Sobre la importancia de seguro de salud en la película Sicko
Enviado por yazmineliana • 31 de Julio de 2012 • Reseña • 461 Palabras (2 Páginas) • 773 Visitas
Fueron las palabras de Bush de entrada en la película Sicko, en un congreso de Salud en septiembre de 2004. Para el personal médico, que gana al año un total de seis dígitos monetarios, así empezó esta película.[1]
La cinta se desglosa en cuatro capítulos aproximadamente.
En ella Michael Moore expresa inicialmente la realidad de los 50 millones de ciudadanos estadounidenses que no cuentan con ningún plan de cobertura médica, agregando que esa película no va dedicada a esos 50 millones, sino a los más de 250 millones de estadounidenses que sí gozan de seguro médico, o que al menos creen estar cubiertos por grandes compañías aseguradoras como Aetna Inc., Horizon Blue Cross, Blue Shield, Humana Inc., Cigna y United Health Care.[2] A pesar de que cada uno de estos contribuyentes paga alrededor de 2.000 dólares anuales por medio de deducciones salariales, en la mayoría de los casos los tratamientos les son denegados cuando los necesitan.
En la primera parte se ve a varias personas con cobertura médica afectadas por las aseguradoras al negarles esta cobertura, como el caso de varias mujeres y una niña que mueren por falta de servicios, o de otras con varios tipos de cáncer que se ven obligadas a negociar con sus aseguradoras por los servicios de salud.
En la película, un individuo sin cobertura que había perdido unos dedos en accidente se presenta con un presupuesto médico, que le da la opción de 12.000 dólares por readherirle el dedo anular o 60.000 por el índice. Por supuesto, el varón —un tanto romántico y sin tanto dinero como la mayoría de estadounidenses de clase media— escoge que le sea repuesto el dedo matrimonial (anular).[3]
Una mujer de clase media y con un buen puesto profesional se arruina debido a las facturas de los servicios médicos y el coste de los medicamentos, ya que tiene que pagar por las pastillas para el cáncer $250 dólares mensuales. Más adelante obtendrá las mismas pastillas en Cuba por 10 centavos de dólar. La mujer se ve forzada a vivir con su hija en un estudio.
A un padre de familia asegurado por CIGNA se le niega uno de los dos implantes cocleares que su hija necesita para poder oír, aunque la compañía revoca expresamente esta decisión cuando el hombre les avisa que está dispuesto a colaborar en la película de Moore.
Una mujer cuyo esposo muere después de que su aseguradora se negara a autorizar un trasplante de médula ósea de su hermano menor, con la excusa de que era «un procedimiento experimental». Por ley —y presión de los lobbies— las compañías aseguradoras no pagan los ensayos clínicos.
Estos son algunos de los 50 participantes de este documental.
Las grandes aseguradoras, en palabras de Moore, «compran a nuestro Congreso para proteger así sus fortunas y dominio de la sanid
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