La Odisea
Enviado por Aidillidia • 20 de Junio de 2013 • 2.723 Palabras (11 Páginas) • 454 Visitas
El
poeta invoca a la musa para que empiece el relato del héroe que estuvo
peregrinando por largo tiempo después de la destrucción de Troya.
Durante el concilio de los dioses con la ausencia de Poseidón, quien ha
perseguido a Odiseo durante muchos años. El cual está detenido en la
isla de Calipso. Atenea habla en favor de que Odiseo regrese a su
hogar. Zeus y los demás dioses están de acuerdo. Atenea disfrazada del
rey Mentes desciende a Itaca para arengar a Telémaco, hijo de Odiseo, a
que vaya a buscar a su padre. Su casa está llena de los pretendientes
de su madre, Penelopea, quien ha retrasado la decisión de volverse a
casar. Telémaco le explica a Atenea en la figura de Mentes, que los
pretendientes destruyen su casa y sus posesiones. Mentes predice el
regreso de Odiseo y le dice que actúe como un hombre y que presente su
caso a la asamblea. Penelopea oye desde lo alto de la casa una canción
que la entristece y baja a pedirle al bardo Femio que deje de cantar.
Telémaco aprovecha la ocasión para reafirmarse a sí mismo y le dice a
su madre que suba a sus habitaciones y le deje esos asuntos a él pues
tiene el mando de la casa.
Canto II
Telémaco convoca a la
asamblea, siendo la primera vez que se hace desde la partida de Odiseo
veinte años atrás; les pide a los pretendientes que dejen de
desperdiciar sus bienes y demanda que se vayan de su palacio. A lo que
Antínoo y Eurímaco le responden con burlas y desprecio, que Penelopea
podría resolverlo si escoge un nuevo marido. Haliterses les vaticina el
regreso de Odiseo y la matanza que de ellos hará. En el ágora no le
proporcionan el barco a Telémaco para ir en busca de noticias sobre su
padre, por le que le pide ayuda a Atenea, quien en su disfraz de
Mentor, viejo amigo de su padre y responsable del cuidado de sus
propiedades, le consigue prestado el barco y a una tripulación.
Telémaco parte a hurtadillas y de noche.
Canto III
La
siguiente mañana, Telémaco y Mentor llegan a Pilos e invitados por
Néstor, participan en una hecatombe para Poseidón. El rey Néstor les
relata el regreso de otros héroes desde Troya y la muerte de Agamemnón,
pero no tiene información específica de Odiseo. Les sugiere que vayan a
Esparta a hablar con Menelao, quien acaba de regresar de largos viajes.
Atenea se desaparece milagrosamente. Impresionado que un joven esté
escoltado por una diosa, Néstor arregla que su hijo Pisístrato acompañe
a Telémaco a Esparta.
Canto IV
Telémaco y Pisístrato son
hospedados por el rey Menelao y la reina Helena, quienes les relatan
sus experiencias con Odiseo de la guerra troyana. Al siguiente día,
Menelao les cuenta como el dios Proteo, el viejo del mar, le reveló que
Odiseo era cautivo de Calipso. Mientras tanto, en Itaca, los
pretendientes se dan cuenta que Telémaco zarpó y hacen planes para
emboscarlo y matarlo cuando regrese. Penelopea se postra de terror al
enterarse de estos planes, pero Atenea la calma a través de un sueño.
Canto V
En
un segundo concilio de los dioses, Atenea insiste en ayudar a Odiseo.
Zeus le pide a Hermes que le diga a la ninfa Calipso que lo libere, y
vaticina que en veinte días llegará con los feacios quienes lo ayudarán
a llegar a Itaca. Calipso le dice a Hermes que los dioses le tienen
envidia pero asegura que hará lo que Zeus le pide y ayuda a Odiseo a
construir una balsa, le da víveres y lo aconseja. Después de navegar
dieciocho días Odiseo ve tierra pero Poseidón lo ve a él en la balsa y
provoca una tormenta que la destruye. Ino Leucotea, ninfa marina, le da
un velo inmortal para que ayude a Odiseo a llegar a tierra lo que logra
después de dos días en el mar. Finalmente, llega a la costa de
Esqueria, donde cansado y maltrecho, se cubre con hojas y cae dormido
bajo árboles de olivo y acebuche.
Canto VI
En un sueño,
Atenea visita a la princesa Nausícaa, hija de Alcínoo, rey de Esqueria,
y urgiéndola a tener sus responsabilidades como mujer en edad de
casarse. Al despertar, Nausícaa le pide a su padre un carro con mulas
para ir a lavar la ropa al río. Mientras ella y sus esclavas
descansaban y jugaban a la pelota, Odiseo se despertó y le pidió ayuda
a la princesa. Nausícaa impresionada por su forma de hablar, le da
alimento y ropas, y le dice que la siga hacia la casa del rey y cómo
pedirle a su madre, la reina, hospitalidad. Le indica un bosque
consagrado a Atenea a las afueras de la ciudad donde puede descansar.
Odiseo aprovecha la ocasión para rogarle a la diosa que lo reciban y lo
ayuden a llegar a su patria.
Canto VII
Atenea disfrazada
de una feacia, conduce a Odiseo al palacio del rey Alcínoo. Odiseo
solicita la compasión de la reina Arete quien nota que lleva puestos
ropas que hizo ella misma y le pide una explicación de su viaje y de
como llegó a Esqueria. Odiseo les relata su cautiverio en la isla de
Calipso, su reciente liberación, la tormenta y la ayuda de Nausícaa. El
rey Ancínoo se impresiona del relato y del hombre que lo cuenta y le
ofrece a Odiseo la mano de su hija o en si lo prefiere, la ayuda para
llegar a su patria. Los feacios todavía no saben el nombre de Odiseo.
Canto VIII
Al
día siguiente, Alcínoo ordena una fiesta y la celebración de juegos en
honor a su huésped. Laodamante provoca a Odiseo y cuando éste se enoja,
les gana en el lanzamiento de disco. En el banquete el aedo Demódoco
canta una historia cómica sobre los amoríos ilícitos de Ares y
Afrodita, esposa de Hefesto. Los feacios le dan muchos regalos a Odiseo
y Nausícaa le ruega que nunca se olvide de que fue ella la que lo
salvó. En el festín, Odiseo le solicita a Demódoco que cante sobre el
caballo de Troya. Cuando Alcínoo ve que Odiseo esta llorando pide que
el aedo deje de cantar pues lo que canta a lo mejor no es grato para
todos. Solicita a Odiseo a decir quién es y cuáles son sus desventuras.
Canto IX
Odiseo revela su identidad y empieza a contar sus
tres años de odisea, empezando desde la caída de Troya hasta que
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