Nathan Wachtel, Capítulo 7 Los Indios Y La Conquista Española. En Bethell, Leslie (Ed.) - Historia De América Latina. 16 Vols. Cambridge University Press-Crítica (Barcelona, 1990)
Enviado por daniel838 • 13 de Septiembre de 2013 • 2.542 Palabras (11 Páginas) • 4.160 Visitas
Nathan Wachtel
Capítulo 7 Los indios y la conquista española
América, aislada del resto del mundo durante miles de años, tuvo una historia diferenciada, libre de influencias externas. Era, por lo tanto, una compleja interacción de factores internos que tuvo lugar a principios del siglo XVI, y confirió a las variadas sociedades indígenas formas muy diferentes: estados sumamente estructurados, jefaturas más o menos estables, grupos y tribus nómadas y seminómadas. Y, hasta ese momento era un mundo completamente auto-contenido, el cual de repente experimentó un golpe brutal y sin precedentes: la invasión de hombres blancos de Europa, el choque con un mundo completamente diferente. La reacción de los nativos de América ante la invasión de los españoles fue considerablemente variada: desde el ofrecimiento de alianzas hasta la colaboración más o menos forzada, desde la resistencia pasiva hasta una hostilidad constante.
El capítulo examinará los efectos de la invasión española sobre los imperios azteca e inca, durante la primera etapa de la dominación colonial (en la década de 1570), con particular intensidad en el caso de los Andes; y también considerará brevemente las áreas periféricas, a fin de presentar un cuadro más amplio de la «visión de los vencidos».
El trauma de la conquista
Inmediatamente, tanto en México como en Perú los documentos indígenas exhalan una atmósfera de terror religioso ante la llegada de los españoles. Aunque éstas eran interpretaciones retrospectivas, tales descripciones testimonian el trauma experimentado por los nativos americanos. Disperso en toda América estaba el mito del dios civilizador que, después de su reinado benevolente, desaparece misteriosamente, prometiendo a los hombres que un día volverá. Por lo tanto, la conmoción tomó para los indios una forma específica: ellos percibieron los acontecimientos a través de la estructura del mito y, al menos en ciertas circunstancias, concibieron la llegada de los españoles como el retorno de los dioses. Enfrentados con la llegada de lo desconocido, la visión que los indios tenían del mundo comportaba al menos la posibilidad de que los hombres blancos fueran dioses. Pero la respuesta a esta cuestión sería positiva o negativa, según el lugar y las circunstancias.
¿Cómo es posible que imperios tan fuertes como el azteca y el inca, fueran destruidos tan rápidamente por unos centenares de españoles? Sin duda los invasores se beneficiaron de la superioridad de las armas. Pero esta superioridad técnica parece que fue de una importancia relativa: los españoles poseían pocas armas de fuego en el momento de la conquista, y eran de disparo lento; su impacto desde el principio fue, como en el caso de los caballos, principalmente psicológico. La victoria española fue ciertamente facilitada por las divisiones políticas y étnicas del mundo indígena: los imperios azteca e inca habían sido construidos por sucesivas conquistas. Algunos grupos veían en la llegada de los invasores una oportunidad para librarse de la dominación opresiva. El resultado del conflicto no dependió sólo del poder de las fuerzas en oposición: desde la perspectiva de los vencidos, la invasión europea también contenía una dimensión religiosa, incluso cósmica. Pillajes, masacres, incendios: los indios vivían verdaderamente el final del mundo; la derrota significaba que los dioses tradicionales habían perdido su poder sobrenatural.
Desestructuración
El trauma de la conquista no se limitó al impacto psicológico de la llegada del hombre blanco y a la muerte de los antiguos dioses. El dominio español, en tanto que se sirvió de las instituciones nativas, al mismo tiempo llevó a cabo su desintegración, dejando sólo estructuras parciales que sobrevivieron fuera del contexto relativamente coherente que les había dado sentido. Las consecuencias destructoras de la conquista afectaron a las sociedades nativas en todos los niveles: demográfico, económico, social e ideológico. Tras este primer contacto con los europeos, las poblaciones amerindias sufrieron en todas partes un hundimiento demográfico de excepcionales proporciones históricas. La caída de la tasa de población parece haber sido menos pronunciada en los Andes: los indios de las áreas frías, especialmente los del altiplano, sobrevivieron mejor a la catástrofe que en otras partes. ¿Cuáles fueron las razones de esta catástrofe? La causa principal fue la enfermedad. Los europeos trajeron con ellos nuevas enfermedades (viruela, sarampión, gripe, plagas) contra las que los indios americanos, aislados por miles de años del resto de la humanidad, no tenían defensas. Incluso si se acepta que estas epidemias eran la causa principal del descenso demográfico, no se puede negar que la conquista española fue un período de cruel opresión. Los fenómenos que hasta aquí habían sido desconocidos transformaron el mundo precolombino: los elementos más importantes observados de este proceso de desestructuración han sido las nuevas formas de tributos, la introducción de la moneda y la economía de mercado. Los trastornos fueron ciertamente más profundos en Perú que en México, donde los súbditos del Inca sólo estaban obligados con el estado por servicios en trabajos y no pagaban en especias. ¿Cómo era el tributo español en comparación con el precolombino? Carecemos de cifras exactas, pero no hay duda de que desde el principio los encomenderos impusieron sus decisiones arbitrariamente y sin restricciones, y más tarde no siempre respetaron la letra de las leyes tributarias.
Los españoles (encomenderos o no), ayudados por el descenso de la población, que significó un incremento de las tierras baldías, no tardaron en usurpar algunas de las tierras que hasta el momento eran trabajadas por los indios.
Pero desde que los nuevos gobernantes se apoderaron de las tierras con mejor suelo, estas apropiaciones arrojaron a los indios hacia los terrenos marginales. El cambio fue sobre todo cualitativo. La ideología sobre la que se basaba el sistema inca estaba en ruinas. En la nueva sociedad dominada por los españoles, toda idea de reciprocidad y redistribución perdió su sentido. Los cambios en el sistema económico estuvieron acompañados, tanto en Perú como en México, por el desmantelamiento de la estructura social, pero el proceso adquirió formas diferentes según las áreas. No se sabe hasta qué punto los ayllu y los calpulli se vieron afectados por las consecuencias de la invasión europea, pero parece que ambos continuaron funcionando como células básicas de la sociedad india. Pero la historia de las jefaturas de los Andes y de México se diferenciaba en algo fundamental: a pesar de todos los cataclismos, los primeros gozaban de un cierto elemento de
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