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La Industrialización en Estados Unidos Las etapas de la industrialización norteamericana


Enviado por   •  30 de Abril de 2018  •  Apuntes  •  2.600 Palabras (11 Páginas)  •  1.379 Visitas

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La Revolución Industrial en Estados Unidos

Las etapas de la industrialización norteamericana

En primer lugar, hay que destacar que no se identifica con claridad una etapa de “despegue”. La economía y la industria crecieron en forma sostenida en el transcurso de todo el siglo XIX, aunque con mayor velocidad después del fin de la guerra civil.

El proceso de industrialización en Estados Unidos se vio favorecido por la disponibilidad de recursos naturales y por la existencia de un inmenso mercado interno, con un extraordinario aumento de la población gracias a la inmigración masiva y a las altas tasas de crecimiento vegetativo. Además, estos factores se combinaron con un proceso constante de innovación tecnológica y organizativa.

En la etapa colonial, la economía era fundamentalmente agraria: en el norte predominaban las explotaciones agrícolas familiares, y en el sur, las grandes plantaciones esclavistas. La producción industrial era limitada y se llevaba a cabo en unidades domésticas o en talleres artesanales.

La situación comenzó a cambiar con la revolución de la independencia, que liberó al territorio del mercantilismo británico y le dio la estabilidad política necesaria para la expansión comercial.

Primeras tentativas industriales (1780-1920): Fue un período en el cual la producción industrial se expandió y en el que comenzó la mecanización, sobre todo en la industria textil.

En esta etapa la industrialización tropezó con dificultades considerables. En primer lugar, la escasez y la dispersión del mercado interno: la población era muy pequeña, diseminada en un territorio muy vasto y con un grado de urbanización muy bajo. Las comunicaciones eran muy difíciles porque las distancias eran muy grandes, y el sistema de transportes, inadecuado. Otros obstáculos eran la escasez de capitales y de mano de obra, y los altos costos de producción.

Al mismo tiempo, las posibilidades de desarrollo industrial se vieron estimuladas por la expansión del comercio exterior. La ruptura con Inglaterra alteró las viejas prácticas comerciales y abrió nuevas regiones al intercambio. La transformación más decisiva fue el crecimiento del comercio del algodón, que contribuyó al desarrollo de la actividad comercial, del transporte y del sistema financiero, y a la acumulación de capitales.

La era de la industrialización (1820-1860): Fue el período en el que la industria manufacturera se afirmó en una serie de sectores, con el liderazgo de la industria textil. La región más dinámica, en la que se concentró la actividad industrial, fue la del nordeste.

El desarrollo industrial y la difusión del sistema de fábrica se vieron estimulados por la construcción de los ferrocarriles. En una primera etapa, la red ferroviaria complementó a la de vías fluviales, pero luego pasó a ser un factor clave en la unificación del mercado interno. En los últimos años, la industrialización se basó, sobre todo, en la producción de bienes de consumo.

La industria textil generó fuertes eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante. En el primer caso, impulsó la fabricación de maquinaria textil. Las fábricas de maquinaria textil fueron el punto de partida para el desarrollo de la industria mecánica, ya que dieron origen a establecimientos dedicados a la fabricación de otros tipos de bienes, desde máquinas y herramientas hasta locomotoras. Hacia adelante, derivó en la industria del vestido.

En esta etapa, el desarrollo de la industria del hierro fue todavía limitado. Ello se debió, en parte, a la escasez de carbón en la zona de la primera industrialización y a las dificultades de comunicación con las áreas de producción. El hecho de que la oferta de carbón fuera escasa estimuló el uso de la energía hidráulica. El hierro que se usó en las primeras etapas de la construcción de los ferrocarriles se importaba.

Afirmación de los Estados Unidos como nación industrial (1860-1914): La industria incrementó su participación en el producto nacional y el proceso de urbanización se aceleró. Mientras que entre 1860 y 1910 la población rural se duplicó, la población urbana se multiplicó por siete. El mercado interno se amplió considerablemente gracias al crecimiento de la población, a la extensión de la red ferroviaria y a la difusión del uso del telégrafo.

En esta etapa hubo cambios notables en la estructura de la industria, y el liderazgo pasó de los sectores productores de bienes de consumo a los productores de bienes de capital.

En la industria, el proceso de innovación tecnológica fue constante, y las ramas que más crecieron fueron la del hierro y el acero, la mecánica y la producción de bienes de consumo durables. Entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, comenzó la expansión de nuevos sectores, como la industria automotriz y la refinación de petróleo.

Junto con la expansión y transformación de la industria, hubo variaciones en su distribución regional, algunas zonas especializándose en determinados sectores y otras en otros.

Por el volumen de su producción, en 1914, los Estados Unidos eran el país más industrializado del mundo, y su ingreso per cápita estaba entre los más elevados.

La población, el mercado interno y los recursos naturales

A diferencia de los países europeos, la industrialización en Estados Unidos se basó casi exclusivamente en el mercado interno, aunque su participación en el mercado externo se incrementó sensiblemente.

Aunque las exportaciones contribuyeron a la expansión de la economía, la tasa de crecimiento del comercio exterior fue menor que la de la producción, y las exportaciones de materias primas y alimentos fueron las dominantes. El algodón fue el rubro más importante, pero posteriormente fue desplazado por los granos.

Si bien la proporción de bienes exportados en relación a la producción industrial total fue aumentando significativamente desde 1880, hasta la Primera Guerra Mundial el comercio exterior cumplió un rol mucho más decisivo como factor de expansión del sector primario que de la industria, cuya producción era absorbida mayoritariamente por un mercado interno cuya demanda crecía en forma incesante.

Para 1910, la población de los Estados Unidos era mucho mayor que la de cualquier país europeo. El gran aumento de la población norteamericana se debió principalmente a la inmigración europea.

La fuerza del mercado interno no se explica solo por el número de habitantes, sino también por su capacidad de demanda y por la integración de la población al mercado. En este sentido, el proceso de urbanización y la política de distribución de tierras, que favoreció la conformación de un amplio estrato de propietarios rurales, crearon una fuerte demanda que pudo ser cubierta a medida que el desarrollo de los transportes fue unificando el territorio.

Los Estados Unidos además tenían una dotación privilegiada de recursos naturales. Poseían vastas tierras fértiles y abundantes recursos minerales en oro, hierro, carbón y petróleo. También contaban con abundante madera y cursos de agua en las primeras zonas industriales, lo que permitió obtener energía barata antes de que comenzara la explotación del carbón.

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