2 De Octubre
Enviado por ammyleal • 19 de Abril de 2015 • 3.554 Palabras (15 Páginas) • 393 Visitas
LOS HECHOS
La tarde del 2 de octubre de 1968, después de que desde un helicóptero que sobrevolaba la Plaza de las Tres Culturas arrojara una luz de bengala, empezaron los disparos en contra de los miles de estudiantes que colmaron el lugar.
El 2 de octubre de 1968 se realizaba en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, una gran manifestación estudiantil en demanda de mayor libertad de expresión, a unas cuantas semanas de que se celebraran en México las Olimpiadas.
Justo cuando se iniciaba el mitin, una bengala surcó el aire, lo que, dicen los testimonios, fue la señal para que el Ejército Mexicano empezara a disparar contra la multitud.
También dispararon sus armas los integrantes de la "famosa Brigada Blanca", vestidos éstos de civil, pero identificados por portar un guante blanco como distintivo.
De acuerdo a Paco Ignacio Taibo II, quien en 1993 encabezó una Comisión de la Verdad sobre estos sucesos, en esa "trágica" tarde fueron disparados 15 mil proyectiles y hubo 300 muertos, además de 700 heridos y cinco mil estudiantes detenidos.
Según el periodista e investigador, participaron ocho mil militares de varios cuerpos destacados en la acción, 300 medios armados entre tanques, medios blindados y jeeps con ametralladoras.
Todo esto para reprimir una manifestación pacífica.
En 1968, México era gobernado por Gustavo Díaz Ordaz, ya fallecido, mientras que Echeverría Álvarez fungía como secretario de Gobernación, quienes nunca pudieron explicar de forma clara y veraz esos acontecimientos.
Desde entonces y hasta el último presidente de filiación priista, Ernesto Zedillo, el gobierno permaneció en silencio ante estos hechos, que afectaron a los movimientos sociales de estudiantes y de trabajadores.
Dichos grupos, al ver cerrado el camino del diálogo, formaron ya en la década de los 70, diversos grupos guerrilleros.
CONSEJO NACIONAL DE HUELGA DE 1968
El 2 de agosto la UNAM, el IPN, la Escuela Nacional de Maestros, la ENAH y Chapingo conforman el Consejo Nacional de Huelga, el cual después de varios movimientos en otras partes del país fructificaba en el CNH como una organización con carácter nacional estructurado al cual otras universidades se fueron incorporando con protestas en Yucatán Coahuila, Morelia, Guerrero, Nuevo León, Chihuahua, Veracruz, Puebla, Sinaloa e Hidalgo.
El 13 de septiembre se realizó otra marcha de protesta al ingreso del ejército al IPN y a la UNAM. El pliego petitorio que se elaboró el 4 de agosto por el Consejo Nacional de Huelga fue; 1) libertad a los presos políticos, 2) destitución de los generales Luis Cueto Ramírez, Raúl Mendiola y del teniente coronel Armando Frías. 3) extinción del cuerpo de granaderos. 4) Derogación de los artículos 145 y 145 bis del código penal (delito de disolución social), 5) indemnización a las familias de los muertos y a los heridos víctimas de las agresiones en los actos represivos iniciados el viernes 26 de julio, 6) deslinde de las responsabilidades de los actos de represión y vandalismo realizados por las autoridades a través de los policías, los granaderos y el ejército.
Mi Opinión
Unos jóvenes estudiantes se ponen de acuerdo en la acción colectiva para un mitin en la plaza de Tlatelolco, ese día es miércoles 2 de octubre, luces de bengala hacen aparición en el cielo en plena realización del mitin estudiantil, los ruidos de la balas ensordecen y después de aquél momento el país no sería el mismo y los procesos de cambio, en un sentido u otro, serán distintos para los mexicanos.
Algo que ha quedado claro después de la documentada matanza del 2 de octubre, es la evidencia clara de que el gobierno mexicano tenía información que podía haber evitado la masacre de estudiantes de aquél año, esta conclusión llega cuando se observa que los estudiantes no tenían ningún contacto con “agitadores” extranjeros, como por ejemplo agentes de la Revolución cubana o comunistas de la Unión Soviética. Los jóvenes no proponían una revolución armada y aunque estruendosos en sus consignas contra el presidente Díaz Ordaz y su gobierno, no había intenciones golpistas en sus manifestaciones.
Según el libro “1968: Todos los culpables” de Jacinto Rodríguez Munguía, son varios los elementos clave que desataron la matanza del 68: El miedo de Gustavo Díaz Ordaz a los movimientos callejeros, sumando al miedo de Luis Echeverría Álvarez que estaba obsesionado con ser sucesor del presidente, la teoría de la conspiración comunista internacional y, por último, los elementos de las fuerzas armadas que no fueron ajenos a las luchas por el poder político.
La historia del movimiento del 68 mexicano comienza con un simple conflicto entre estudiantes y termina en una masacre. Del análisis de este movimiento hasta el clímax de esa masacre, que repercutió más que el movimiento mismo, trata el presente trabajo.
Mucho se ha comentado acerca del movimiento estudiantil de 1968. A veces se habla de un acto revolucionario de los jóvenes que participaron y la incipiente sociedad civil que se sumó y ejerció su derecho a manifestarse en la calle. Por otro lado, ha quedado para la verdad histórica la evidente, ahora para todos, represión y poca tolerancia que mostró el régimen político hacia las “inofensivas” demandas de aquél movimiento. De alguna manera el movimiento de 1968 contribuyó dolorosamente a desprestigiar a un régimen de partido hegemónico, como lo denominó Giovanni Sartori, que duró más de 70 años.
El movimiento estudiantil del 68 fue un movimiento de carácter social. Este movimiento surgió por la indignación y la idea de que algo tenía que hacerse contra el gobierno mexicano en los sesenta, que estaba poco dispuesto a escuchar las demandas que vestían un carácter inofensivo, planteado por un grupo de universitarios. Que más tarde se convertiría en un movimiento con implicaciones en más sectores sociales, no solo de jóvenes, que pugnaban por más libertad política para la población civil.
Si bien el apogeo del movimiento se puede catalogar dentro de los “rituales de rebelión”, porque rompía de alguna forma con las “estructuras tradicionales” de la sociedad, las manifestaciones conmemorativas que se han ido celebrado al paso de los años podrían entrar en la denominación de rituales de no ruptura. De hecho, puede considerarse que cualquiera puede, 40 años después, simpatizar con los jóvenes que buscaron mayores libertades y que tampoco puede hacerse a un lado la raigambre y la influencia que tuvo en ellos los movimientos socialistas de la época, incluso las marchas que asisten y conmemoran cada año miles de personas, entre
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