La ética Entre La Globalización Y La Multiculturalidad
Enviado por AmiCasru • 18 de Septiembre de 2013 • 8.343 Palabras (34 Páginas) • 537 Visitas
Introducción
¿Por qué pensar sobre la cultura en nuestros días? Pensar la cultura es pensar en el ser humano y su vida en la sociedad contemporánea. No se trata de inventar nuevos problemas, sino de ver otras perspectivas desde donde poder pensar al ser humano, tanto en su actividad política, económica, social, filosófica, científica y religiosa.
Los seres humanos nos hemos puesto en un reto mucho mayor que en las épocas anteriores. Existe toda una expresión de diversos grupos culturales, de corte religioso, tradicional, esotérico, racial, étnico, nacional, etc. Cada uno sosteniendo su derecho a vivir libremente. Tales son los casos de conflictos creados por los Servios con los Croatas y Bosnios que originó un serio conflicto armado (incluyendo las masacres llamadas “limpiezas étnicas”) en el seno de la cultura occidental en los años 90. Los sentimientos de xenofobia en Europa, Estados Unidos y en otras partes del mundo. Movimientos separatistas en la ex-Unión Soviética, la India, Sri Lanka, etc. La autoafirmación del Islam -y con él toda su tradición- en el corazón de Europa cristiana. La marginación de los grupos indígenas en Latinoamérica frente a las trasnacionales petroleras y mineras. El crecimiento de múltiples grupos religiosos en América, que van desde movimientos religiosos indígenas hasta neocatecúmenos, pasando por grupos orientales, evangélicos, pentecostales, etc. Y todos afirmando su derecho a ser reconocidos, a ser respetados, a no ser marginados. Y la sociedad liberal con sus principios de respeto a todo credo religioso o político, pretende hacernos creer que eso significa el auge de la libertad. ¿Por qué estamos en esta situación? ¿Qué la ha originado? ¿Se trata del despliegue de la libertad en esta época liberal? ¿O es que está sucediendo algo mucho más profundo? ¿Está la salida sólo en respetar los derechos de los demás, es decir, en una mentalidad jurídica? ¿O se trata de proponer una ética universal, válida para todos los seres humanos sin excepción?
Nuestra ponencia está dividida en cinco partes: en primer lugar vamos a presentar el concepto de cultura con el cual vamos a trabajar; en segundo lugar, veremos los lazos de la globalización con la metafísica occidental; en tercer lugar, reflexionaremos sobre la tensión entre la monocultura global y la interculturalidad; en cuarto lugar, haremos una reflexión ética de la situación del ser humano en esta monocultura global; en quinto lugar, terminaremos señalando los retos éticos de esta globalización y las posibilidades de una ética universal. Nuestro enfoque tiene dos características: por un lado, una crítica ética a la globalización, por otro lado, utilizaremos metodológicamente una perspectiva global. Y es que urge un cambio de perspectiva. No podemos seguir viendo a la “monocultura global” desde nuestro mundo diferenciado, tenemos que verla desde una perspectiva global, desde una perspectiva cosmopolita, tanto para entender el fenómeno de la globalización como para darle un nuevo dinamismo a nuestras propias culturas.
1. Cultura, definiciones y tendencias
¿Qué es la cultura? La cultura como definición es una abstracción, necesaria para entender dicha realidad. Así, lo que existe es una pluralidad de culturas. Pero, ¿no estará creando la globalización una cultura humana, identificando así la definición con la realidad? Presentaremos una definición de cultura y de ahí veremos sus características. Y como estamos hablando de globalización señalaré tres tendencias que las culturas han tenido cuando crecieron demasiado.
Definición subjetivista.- En la historia de esta palabra se han dado definiciones que resaltan el aspecto subjetivo y objetivo. Desde el aspecto subjetivo se entiende por cultura la formación del espíritu, entonces se dice que una persona es culta porque ha formado su personalidad (sensibilidad, gustos, inteligencia, etc).
Definición objetivista.- También suele entenderse por cultura la formación del espíritu colectivo, que se expresa en la producción artística, literaria, en la religión y el pensamiento filosófico. Un pueblo es culto en la medida que tiene una rica tradición en arte, religión y filosofía.
Errores de las definiciones.- Ambas definiciones, como se aprecia, no se encuentran separadas. Son dos aspectos de una misma realidad. Pero comparten algunos errores:
a) El prejuicio platónico-aristotélico de separación del trabajo, de la artesanía, de la técnica y de la economía.
b) Además, llevan internamente el prejuicio de creer que hay pueblos sin cultura (no civilizados), lo cual no es aceptado hoy por las Ciencias Sociales.
c) Dichas definiciones ya plantean la cultura en términos de oposiciones, lo cual es todavía de uso común: cultura-naturaleza, cultura-sociedad, cultura-economía, cultura-mundo interior, etc.
d) La tradición marxista ortodoxa, tratando de superar la deficiencia de estas definiciones, pensó que la cultura era la superestructura ideológica de una sociedad la cual dependía de la infraestructura material de dicha sociedad. De ese modo, quiso establecer un puente entre cultura y relaciones económicas. Pero ahora somos conscientes de que las relaciones económicas, la tecnología, la base material de la sociedad también forma parte de la cultura.
Definición y características.- Por lo anterior, la cultura no es el simple adorno individual o social, ni es tampoco la simple superestructura social. ¿Cómo definir entonces la cultura? Vamos a entender por cultura los significados compartidos en una sociedad los cuales permiten la manera de vivir del grupo humano. Esos significados compartidos son sistema de valores, símbolos y mentalidades que estructuran los grupos sociales. Desde ese punto de vista, tanto la ciencia, la técnica, el arte, la filosofía, etc. comparten significados que dan unidad a toda la diversidad de manifestaciones culturales. Significados compartidos que se aprenden y trasmiten creando así la tradición que siempre es dinámica.
A partir de esta definición de cultura, queremos hacer relevante su contenido ético:
a) Carácter ontológico: La cultura hace referencia al nuestro ser, no es un ornato ni un saber para privilegiados. Lo que somos se constituye dentro y por la cultura que heredamos y constituimos.
La cultura no pertenece al orden del “tener” sino a la dimensión del “ser”. ([1])
Constituir nuestro ser significa constituir nuestra forma de ser, es decir, nuestra forma de vivir, significado primigenio de ética.
b) Carácter social: Una forma de vida que se constituye en comunidad. La cultura permite una solidaridad que le da cohesión al
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