Resumen Del Capitulo 8 Y 9 De Lynch "Las Revoluciones Hispanoamericanas"
Enviado por naderfabian • 6 de Noviembre de 2012 • 4.093 Palabras (17 Páginas) • 3.159 Visitas
CAPITULO 8. EL ÚLTIMO VIRREY, LA ÚLTIMA VICTORIA
I. PERÚ, LA REPÚBLICA MAL DISPUESTA:
Bolívar llegó a Lima en 1823 asumiendo la autoridad militar y política. Perú estaba ocupado por cuatro fuerzas distintas –peruanas, argentinas, chilenas y colombianas-, una flota semirrebelde, y un gran ejército realista. Tenía un congreso, dos presidentes y un dictador. Bolívar estableció sus cuarteles en Trujillo y se fue hacia Huamachuco. Hizo del norte del Perú un segundo Mendoza, otra cuna de la revolución. Sucre fue el encargado de crear el nuevo ejército de liberación. En 1824, el ejército poseía una importante caballería formada por gauchos de las pampas, los huasos de Chile y los llaneros de Venezuela y Colombia.
El libertador puso en movimiento el ejército y subió hacia Pasco en una de las clásicas marchas de la guerra de independencia. La dirección de Bolívar y la organización de Sucre actuaron en feliz colaboración en esa su más decisiva campaña. El seis de agosto trabaron combate con Canterac en la meseta de Junín. Fue una batalla rápida y furiosa en la que no se disparó ni un solo tiro. La victoria dio a los libertadores el mando estratégico de las fértiles sierras de Jauja. Bolívar se fue a la costa en octubre, organizando la administración civil sobre la marcha, y se libertó Lima. El ejército de Canterac se enfrentó a Sucre en 1824 en Ayacucho.
Después de Ayacucho, la campaña de liberación de Sucre consistió en ir aceptando la rendición de una guarnición tras otra. Pronto llevó la guerra al Alto Perú. Después de un
asedio prolongado y costoso, el Callao capituló el 23 de enero de 1826. a mediados de 1825, Bolívar partió para el Alto Perú, dejando el gobierno del Perú en manos de:
Tomás de Heres (colombiano), al frente del departamento de guerra.
Hipólito Unánue (aristócrata peruano) asuntos exteriores.
José Maria Pando que se ocuparía de la Hacienda.
Economía.
La agricultura fue una de las primeras víctimas de las guerras: granjas y plantaciones sufrieron la destrucción militar. El principal apoyo de la economía y los principales recursos exportables del Perú, el oro y la plata, estaban también desvalorados, la producción minera se vio dificultada por la desorganización de las comunicaciones y por la grave escasez de mano de obra, mercurio, mulas y capital.
El Código Mercantil de 1826, suprimía las aduanas interiores y reducía las alcabalas, pero establecía unos derechos arancelarios básicos sobre las importaciones extranjeras; e importaciones como licores, determinados textiles, azúcar y otros productos que competían con la producción nacional.
El Tesoro sufrió del contrabando, la economía del estancamiento, y los comerciantes extranjeros de la corrupción administrativa y de los retrasos.
En 1855, Perú abolió la esclavitud. Los indios sufrieron más que otros peruanos de las guerras de independencia. Se vieron despojados por todos los ejércitos y eran tomados como auxiliares.
El decreto de 1821 promulgado por San Martín, abolió la mita, la encomienda, el yanaconazgo y todos los demás servicios personales.
Bolívar intentó desde 1823
utilizar sus poderes en Perú para dotar de un mayor contenido social y agravio a la revolución. El decreto de Trujillo de 1824 ordenaba que todas las tierras del estado fueran puestas a la venta al tercio del precio de su valor real; en ellas no se incluían las tierras en posesión de los indios. El intento de Bolívar de convertir a los campesinos indios en agricultores independientes fue obstaculizado por los terratenientes, los caciques y los funcionarios. Al año siguiente Cuzco se vio obligado a promulgar otro decreto reafirmando el anterior.
Los decretos agrarios de Bolívar se centraban preferentemente en las comunidades, no en las haciendas, donde los campesinos o colonos estaban vinculados a la tierra como siervos, poseyendo una sayana, un pedazo de tierra que les daba sólo para subsistir. Como las grandes haciendas ya ocupaban la mayor parte de las mejores tierras del Perú, los decretos de Bolívar tan sólo hicieron más vulnerables a los indios, porque darles tierras sin capitales, equipos y protección era convertirlos directamente en deudores de los terratenientes.
II.BOLIVIA: LA INDEPENDENCIA EN BUSCA DE UNA NACIÓN
EL Bajo Perú estaba envuelto en la guerra y en la liberación, el Alto Perú había sido abandonado a su suerte por ambos contendientes. El líder de los conservadores en el Alto Perú era Pedro Antonio de Olañeta, un español más realista que el virrey y más absolutista que el rey. De origen comerciante, Olañeta ahora era militar, un militar aficionado por sus conocimientos e influencias locales. En 1820 estos jefes se fueron hacia
el norte para enfrentarse con San Martín, Olañeta recibió el mando del ejército realista en el Alto Perú. En 1821 con la Serna como virrey, Canterac fue nombrado comandante del ejército en el norte y a Valdés en el sur.
En enero de 1824 se amotinó contra La Serna y reemplazó la administración constitucional por un régimen absolutista de su propia hechura. El general Valdés fue enviado a resolver al revuelta, así, comprobó la poderosa posición de Olañeta. En 1824 los dos jefes militares firmaron el llamado Tratado de Tarapaya, que permitía a Olañeta continuar al mando del Alto Perú. Valdés se marchó y Olañeta asumió el mando tanto político como militar del Alto Perú y se nombró a sí mismo Comandante de las Provincias del Río de la Plata. Olañeta entró en Chuquisaca en 1824 y proclamó la monarquía absoluta y la abolición del sistema constitucional. Los criollos recibieron los principales cargos y dignidades públicas y en realidad se convirtieron en la clase dominante de Olañeta.
Después de Ayacucho, Bolívar, presidente de Colombia, dictador del Perú, asignó la liberación del Alto Perú a Sucre. Olañeta fue mortalmente herido en la batalla de Tumusla en 1825 y sus tropas derrotadas. Esta fue la última batalla de la revolución americana. Sucre ocupó Potosí, el mayor pilar del imperio español. Sucre promulgó en La Paz un decreto proclamando prácticamente la independencia del Alto Perú. Bolívar desaprobó la iniciativa y recordó a Sucre que era el comandante en jefe de un ejército, no del depositario de los derechos políticos, y que en cualquier
caso había violado el derecho del uti possidetis, mediante el cual los nuevos estados asumían la jurisdicción territorial de las principales unidades administrativas del periodo colonial.
Bolívar
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