10.000 A.C.

La película se remonta en algún lugar de África hace 10.000 A.C, la edad Paleolítica. Una época en la que el hombre y la bestia eran salvajes y el gran mamut recorría la tierra, época en la cual nacieron las ideas y creencias que forjaron el futuro de la humanidad para siempre. La historia se remonta con D´Leh, un joven cazador perteneciente a la tribu Yagahl, ubicada en una montaña remota. La tribu habitaba en carpas de cuero puesto que el lugar donde habitan era muy frio. D’Leh se dedica diariamente a la caza de mamuts gigantes, única opción de supervivencia.

En épocas recientes el número de animales descendió drásticamente, efecto del cambio climático, síntoma del fin de la Edad de Hielo. Madre Vieja, es la matriarca de la tribu, secundada por el portador de la flecha blanca: Tic Tic quien se encargaba de la seguridad de la tribu. Esta es la primera manifestación de jerarquía.

Madre Vieja tenía visiones en las cuales uno de los suyos surgiría un héroe que heredaría la flecha blanca y se quedaría con Evolet, el nuevo héroe liderara a todos los integrantes de la tribu hacia una nueva era más allá de la dependencia de los mamuts.

Tic Tic, busca entre los hombre de la tribu quien lo remplace como protector del grupo y porte la flecha blanca, la forma de ocupar dicho cargo era cazando un mamut. D’Leh no cree en ningún momento que se convierta en tal líder del grupo, porque su padre, antiguo líder de la tribu y portador de la flecha blanca, lo abandono a él y al resto de los Yagahl sin explicación alguna, marcándolo como el hijo del traidor. Parte de los hombres planean una emboscada para atrapar un mamut, mientras la otra parte atraía al rebaño hacia la trampa. Los hombres de la tribu logran llevar unos mamuts hacia la trampa, de los cuales atrapan a uno, pero fallan y el mamut corre hacia un grupo de hombres entre los cuales estaba D’Leh. El mamut tropieza y cae sobre D’Leh, este mata accidentalmente al mamut por lo cual se convierte en el segundo al mando.

Los Yagahl siguen su vida sin inconveniente hasta que son emboscados por los “demonios de cuatro patas”, apodo que Madre Vieja les dio. Estos con “Un-Ojo”, quien lidera a los demonios secuestran a gran parte de los habitantes de la tribu y a Evolet. D’Leh decide ir en busca de su prometida y los demás habitantes de su tribu, junto a Tic Tic y otros hombres que no alcanzaron a ser raptados, estos se ven obligados a cruzar el Valle Perdido. D'Leh descubre que el mundo no es tan pequeño como pensaba ni que todos lo hombres son iguales.

Este y sus acompañantes llegan a una tribu, la cual conocía a su padre. D’Leh forja una relación de hermandad con uno de los hombres de la tribu llamado Nakudu. Este lo lleva a una cueva en la que le muestra un dibujo rupestre la cual dice que es una profecía en la cual un hombre con la flecha blanca peleaba con un tigre dientes de sable y lideraba a

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