La Visión De Los Vencidos
Enviado por GuizadoCarolina • 16 de Marzo de 2014 • 1.398 Palabras (6 Páginas) • 274 Visitas
LA VISIÓN DE LOS VENCIDOS (ensayo)
El señor Miguel León Portilla, con la ayuda de Ángel María Garibay K. (en la versión de los textos), y de Alberto Beltrán (en ilustraciones), nos dan a conocer en su libro “La Visión de los Vencidos” un poco mejor acerca de la conquista de toda la zona de México entre los siglos XVI y XVII, tiempo después de la llegada de Hernán Cortés y sus hombres a los territorios de México-Tenochtitlan.
En su prefacio nos dice el señor León Portilla brevemente de lo nuevo que tiene esta edición (vigésimo octava para ser exactos), de su nuevo capítulo titulado “Lo que siguió”, que como nos indica, habla de lo que paso tiempo después de la rendición de los mexicas y sus aliados ante los españoles.
En su introducción general nos comenta de lo que habla el libro principalmente y de sus fuentes de información como algunos textos de Garibay K.; la “Historia de Tlaxcala” de Diego Muñoz Camargo; el “Códice Florentino” de los informantes de Sahagún; y algunos otros códices y escritos.
En un principio del libro nos narra acerca de los ocho “presagios funestos” que tuvieron los mexicas años antes que llegaran los españoles a las tierras de México-Tenochtitlan como son: una “llama” de fuego en el cielo; el que la “casa de Huitzilopochtli” ardiera en llamas de forma espontánea; que el templo de Xiuhtecuhtli fuera herido por un rayo; la caída de un fuego dividido en tres partes; que el viento hiciera hervir el agua de una laguna; el lamento de una mujer (al parecer Cihuacóatl, antecedente de la celebre “llorona”); el que Motecuhzoma viera en un pájaro parecido a la grulla el cielo y las estrellas, por lo que tuvo un mal presagio; y el que hubieran de repente muchas personas deformes. También en Tlaxcala hubo otros presagios.
Después nos cuentan de las primeras noticias acerca de la llegada de los españoles a las costas del golfo de México, según los nativos en unas “torres o cerros” flotando en el mar. También habla después de los preparativos que hizo Motecuhzoma al enterarse de esto, y de las ofrendas que les envió como comida y cosas de orfebrería.
Para el tercer capítulo los mensajeros de Motecuhzoma van con los españoles, les entregan las cosas que su “rey” (como lo llaman los españoles) Motecuhzoma les ordena, al entregarles las cosas a los españoles, estos los asustan con sus armas, al punto de que se desmayaran los mexicas. Nos cuenta el libro lo que vieron y dijeron sus representantes a Motecuhzoma como lo de los hombres encima de “venados” que eran los caballos, de cómo eran aquellos hombres y otras cosas que observaron.
El cuarto capítulo explica como reaccionó Motecuhzoma ante la noticia, dado que el pensó que los españoles eran el dios Quetzalcoatl y los otros dioses que habían vuelto; él mandó magos y hechiceros (para que se fueran), guerreros y otras personas que les dieron cosas de comer (tanto para ellos como para sus caballos), para que quedaran satisfechos. También les llevó cautivos para que les hicieran sacrificios (lo cual les dio mucho asco a los españoles). Al enterarse Motecuhzoma que sus magos habían fracasado, él y el pueblo azteca se llenaron de terror y angustia, al grado de que este (Motecuhzoma) pensara en huir (algo que no pudo hacer).
En el capítulo número cinco informa que los españoles se han puesto en marcha, con ayuda de un hombre de Cempoalla (yo creó que es Cempoala) llamado Tlacochcálcatl, les ayudó en el camino guiándolos, al llegar a Tecoac (pueblo otomí tlaxcalteca), los del lugar salieron en son de guerra, pero los otros (españoles) los vencieron dividiéndolos, y al enterarse los demás tlaxcaltecas se unieron a ellos, y en un principio pelearon y vencieron a los de Cholula (enemigos de los tlaxcaltecas y aliados de los mexicas).
Luego habla de un nuevo envió por parte de Motecuhzoma hacia los españoles en el llamado “El Tajón del Águila” en las inmediaciones de los volcanes; también dice que Tzihuacpopocatzin (el que encabezaba el envío) se hizo pasar por Motecuhzoma, aunque no le creyeron, por que varios de sus aliados tlaxcaltecas y de otros pueblos los conocían; por último nos comenta de otro intento para que se fueran los españoles por parte de
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