Linea Del Tiempo Computacion

El camino por el oeste.

Todo comenzó cuando el sol salió, el gran señor se levanto de su lugar de sueño y siguió andando… vistió con su tan elegante vestimenta y un gran penacho que lo hacía ver supremo. Siguió caminando como todos los días lo estuvo haciendo, siempre hacia el oeste, el oeste que para él era la ruta correcta para cualquier cosa, era la salida y el descubrimiento de grandes horizontes y entonces fue al oeste, guiándose por la posición del Sol.

El sol, ese que siempre despierta con él, que lo ayuda a orientarse, que ilumina su camino y que sin él no puede seguir a su búsqueda. El que nunca acabará de venerar y de adorar. Porque para él es su Dios, todo se lo debe a él. Todas las tardes antes de que el sol se fuera para darle paso a la luna, el hace un ritual, una clase de danza en la cual le da las gracias por la ayuda de ese día.

El gran señor cuyo nombre es Quetzalcóatl está buscando… está buscando algún lugar donde poder venerar como se debe a el Sol. Un lugar que buscaba caminando hacia el oeste. Quetzalcóatl siguió su camino siempre acompañado del Sol.

En una ocasión llego a un pequeño bosque habitado por humanos, unos humanos que lo recibieron como a un gran extraño pero que al ver que sus intenciones no eran malas lo arroparon y le dieron ayuda. Entonces llego la noche y el sol comenzó a esconderse, enseguida la poca población de unas 20 personas comenzaron a asustarse, a gritar y enseguida corrieron hacia una especie de cueva, entraron, prendieron fuego y sintieron alivio. Al parecer esto ocurría todos los días que el sol se ocultaba. A lo que Quetzalcóatl obviamente no siguió y él como todos los días realizo su ritual de agradecimiento hacia el sol. Los pueblerinos, como es obvio, se sorprendieron al ver que a él no le asustaba la oscuridad y que al contrario parecía contento. Y el líder de ellos empezó a copear la danza que él hacía y así poco a poco todos se fueron integrando y lo hicieron alrededor de la fogata que tenían en la cueva. Quetzalcóatl se sintió un líder al hacer que todos agradecieran al Sol. Y él les explico que el Sol no se va, no los deja, que él viene a salvarlos de la oscuridad que por algún motivo siempre llega, y que deben de venerarlo como él lo hace a lo que ellos pensaron que realmente él era el que dirigía el sol, que él le pedía que saliera y que lo iluminara en su búsqueda y que en realidad el era el Dios del Sol y empezaron a llamarlo así. Y cada noche siguieron haciendo ese mismo ritual.

Ellos se hacían llamar los Yzaes y fueron encontrados por Quetzalcóatl y ahí estuvieron un tiempo. Venerando al sol como Quetzalcóatl les enseño. Pero a él no le gustaba mucho la idea de quedarse ahí. Aunque encontró algo, realmente no es lo que él quería, quería algo más grande y más para que muchos mas veneraran y creyeran en el sol y en algún momento agradecerle no solo con simples danzas si no, ahora, con sacrificios. Pero lo que él quería es conquistar a un pueblo más grande. Y hacer una especio de templo o edificio para el sol y hacer los sacrificios que el sol merecía.

Pero pensó en cambiar su ruta y no ir siempre al oeste. Decidió emprender expediciones acompañado de algunos pueblerinos con los que ahora vive y creían en el, todo con intención de regresar por los demás si encontraba algo o simplemente

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