Sobre el periodismo en México

SOBRE EL “PERIODISMO”

Debido a un montón de acontecimientos que me han colmado al fin la paciencia, he decidido tomarme un tiempo para emitir una opinión acerca de la prensa en México.

He observado con mucha molestia que en México y en el mundo en general, los noticieros de transmisión masiva, ya sea en radio o televisión, emiten solo la información que les convine y aunque eso no es nuevo, el hecho que en mi opinión es más alarmante es el que sean libres de emitir una opinión durante los mismos.

En mi corto entendimiento, la labor del periodista es informar, los medios de los que se valga para obtener esta información y transmitirla son responsabilidad suya y el estado está obligado a proteger su labor, pero ahí termina la labor del periodista, sin embargo, las cadenas de noticieros a través de sus conductores van amas allá y durante la transmisión de sus programas emiten opiniones parciales, carentes de toda objetividad y sobre todo que tienden a cargar la opinión de su auditorio hacia la postura que ellos desean.

Esto es particularmente notorio en las emisiones televisivas, en donde la actuación de los conductores va de lo mezquino hasta lo despreciable y no solo con respecto a las notas en materia de política, en materia deportiva es mucho más insoportable la situación.

En apariencia una de las características de un estado “democrático” es la libertad para emitir una opinión y este derecho a menudo se le da el carácter de sagrado, pero ¿Realmente tiene derecho un periodista a emitir una opinión? En mi opinión, si lo tiene, pero bajo ninguna circunstancia debe de emitirla en un noticiero, pues el papel de dicho programa es estrictamente el de informar, las opiniones pueden ser emitidas libremente y sin censura en blogs personales, columnas periodísticas, programas de análisis y/o cualquier otro medio en el que se pueda elegir enterarse de dicha opinión.

Utilizando un ejemplo más coloquial como un partido de futbol, es muy claro como el poco profesionalismo con el que los narradores se desempeñan, pues en vez de concretarse a narrarlo pasan más de la mitad de su tiempo haciendo comentarios francamente estúpidos y criticando a los jugadores negativamente, hecho que es muy injusto debido a que emiten una opinión sobre una actividad que no son capaces de desempeñar y por lo tanto comprender y sobre todo porque no hay derecho de réplica jamás para el criticado.

En el ámbito político la cosa se pone aun peor, pues se arman verdaderas campañas de acoso y de destrucción moral hacia un partido político, un individuo, una agrupación de trabajadores o cualquier entidad política a la que juzguen necesario hacer pasar como “mala”.

Pero este fenómeno es motivado sobre todo por la poca exigencia de calidad por parte del público para con el contenido de los programas de TV, mientras personajes como Ciro Gomes Leyva, Cristian Martinoli, Javier Alatorre y compañía, sigan conservando semejantes niveles de audiencia, seguirán incidiendo decisivamente en la opinión de la sociedad y por lo tanto conservando y acumulando un enorme poder político.

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