerciantes londinenses que reunieron sus fondos junto con los de comerciantes, mercaderes, almaceneros, vendedores, etcétera, apoyados por la Compañía de Londres que fue la encargada de fundar y colonizar a Virginia. Para la colonización la compañía envió a caballeros arruinados, y presidiarios; una minoría eran artesanos y campesinos. Tuvieron que aprender a talar bosques, construir casas, hacer ejercicios y asegurarse la subsistencia.

La primera colonia permanente en la costa norte fue Plymouth (1620) fundada por peregrinos ingleses, agricultores, trabajadores y artesanos. Otros emigrantes ingleses crearon otras colonias a lo largo de la costa. Estas fueron fundadas por una gran cooperación mercantil llamada Bahía de Massachusetts, la cual absorbió a la población de Plymouth. Fundaron, además la ciudad de Boston, que progresó rápidamente. Estas fundaciones también estuvieron a cargo de compañías comerciales.

Durante este periodo, grupos de colonos separados de Massachusetts fundaron nuevas colonias: Rhode Island, Connecticut y New Hampshire. Los colonos, en la búsqueda de mejores suelos, marcharon al oeste. Otras colonias crecieron y formaron la provincia de Hampshire. Estas cuatro colonias formaron Nueva Inglaterra, núcleo original de la civilización americana. Más al sur fundaron la colonia de Maryland. En este período los colonos ingleses se asentaron también en las islas del Caribe (Barbados, St. Kitts, Nevis, Jamaica) llamadas Indias Occidentales.

El reparto de tierras estableció la base de la propiedad de la tierra en Virginia. Las características del clima, posibilitaban el desarrollo de diferentes cultivos, especialmente el tabaco, de gran demanda en Inglaterra. La costa, bordeada por bahías, facilitaba la actividad comercial.

Las actividades económicas fundamentales en las colonias del Norte fueron el comercio y la industria: pesquera, maderera, construcción de barcos, etc. La fuerza de trabajo eran jornaleros o trabajadores asalariados. No aplicaron la esclavitud aborigen; las comunidades indígenas fueron maltratadas y expulsadas de sus tierras.

El desarrollo de la industria y el comercio permitió el desarrollo de una clase minoritaria de comerciantes e industriales y de una clase mayoritaria de trabajadores asalariados, en las colonias del norte, que alcanzaron un desarrollo económico capitalista. Las colonias del sur tenían un desarrollo fundamentalmente agrícola, con su base en la economía de plantaciones. La fuerza de trabajo que se empleó fue la del siervo escriturado, primero y más tarde, se generalizó la del negro esclavo, utilizado, además, en las labores domésticas. Los cultivos principales eran el tabaco y el algodón.

La colonización inglesa en América permitió desde sus inicios la libertad comercial y la creación en cada colonia de leyes y ordenanzas propia, lo que facilitó su evolución y desarrollo económico, comercial y político.

En las colonias de Norteamérica prevalecieron las granjas de policultivo y el desarrollo de las manufacturas así como un activo comercio entre las colonias del norte y centro, que contribuyó a la acumulación de sus propios capitales independientes de la metrópoli. En las colonias del sur se desarrollo una economía de plantación con trabajo esclavo, cuyas producciones de materias primas estaban dirigidas a la industria norteña. Los lazos de estas colonias con su metrópoli eran más débiles que los de las colonias hispanoamericanas. La organización política de las colonias inglesas se apoyó en las asambleas coloniales, lo que permitió a los colonos mayores libertades de acción en el terreno político.

En 1775 los colonos radicados en la costa atlántica de América del Norte se rebelaron contra la metrópoli inglesa. Entre las causas específicas de la insurrección se encontraba el obstáculo que el colonialismo británico interponía al desarrollo capitalista de sus importantes colonias norteamericanas.

A las restricciones que afectaban sobre todo a la naciente burguesía de Nueva Inglaterra, se le sumaba el pesado fardo del endeudamiento, el precio arbitrario establecido a sus exportaciones de tabaco y a las manufacturas que importaban, así como la prohibición de expandirse a las tierras situadas al oeste de la cordillera de los Apalaches, mediante la Proclama Real de 1763, por esta causa los colonos y comerciantes de Norteamérica se vieron seriamente afectados.

Las relaciones entre las colonias y la metrópoli se fueron tornando cada vez más tensas, en las que no faltaban con frecuencia incidentes violentos. La única salida que les quedaba a los colonos era la separación de Inglaterra.

La crisis sobrevino en 1773 a partir de las restricciones al comercio del té. El 5 de septiembre de 1774 tuvo lugar el Primer Congreso Continental de las Trece Colonias. Siete meses después, el 19 de abril de 1775 se inició la Guerra de Independencia de las Trece Colonias con los primeros enfrentamientos armados entre los colonos y las tropas inglesas.

En mayo de 1775 tiene lugar el Segundo Congreso Continental. George Washington, considerado el más acaudalado colono norteamericano, fue electo Comandante de las fuerzas norteamericanas,

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