África del Sur (Descolonización)
Enviado por MssGamusino • 3 de Febrero de 2016 • Trabajo • 1.388 Palabras (6 Páginas) • 306 Visitas
Sudáfrica, una independencia humana
África del Sur tuvo un papel clave a lo largo de la historia contemporánea dando énfasis en el s.XX. Es reconocido por su lucha contra el racismo y la convivencia entre dos razas enfrentadas por años y años. El personaje más inspirador de este país es Nelson Mandela, que pertenecía a la CNA y luchó para la igualdad y el respeto entre las dos razas.
África del sur participó en la Primera Guerra Mundial al lado de los aliados con un contingente de 20.000 blancos que intervinieron en Libia e Italia, y 125 000 negros y mestizos que lo hicieron en las campañas de Etiopia y Madagascar. Estaba en el poder el partido unido de Smuts, de tendencia Anglófila, que se impuso en el Parlamento por una exigua mayoría para tomar parte por los aliados en contra de parecer de los Afrikaaner (descendientes en gran parte de los antiguos colonos holandeses, cuyas simpatías se dirigían a Alemania). De hecho, en Namibia, antigua colonia alemana, se había formado un partido nazi que mantenía excelentes relaciones con el partido Nacional, en el que se recogían las aspiraciones de los afrikaneers. Las medidas discriminatorias para los africanos seguían imponiéndose a pesar del talanto liberador del partido gobernante, y desde 1913 en que se publicó la famosa Land Act que reservaba el 90 % de las tierras a los blancos y prohibía a los africanos comprarla fuera de determinadas áreas, éstos sólo podían ser residentes temporales en las ciudades blancas mientras llevasen a cabo algún tipo de trabajo.
Una característica muy importante sobre la independencia de Sudáfrica son los sindicatos. El movimiento sindical había sido desde su formación una de las fuerzas que más se opusieron al aparato discriminatorio luchando por la mejora de las condiciones laborales y por la consecución de un salario lo menos injusto posible. Para mejor lograr lo que se proponían era necesario la unión, y a este fin, en 1941 se creó la Confederación de Sindicatos no Europeos (CNETU[1]), que logró aunar los esfuerzos de 119 sindicatos en todo el territorio y alcanzar la cifra de 158.000 afiliados. En 1945 la unión de mineros fundada por J.B Marks en 1941 de tendencia comunista, se hizo con el control de la CNETU y, a pesar de la prohibición de Smuts, declaró una huelga general en agosto de 1946 que fue ampliamente seguida y cruelmente reprimida, costando la prisión a Marks. El gobierno puso todas las medidas a su alcance para romper la CNETU y lo consiguió, ya que ésta fue perdiendo fuerza. En 1950 muchos sindicatos acogidos a la CNETU la abandonaron. Un nuevo intento de reunificación se dio el 5 de marzo de 1955, con la fundación del Congreso Sudafricano de Sindicatos (SACTU), cuya finalidad era unir en sus filas a todos los trabajadores sin discriminación ni perjuicios. No tuvo la acogida de la CNETU ya que sólo logró reunir 33 sindicatos, y el techo de inscritos lo tuvo en 1961 con un total de 53.000 afiliados.
Políticamente, la lucha tradicional reivindicatoria de la nación negra la había realizando el Congreso Nacional Africano[2] (ANC en inglés y CNA en español), nacido en 1912 y liderada por J. Dube, P.I. Seme y S. Plaatje, que había optado por la resistencia no violenta como método de actuación. A algunos les pareció que este movimiento estaba estancado en sus pretensiones. Dentro de esta organización se encontraba el reconocido mundialmente Nelson Mandela.
Al concluir la Segunda Guerra Mundial, las grandes potencias se encontraban muy débiles y escasas de recursos y eso creó unas ventajas y condiciones que favorecían muchísimo a las poblaciones indígenas dominadas para conseguir su independencia. Pasaron los años con esta misma situación y no fue hasta poco más de 20 años más tarde que la mayoría de colonias europeas, asiáticas y africanas como entre ellas Sudáfrica lograron la independencia que tanto habían buscado y luchado. Casi todos los pueblos africanos lograrón su independencia alrededor de 1960, y los motivos son muy diversos pero entre ellos destaca la gran diversidad de pueblos y de lenguas autóctonas que coexistían en un mismo territorio.
La Segunda Guerra mundial provocó grandes cambios, y uno relevante para la independencia de muchas colonias fue que Gran Bretaña reconoció el derecho del pueblo a elegir sus autoridades locales. Este fue un gran cambio que dio esperanza a mucha parte de la población. Pero Gran Bretaña para asegurarse su continuidad política aplicó una ley terrible que marcó un antes y un después: el apartheid. En ella se recogía que los blancos prohibían a los negros la participación a las elecciones[3].
Con esta nueva ley establecida los africanos negros solo podían transitar por las calles con un permiso especial, y estaban muy mal vistos por los blancos, no les respetaban, los ignoraban y abusaban de ellos en ocasiones. Con esta ley empezó una gran diferencia entre ambas razas, por ejemplo la educación que recibían los blancos era mucho superior a los negros y en instituciones diferentes. Para los blancos que les juntasen con negros era una terrible ofensa intolerable. Todas los blancos respetaban el apartheid, y los que no, eran considerados públicamente comunistas.
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