Muerte del comandante Genaro Vázquez Rojas
Enviado por antistenescinico • 23 de Febrero de 2013 • 2.878 Palabras (12 Páginas) • 1.047 Visitas
2 de febrero de 1972. Muerte del comandante Genaro Vázquez Rojas
Por Iván Alonso Cuevas
El 2 de febrero, el 23 de septiembre, el 2 de diciembre, podrían ser otros tantos días del guerrillero heróico. Al pasar de los años pareciera que la muerte de tantos grandes hombres ha sido en vano, pero no es así; han dejado una semilla de dignidad que a nosotros nos toca cultivar. Es nuestro deber darle sentido a sus esfuerzos y vidas, por medio de la continuación de su lucha.
Al fin y al cabo, sabemos que esta causa, que es la de los mexicanos que verdaderamente aman a su patria, no morirá nunca y que finalmente, con los brazos y la decisión de los hombres y mujeres del pueblo de México, saldrá victoriosa por sobre sus enemigos… [Genaro Vázquez Rojas] (Ortiz, 1972, pág. 24).
Vida y lucha pacífica
Genaro Vázquez Rojas nació un 10 de junio de 1931 en San Luís Acatlán Guerrero. Su padre, Alfonso Vázquez, fue un líder campesino que llevó a Genaro desde chico a las asambleas de ejidatarios.
Estudió en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en el municipio de Tixtla Guerrero. Se graduó de la Escuela Nacional de Maestros en el Distrito Federal, donde fue líder de la Sociedad de Alumnos. Estudió leyes durante cuatro años en la Universidad Nacional Autónoma de México. A partir de 1957 se desempeñó como profesor en la ciudad de México y participó activamente en el movimiento magisterial por mejores salarios e independencia sindical. Durante el tiempo que estudió en la capital y mientras ejerció su profesión, jamás perdió contacto con los campesinos de Guerrero.
En 1957, en Guerrero, tomó posesión de la gubernatura el General Raúl Caballero Aburto, cuyo gobierno se caracterizó por la corrupción, la intransigencia y la represión brutal para con toda disidencia u oposición política.
En 1959 Genaro deja para siempre el magisterio y se aboca a la lucha en defensa de los campesinos. En ese año, participa en la constitución de la Asociación Cívica Guerrerense (ACG) que se forma de la unión de varias organizaciones de productores agrícolas para luchar en contra de los bajos precios que las compañías norteamericanas pagaban por sus productos.
En 1960, ante los abusos y corrupción del gobierno de Caballero Aburto, los “cívicos”, como son llamados los miembros de la ACG, plantean a la sociedad la posibilidad de exigir la desaparición de poderes en el estado y la investigación, por parte de instancias federales, de los delitos del gobierno.
En octubre de ese año, dos sucesos desencadenan la movilización popular que será de inmediato guiada con éxito por los cívicos. Por una parte, comienza una batalla de intrigas políticas entre Caballero Aburto y el entonces alcalde de Acapulco, Jorge Joseph Piedra, quien será finalmente destituido de su cargo el 21 de noviembre. Por otra, el 21 de octubre estalla la huelga en el Colegio del Estado, máxima casa de estudios de los guerrerenses. Los estudiantes piden la destitución del director de la institución, Alfonso Ramírez Altamirano, y la reforma de los estatutos vigentes.
Ese 21 de octubre, como era de esperarse, Caballero Aburto desplegó de inmediato a las fuerzas policíacas y militares. Ante la presencia del ejército, cientos de ciudadanos se dieron cita frente a la casa de estudios en Chilpancingo, en apoyo a los estudiantes. Para el 23 de octubre cuando Aburto mandó a sus representantes a buscar el diálogo con los huelguistas, el pueblo, instigado por los cívicos, exigía ya la desaparición de poderes en el Estado.
El 30 de octubre los cívicos se instalaron frente al Palacio de Gobierno (en una forma de protesta que se conocería como “paradas cívicas”) y comenzaron una jornada intensa de agitación con altavoces que duró todo ese día y su noche. Por la madrugada del día 31 fueron desalojados por el ejército y se refugiaron en el kiosco del jardín Nicolás Bravo, donde continuaron con la agitación hasta el 4 de noviembre en que fueron nuevamente desalojados de forma violenta. A partir de ese momento se instalaron frente a la huelga de los estudiantes. Mientras esto ocurría en Chilpancingo, los cívicos hacían agitación por distintas partes del Estado, sobre todo en Iguala y Atoyac de Álvarez.
El 20 de noviembre una manifestación de entre 10 y 15,000 personas en Chilpancingo pide la desaparición de poderes en el Estado. En Acapulco, el día 21, Joseph Piedra es restituido en su cargo por un gran grupo de manifestantes, para ser, ese mismo día, destituido definitivamente por el cabildo.
A pesar de las manifestaciones multitudinarias por todo el estado, la Cámara de Diputados, en sesión de emergencia, resuelve no desconocer los poderes locales. El desánimo, a partir de ese momento, cunde en los distintos frentes. Muchos claudican, pero Genaro emprende una gran campaña de reorganización.
El 30 de diciembre, mientras el jefe de la ACG se ocupaba en la costa grande de la organización de un contingente para marchar a la ciudad de México, en Chilpancingo el 27 Batallón dispara contra el pueblo desarmado en la alameda Granados Maldonado, frente a la Universidad tomada.
Ante el escándalo internacional ocasionado por la masacre, el Senado de la República declaró desaparecidos los poderes del estado el 4 de enero de 1961. Para el día siguiente, 5 de enero, se designó a Arturo Martínez Adame para terminar el periodo.
Los detenidos fueron puestos en libertad y Genaro comenzó a hacer gestiones para la solución de los graves problemas de los campesinos cuya desatención había, en parte, causado el movimiento contra Aburto. Se encontró con las mismas negativas.
En 1962 la ACG impulsa la candidatura independiente de José María Suárez Téllez para gobernador del Estado y las de varios candidatos a las alcaldías de los ayuntamientos. Las elecciones transcurren de la manera habitual en México: coerción, robo y manipulación de urnas, acarreos, etc. Además, los votos logrados por los cívicos son desconocidos incluso donde sus candidatos, a pesar de todo, habían obtenido la mayoría. Es impuesto Raimundo Abarca Alarcón como gobernador. El 30 de diciembre los cívicos, encabezados por Genaro Vázquez, se manifiestan frente el Palacio Municipal de Iguala, que permanece tomado por el ejército. En la madrugada del día 31 la policía y los militares disparan contra los manifestantes en lo que se conoce como “La matanza de Iguala”, pretextando que los cívicos intentaban tomar la Presidencia Municipal. Los candidatos de la ACG son detenidos. Genaro es señalado como instigador de la revuelta y acusado de asesinar a un policía. Se ve forzado a dejar el Estado y vivir en
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