La Delicuencia En Colombia

LA DELICUENCIA EN COLOMBIA

Para nadie es un secreto que en Colombia como en cualquier otro país hay delincuencia, en nuestro país se realizan brigadas policiales especializadas para brindarle a los residentes una mejor seguridad, no obstante, resulta inútil porque a medida que va pasando el tiempo ha incrementado llegando tal punto que muchos han perdido la vida al tratar de defender sus objetos personales.

La delincuencia se refiere a un conjunto de actos en contra de la ley, tipificados por la ley y merecedores de castigo por la sociedad, en diferentes grados. Se podría definir también como una conducta por parte de una o varias personas que no coinciden con las requeridas en una sociedad determinada, que atentas contra las leyes de dicha sociedad.

De alguna u otra manera conlleva a la violencia; otro gran tema a debatir y al cual tampoco se le ha dado solución, se habla tanto de ponerle fin a toda esta problemática pero resulta con fines fallidos, pero esta delincuencia incluiría entre otros también la mentalidad tercermundista con énfasis en complejos de superioridad e inferioridad mezclados. Por otra parte, la educación escolar es deficiente concerniente a la actitud de los niños para realizar un proyecto que solo buscan el control por el miedo.

Los barrios populares de las grandes ciudades se ven afectados por la delincuencia, la excusa es a menudo la falta de empleos, pero la verdad es la falta de voluntad de los hombres a trabajar por algo.

Karl Marx en un de sus muchos artículos elogia el crimen: “El filósofo produce ideas, el poeta poemas, el cura sermones, e profesor compendios, etc. El delincuente produce delitos. Fijémonos un poco mas de cerca en la conexión que existe entre esta última rama de producción y el conjunto de la sociedad, y ello nos ayudará a sobreponernos a muchos prejuicios. El delincuente no produce solamente delitos: Produce, además, el derecho penal.

Produce, así mismo, toda la policía y la administración de justicia penal: esbirros, jueces, verdugos, jurados, etc., y a su vez, todas estas diferentes ramas de industria que representa otras tantas categorías de la división social del trabajo; desarrollan diferentes capacidades del espíritu humano, crean nuevas necesidades y nuevos modos de satisfacerlas. Solamente la tortura ha dado pre a las mas ingeniosos inventos mecánicos y ocupa, en la producción de sus instrumentos, a gran número de horarios artesanos.

El delincuente produce una impresión, una unas veces moral otras veces trágica, según las cosas, prestando con ello un “servicio” al movimiento de los sentimientos morales y estéticos del público. No solo produce manuales de derecho penal, códigos penales y, por tanto, legisladores que se ocupan de los delitos y las penas; produce también arte, literatura, novelas e incluso tragedias, como lo demuestran no solo la culpa de Müller o los bandidos de Schiller,

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