20 De Noviembre
Enviado por paty22 • 22 de Octubre de 2012 • 2.080 Palabras (9 Páginas) • 646 Visitas
Los términos Formación de Valores, Resolución de Problemas y aprendizaje significativo son abordados por los docentes en su accionar cotidiano pero de forma aislada, sin establecer nexos entre estos para lograr una gestión docente más efectiva. En este trabajo se pretende articular armónica y coherentemente la relación existente entre estos términos desde una perspectiva vygotskiana.
Definir valor no es tarea fácil, pues el concepto está profundamente ligado a la ideología de quien lo define, es por ello que en la investigación se analizan las conceptualizaciones de diversos autores cubanos, encontrando entre ellos cierta unidad de criterios, en su gran mayoría parten de aceptar la definición de valor del filósofo y doctor José R. Fabelo.
Por valor se entiende "la significación positiva que se refleja en la conciencia social de los objetos, leyes, categorías y fenómenos de la realidad objetiva" (Fabelo, 1989). Otros autores que trabajan la temática han conceptualizado los valores desde una posición más cercana a la pedagogía."
Una compleja formación de la personalidad, contenida no solo en la estructura cognitiva, sino fundamentalmente en los profundos procesos de la vida social, cultural y en la concepción del mundo del hombre, que existe en la realidad, como parte de la conciencia social y en estrecha correspondencia y dependencia del tipo de sociedad en el que niños, adolescentes y jóvenes se forman". (Báxter, E. 1999). Más adelante plantea: "Desde el punto de vista pedagógico, esta formación debe lograrse como parte de la educación general, científica que reciben los adolescentes y jóvenes: como conocimiento, como producto del reconocimiento de su significación que se transforma en sentido personal y se manifiesta como conducta". (Báxter, E.1999).
La propia conceptualización asumida de valor tiene como célula el término significación, por este entendemos "el valor que puede adquirir coyunturalmente un contenido en el proceso de regulación del comportamiento del sujeto" (González Rey, 1995), si se asume el método como célula (dentro de los componentes del proceso docente - educativo) del proceso de Formación de Valores y la Resolución de Problemas como la vía para lograr este fin; entonces la relación entre el método de Resolución de Problemas y aprendizaje significativo resulta obvia ya que la "significación en sí es un producto de aprendizaje significativo"(David P. y Ausubel 1983).
Los términos de Resolución de Problemas (Polya, 1945) proceden del campo de la enseñanza de la Matemática pero con el decursar de los años se ha ido extendiendo a otros campos.
En muchas oportunidades los docentes, quizás por desconocimiento, hacen un uso desmedidos de estos términos, simplificando en ocasiones en otras tergiversando, la verdadera naturaleza de los mismos. "Definir el término Problema es difícil pues la Resolución de Problemas es subjetiva y circunstancial.
Las mismas tareas que podrían representar esfuerzos significativos para algunos, pueden ser ejercicios de rutinas para otros alumnos. Ser un problema no es una característica de la situación (Schoenfild, 1981).
En la bibliografía consultada existen muchísimas conceptualizaciones acerca del término Problema. Por acercarse a los intereses de esta investigación se analizarán, básicamente, los trabajos de Krulick – Rubnick (1980) y Garret (1988).
Desarrollo
" Un problema es una situación, cualitativa o no, que pide una solución para la cual los individuos implicados no conocen medios o caminos evidentes para obtenerla" (Krulick – Rubnick, 1980).
"Un problema es una situación o conflicto para la que no tenemos una respuesta inmediata, ni algoritmo, ni heurístico. Incluso ni siquiera sabemos qué información necesitamos para intentar conseguir una respuesta. El problema se sitúa más allá de lo que nosotros entendemos del mundo" (Garret, 1988).
De ambas conceptualizaciones resulta lógico pensar que para que exista un problema para alguien deben cumplirse las siguientes condiciones (Oñorbe, 1997):
que haya una cuestión que resolver;
que la(s) persona(s) a la que se le presenta la cuestión esté motivada para buscar la solución;
que dicha solución no tenga una estrategia inmediata de resolución.
Suponiendo que exista un "problema" (por casualidad, por búsqueda del mismo o por presentación del mismo, que es lo más habitual en la enseñanza) la siguiente condición, muy necesaria aunque no suficiente, es tener interés en ello. Por tanto, cualquier estrategia que implemente el docente en aras de lograr el éxito de sus estudiantes en la actividad de resolución de problemas no debe obviar el papel de la motivación, esta garantizará la implicación afectiva de sus estudiantes ante el problema.
No basta que el estudiante sienta la necesidad de resolver el problema, hay que lograr despertar el interés por este. "La eficiencia motivacional aumenta en la medida en que exista una mayor contradicción y, a la vez, una mayor posibilidad objetiva de solucionar tales contradicciones" (González Serra, 1995). "Si presentamos a un alumno una situación que se haya mucho más allá de lo que él conoce y de lo que potencialmente puede conocer (negritas, del autor) aunque tenga la necesidad de enfrentarla, no reconocerá en ella ningún significado y ni siquiera se la planteará como un problema a resolver" (Garret, 1988).
Esto quiere decir que para él la situación está muy por encima de su conocimiento personal y no tendrá ningún sentido. En cambio, si la situación que presenta el docente al estudiante está justo por encima del conocimiento y la comprensión de este, la reconocerá como problemática y como algo que debe ser comprendido. "El interés representa un reflejo no solo de las necesidades sino también de las condiciones, objetos y medios de su satisfacción.
Las necesidades constituyen fundamento de partida del interés,... las necesidades determinan la dirección del interés y la preferencia que el sujeto le otorga a determinado fenómeno socialmente significativo. Solo a través del interés las necesidades se convierten en acción" (Fabelo, 1989).
La tercera condición de existencia de un problema para alguien es "que no conozca de forma inmediata una estrategia de resolución"; si no es así, es decir, cuando el que ha de resolver tiene claro el camino a seguir, el sujeto que resuelve necesita únicamente aplicar técnicas o estrategias que ya domina. Esta disyuntiva (conocer o no una
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