Situación de Sor Juana Inés bajo los mandamientos religiosos
Enviado por magayn • 27 de Junio de 2016 • Ensayo • 1.759 Palabras (8 Páginas) • 369 Visitas
Situación de Sor Juana Inés bajo los mandamientos religiosos:
Además de las limitaciones qué se le imponían a la mujer en cuanto al derecho de estudiar y por ende el acceso al conocimiento, como se ha mencionado anteriormente, el siglo XVII, en su fuerte patriarcado, también contaba con los grupos religiosos, los cuales eran muy rígidos en sus mandatos y posiciones para con sus fieles. Esto último afectó enormemente a los grupos sociales, entre ellos los que deseaban escribir, pero con mucho más rigor a las mujeres. Siguiendo con el análisis sobre la Carta de Sor Juana Inés de la Cruz a su querida ´´amiga´´ Sor Filotea de la Cruz, veremos cómo en distintas partes de esta ella trata de dar a conocer su situación, argumentando que ella no ha dejado de cumplir con los deberes que le confieren como religiosa y además explica la causa del por qué no equipara su amor por las letras con la teología. También retomando a Octavio Paz, será posible observar su análisis sobre este tópico y las crueles consecuencias que le surgieron a Sor Juana por ´´desobedecer´´.
Se debe recordar que el elemento detonante de esta crítica surgió gracias a la publicación de la Carta Atenagórica de la madre Juana Inés de la Cruz, en la cual ella hizo una gran crítica, la cual se ha explicado con anterioridad. Esto provocó que su amigo y protector bajo la personalidad de Sor filotea de la Cruz le dirigió unas carta, entre otras cosas, con el objetivo claro y enfático de exhortarla a apartarse de las letras profanas, o sea que se acercara más a la teología en correspondencia con sus deberes como monja. Octavio Paz (1996) se refiere a esto:
Sor Filotea no pretende, como otros, que Sor Juana mude el genio renunciando los libros, sino que lo mejore leyendo alguna vez el de Jesucristo (…) mucho tiempo ha gastado en el estudio de filósofos y poetas ya será razón que se perfeccionen los empleos y que se mejoren los libros (...) (p. 519)
Con respecto a la cita anterior, es evidente la ´´falsa libertad ´´ que se le estaba concediendo a Sor Juana, en relación con su acceso al conocimiento y a su vez en sus escritos; puesto que, por un lado este religioso no la reprende ni la juzga por querer aprender más, como otros lo hicieron pero sí desea que ella se dedique a estudiar la teología y que eso la lleve a escribir sobre esta. Entonces, al final de cuentas sí se le condena, ya con más énfasis de la parte religiosa, pero al final con la misma idea, porque no se le está dando la libertad que ella deseaba poseer. Esto último lleva a un tópico que aparentemente es contradictorio, pero que al final de cuentas tenía un objetivo limitador muy evidente.
Por un lado, en la época se prohibía a las mujeres incorporarse en los asuntos religiosos y escribir. Por otro, Sor Juana sí se atrevió a escribir, que ya de por sí era mal visto por su condición, ella lo hace no ocupándose de la teología, sin embargo Sor filotea le pide que más bien se ocupe de esta. También en la Respuesta a Sor Filotea es evidente como la iglesia es la que se encargaba de apartar las mujeres, ella hace una afirmación que lo deja en claro:
(…) pues vemos que, con efecto, no se permite en la Iglesia que las mujeres lean públicamente ni prediquen), ¿por qué reprenden a las que privadamente estudian? Y si lo entienden de lo segundo y quieren que la prohibición del Apóstol sea trascendentalmente, que ni en lo secreto se permita escribir ni estudiar a las mujeres (…) (Carta, pág83)
Entonces esta especie de contradicción genera un pensamiento muy del patriarcado porque en realidad, al final lo que se pretendía es que las mujeres no escriban de nada, que se dediquen nada más a la labores del hogar y que sea los hombres los que se encarguen de tener conocimiento y a su vez a redactar sobre los ´´asuntos sagrados´´, de esta forma es clara la doble limitación que se le puso a Sor Juana, una del patriarcado y la otra de los religiosos.
La insistencia de Sor Filotea es tanta qué da entender que le da pena que la inteligencia de Sor Juana se desaproveche: “es lástima que Sor Juana se consagre a la literatura profana y no a la sagrada“. (Paz, 1982 p. 536).Ya en la respuesta que Sor Juana le dio, intentó justificar y dejar en claro cuáles son los motivos que la persuadieron para evitar los temas religiosos. Eso lo hace en varias ocasiones dentro del texto:
Y hablando con más especialidad os confieso, con la ingenuidad que ante vos es debida y con la verdad y claridad que en mí siempre es natural y costumbre, que el no haber escrito mucho de asuntos sagrados no ha sido desafición, ni de aplicación la falta, sino sobra de temor y reverencia debida a aquellas Sagradas Letras, para cuya inteligencia yo me conozco tan incapaz y para cuyo manejo soy tan indigna; resonándome siempre en los oídos, con no pequeño horror, aquella amenaza y prohibición del Señor a los pecadores como yo(..) a los varones doctos se prohibía el leer los Cantares hasta que pasaban de treinta años, y aun el Génesis(…)(CARTA p. 58).
De acuerdo con su justificación es clara la forma en que ella, a pesar de tener tanto conocimiento, se cree indigna para escribir sobre asuntos sagrados, eso refleja que Sor Juana no rechazaba los asuntos religiosos sino que le tenía miedo a los mandatos de la instituciones religiosas, que esa época ,como se ha visto, eran bien rigidos.Esto del temor, ella misma lo reafirma al continuar la carta: “Dejen eso para quien lo entienda, que yo no quiero ruido con el Santo Oficio, que soy ignorante y tiemblo de decir alguna proposición malsonante“.(…)CARTA p. 59).Se debe pensar que si ya se le juzgaba por ser mujer, peor hubiera sido si profundiza en temas tan ´´delicados´´.
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